Aunque hace muchos años que no viene a Mendoza, Fernando Ramírez es el actor de referencia en la comedia y el humor cuando hablamos de artistas mendocinos que hicieron su camino en las tablas porteñas y el espectáculo latinoamericano.
No son tiempos fáciles y menos para él que como actor hace más de un año dejó sus proyectos teatrales de lado, para sumarse al streaming con algunas participaciones y volvió a la televisión recién este año. Se contagió de covid en el medio que despedía varios amigos por la misma situación. La pasó duro, con su familia y luego de recuperarse comenzó a grabar “ShowMatch”, con participaciones puntuales en los sckech de humor en el programa conducido por Marcelo Tinelli.
Y al margen que hace más de dos décadas no vive en Mendoza, siempre está en contacto con sus amigos y colegas mendocinos. Por eso, la partida reciente del actor y director Claudio Martínez le pegó duro y lo recuerda como un gran amigo en sus comienzos en el oficio.
“Con Claudio hemos sido hermanos. Comenzamos a trabajar en fiestas infantiles de payaso, cuando íbamos a la escuela de teatro en el ’85. Y la foto que compartí (en su perfil de Facebook) es de “Convivencia”, que es uno de los primeros café concert que se hizo en Mendoza. En ese momento solo Pocho Sosa, Jorge Sosa y Tino Neglia hacían café concert que fue furor “Tal como somos””, recuerda Ramírez sus aventuras y primeros pasos en la actuación junto a Martínez y compañía.
La vivencias con el actor fueron muchas y le guarda un cariño profundo: “El gordo siempre fue muy divertido y era un delirio lo que hacíamos. Nos dejamos de ver cuando vine a Buenos Aires y nos reencontramos una vuelta acá, pero siempre estábamos en contacto (se emociona). Él era un tipo que tenía un amor muy profundo por la cultura en general, los libros, el teatro, la música y el cine. Era un artista y eso quedó en cada alumno y cada persona que lo acompañó”.
La vuelta a la pantalla y el trabajo en pandemia
Fernando Ramírez logró una extensa trayectoria en el teatro nacional y la televisión. Premios Estrella de Mar, el Premio Martín Fierro, protagónicos en el teatro junto a grandes figuras, sus unipersonales de humor y trabajos como director y guionista en el exterior son parte de su derrotero que cultivo en más de 35 años de oficio.
-Volviste a “ShowMatch”
-Sí. Estoy haciendo algunas participaciones. Me llamaron para hacer “Politichef”, pero de cualquier forma no quería hacer más máscaras. Pero sí estoy haciendo algunas participaciones, más esporádicamente, como actor. Es otro momento de mi vida y hay cosas que no me da ganas de hacer. Prefiero ir por otro camino, buscar otras cosas.
-¿Por qué no querés volver a las imitaciones?
-En realidad a esta altura de mi vida donde coseché muchos reconocimientos y grandes experiencias, no quiero dejar de tener protagonismo. Prefiero estas participaciones esporádicas… justamente ahora vamos a grabar una sátira de una serie muy conocida y eso me entusiasma más. Además hoy cambió mucho la forma de trabajar en la televisión, ya no hay un contrato fijo con un programa. Sino es el momento que salís y te pagan tu trabajo. Ya cambió ese sistema hace muchos años.
-¿Y en streaming?
-Ahora salió un streaming “Embarbijados” que hicimos el año pasado. Y vamos a tratar de grabar “Copycat”. Lo grabé el año pasado y no me gustó como quedó la grabación. Pero Daniel Comba, el productor se quedó con la espina en el ojo de volver a grabarlo. Y hablé con él un mes antes que falleciera para remontar el proyecto, pero su partida fue una piña. Igual lo quiero volver a grabar. Y también queremos hacer algo con Daniel Aye. El streaming nuevamente es la posibilidad de trabajar, pero yo no soy un gran creyente de ese formato. Creo que funcionó en ese momento por necesidad, pero la gente no lo consume de la misma manera.
