La obra “Conejo blanco, conejo rojo” es una pieza teatral que encierra más incógnitas que certezas, porque el juego está dado por el misterio y la premisa que el autor planteó para que fuera montada.
Escrita en 2010 por el iraní Nassim Soleimanpour, la obra fue representada en más de 25 países y hoy sábado se realizará una función especial en distintas ciudades en la que Mendoza será parte de la iniciativa, con una presentación exclusiva para 45 personas en la Enkosala.
Quien asumirá el desafío de subirse al escenario sin saber nada del texto y la historia es Guillermo Troncoso, quien fue convocado por Juan Comotti para hacer uso de sus años de oficio y tomar el riesgo de interpretar a primera vista frente al público el relato. La iniciativa llegó a Comotti a través de la red de festivales que pensaron en la producción de la Enkosala, como un espacio posible para la obra.
Un viaje a través de las palabras
Además de la particular técnica que plantea “Conejo blanco, conejo rojo”, la génesis de cómo fue concebido el texto le otorga mayor valor. Nassim Soleimanpour, su autor, escribió esta obra en 2010, luego de que el gobierno iraní le prohibiera salir de Irán, su país. Ante esta orden, se reveló en forma artística y creó un mecanismo inédito hasta ese momento; una obra nueva, enviada por correo electrónico al exterior, que pudiera ser representada en cualquier parte, pero con la particularidad de que quien recibe el texto debe leerlo por primera vez, en el escenario y delante del público.
La propuesta ya fue representada en 2018, en el teatro Timbre 4, por donde pasaron figuras como Claudio Tolcachir, Daniel Hendler, Julieta Venegas, Verónica Llinás, Marco Antonio Caponi, Oski Guzmán, Julieta Cardinali, Dolores Fonzi, Rafael Ferro, Hernán Casciari, entre otros. Y este verano se estrenó un ciclo de funciones en el Metropolitan, la sala de calle Corrientes con otras figuras del espectáculo.
La idea de unir hoy en red al mundo con el texto fue pensada para visibilizar que se cumple un año con los teatros cerrados. Número récord en la historia de la humanidad.
“Hace un mes me llamó Juan Comotti para proponerme hacer la obra. Cuando me lo comentó a mí me encantó, es un gran desafío, sobre todo porque yo no hago improvisación. Y en este caso me entregan el sobre cerrado frente al público y comienzo a interpretar a primera vista”, comenta Guillermo Troncoso sobre la función que protagonizará esta noche en la Enkosala con entradas agotadas.
Sin mayores datos de lo que se conoce de la obra, Troncoso tiene prohibido indagar sobre el texto y autor, para no romper el halo de misterio que mantiene la propuesta a lo largo del tiempo. Lo mismo sucede con el público, después de la función se le pide que no hagan ningún comentario sobre el espectáculo.
“No tengo idea de lo que se trata. Los productores envían ciertas reglas y no puedo investigar nada sobre la obra, solo lo que ellos me cuentan sobre el autor. Hay ciertos requisitos como darle más énfasis a las palabras escritas en mayúscula, pero nada más. Lo más interesante es porque el dramaturgo hizo esta pieza”.
-¿El vértigo es mayor al no conocer nada de la obra?
-Uno cuando va a actuar siempre tiene vértigo, pero previamente hay mucho ensayo a la hora de estrenar una obra. El vértigo me da porque no sé nada (ríe). Lo interesante es que según lo que plantean es que el dramaturgo se comunica conmigo a través de las palabras, se hace presente de esa manera. En general que dejen una silla vacía en la platea por él. No me piden un vestuario determinado, ni un diseño de iluminación, ni la música, solo ciertos recursos de utilería. Es una experiencia muy fuerte, tanto para mí como para el público, porque no sabe con qué se va a encontrar.
-Un doble riesgo tanto para vos como para el público.
-En el teatro me seduce la confianza del público hacia el actor y la obra. Una persona que va a ver una obra es porque tiene un 50% de confianza de lo que va a ver. El teatro es un acto de fe, tanto para el público que tiene que creer esa historia y aceptar el juego que propone el actor. Pero esto me parece muy divertido.
-Plantea un formato parecido al teatro leído.
-Es algo similar al teatro semi montado, cuando el actor interpreta con el texto en la mano. Y para eso tenés que tener cierto oficio porque en este caso es a primera vista. Pero esto no es algo nuevo, las pruebas que se les hacían a los actores para el radioteatro eran iguales, se les entregaba un texto que no habían leído y que lo interpretaran a primera vista. Yo creo que este texto debe tener de todo un poco, porque sabiendo la historia del autor uno se puede imaginar algo sobre la obra. Lo bueno de la experiencia es que después de la función, uno le tiene que dar una devolución que llega al autor.
A mí lo que me atrapa del teatro es la investigación y el desafío, que nos mantiene a los actores vivos y ver de qué forma podemos conmover al público. Y como desafío creo que es el máximo para mí, porque yo no tengo un entrenamiento de improvisación. Esto es un salto al vacío y no hay red para nada. ¿Será un bodrio o nos divertiremos? Creo que hay algo conmovedor por la historia del dramaturgo.
La Ficha
CONEJO BLANCO, CONEJO ROJO
Autor: Nassim Soleimanpour. Actúa: Guillermo Troncoso. Función: hoy, a las 22. En la Enkosala. Entradas agotadas.