Está la idea de remontar el material y hacerlo para todo el país e internacional, con la plataforma Ticketek. Pero la verdad no hago con entusiasmo ese tipo de proyecto, aunque soy un fanático de las redes en un momento que internet se comió a la televisión. Hoy es más importante ser conocidos en las redes que en la televisión.
-El hecho de no tener un contrato fijo en la tele ¿te da más libertad para trabajar?
-Hoy el tejido cultural está destruido porque al no haber eventos presenciales, el teatro, que son patas fundamentales de mi trabajo, es difícil. Entonces la televisión es una oportunidad, pero ya no existen los programas de humor con elencos fijos. Y todo ese cambio perjudica a todos los humoristas y actores. Hoy trabajamos una cuarta parte de lo que hacíamos antes. Por eso las redes sociales se volvieron un canal fundamental.
-Así como cambio la forma, cambió el consumo y las preferencias de la gente.
-Sí, se dio todo junto. En mi caso me cambió la vida con la llegada de mis hijos, cambió la estructura de trabajo en el mundo del espectáculo en nuestro país. Y en cuanto al rating creo que la gente necesita fórmulas nuevas, porque se aboca más donde tenga una participación con lo que ven y eso se lo dio las redes sociales. Y la televisión eso no lo permite. Antes había una mitología del mundo del espectáculo que hoy no existe. La tele sigue siendo importante, pero lo digital te da la posibilidad del encuentro directo, lógico que hay que llegar a eso y hay que saber cómo usar las redes sociales para generar un interés en el otro.
-¿Te sirven las redes sociales para generar trabajo?
-Sí, pero tenés que ser muy constante. Lo hablaba con Iván Ramírez (humorista que debutó en esta temporada de “ShowMatch”) que es un chico muy joven que la rompe en Tik Tok. Y claro, él tiene 21 años y no entiende otra manera de expresarse. Y yo vengo del palo del teatro y la televisión, pero he tratado de encontrar una manera de llegar por ese canal. Aunque tenés que ser constante y con mi vida se me complica. Incluso tuve repercusión en Tik Tok. Yo busco un contenido variado y que genere interés, aunque hay que ser constante y eso no lo tengo. Y hace unos años Pablo Granado me dijo que me metiera en ese mundo, pero tenés que tener una estructura para generar contenidos y yo no me dedico a eso. Y como todo le tenés que dedicar tiempo y estar a pleno. Igual soy feliz con lo que hago, porque tiene repercusión.
-¿Pensaste en la posibilidad de hacer una experiencia laboral en el exterior?
-Hoy el país no está en las mismas condiciones para que suceda lo mejor, el humor no pesa en nada para muchos productores de televisión y el panorama es desolador, más la crisis con los teatros cerrados, te hace pensar en la posibilidad de irte afuera. Yo estuve en Ecuador, en Paraguay laburando y a veces pensas en volver a salir. Eso es lo que me planteo, buscar otro horizonte.
Paternidad por duplicado
A los 56 años, el actor mendocino disfruta de la paternidad a pleno. Junto a la modelo Catalina Benelli tienen a Cata de dos años y medio y a Fermín de seis meses. La llegada del pequeño volvió a cambiar la rutina de la familia y sus prioridades.
“La intensidad cambió del vínculo y rutina que tenía con Cata desde que nació el gordo. Son dos bebés y todo lo que hice con Catita no lo puedo hacer con Fermín. Además Cata es una máquina, es todo el día algo nuevo. Me cambió la vida, hoy mi trabajo no tiene la misma intensidad e importancia. La vida me corrió de esas prioridades, aunque hice todo lo que quise y logré un montón de cosas que es muy importante. No tengo esa ansiedad que tenía a los 30 años con el trabajo. Y encima con dos bebés que te hacen vivir como si tuviera 30 años no puedo desligarme de eso y tengo que estar con la cabeza a mil”.