Esta semana comenzó el rodaje del filme nacional “1%”. El drama protagonizado por Gustavo Garzón y Noemí Frenkel es una producción audiovisual dirigida y con guión de Martín Viaggio, que estará rodada en su totalidad en Mendoza.
La Ciudad Capital, Luján de Cuyo y Godoy Cruz son las distintas locaciones que se utilizarán para trazar la historia, que atraviesa el drama de un hombre que tiene cáncer y le quedan muy pocas probabilidades de vida. Sus vínculos familiares, sus temores y conflictos confluyen en el relato escrito por Viaggio.
Unión de productoras para afianzar la industria del cine
La cinta “1%” está producida por Masa Latina de Entre Ríos y la productora local El Generador. Ambas junto con el apoyo del Estado Provincial y Nacional llevan adelante el proyecto, que tiene a Gustavo Garzón como protagonista.
“El nombre de la película se debe a que son las chances que le quedan al protagonista de vivir, porque padece una enfermedad terminal. Y por ese 1% va a luchar hasta el final de la película. Yo conozco y transité un cáncer y sé de qué se trata. De todas maneras disocio lo que es la actuación de lo personal. Y juego a fondo cuando interpreto el personaje. Además cada escena se hace con mucha profundidad”, detalló el reconocido actor que regresó a trabajar a la provincia. Esta vez para protagonizar la cinta que se rodará durante cinco semanas en distintas locaciones de Mendoza.
En este sentido, Garzón destacó el apoyo necesario de la provincia para lograr el proyecto y que el sector audiovisual y artístico pueda trabajar, en plena pandemia. Además de resaltar el nivel de los profesionales de la industria.
“Muy feliz de estar trabajando y agradecido que apoyan la Industria. Sin el apoyo del Estado Provincial y los municipios no podríamos trabajar. Para la cultura fue un baldazo de agua fría, además no recibimos nada de ayuda y es un contexto muy difícil después de nueve meses sin trabajar. En mi caso yo aprendí a trabajar online, que me contuvo tanto económicamente como afectivo, y soy docente entonces eso me sostuvo. Yo tengo un nombre y se me hace un poco más liviano, pero hay muchos artistas que la están pasando mal. Estamos un poco a la deriva porque las ayudas del Estado no están llegando y no alcanzan”.
El film cuenta con la actuación de Marcos Woinski y un elenco de actores mendocinos encabezado por Diego Quiroga, Federico Ortega Oliveras, Elena Schnell, Alejandra Trigueros, Josefina Guevara, Sofía Silva, Facundo Baldor, Miguel Wainkiewicz, Diego Ríos Roig, Carlos Romero y Aukan Alfano.
“Al contar con la producción mendocina decidimos trasladar todo el rodaje de la película a la provincia. Solo tenemos parte del equipo técnico y los actores protagónicos de Buenos Aires, el resto es un equipo mendocino”, detalla el director Martin Viaggio quien ya tuvo la experiencia de trabajar en Mendoza en el filme brasilero “Al oeste del fin del mundo” (2013). Ahora junto al equipo y los actores estarán en Mendoza durante cinco semanas hasta culminar el rodaje de la cinta.
Esta vez, Viaggio tuvo que adaptar el guión a la locación y las necesidades de producción. Lo cual enriqueció la historia que plantea un drama entre la vida y la muerte.
“Tuvimos que adaptar el guión para aprovechar la locación. Eso produjo un beneficio notable al proyecto, porque desde lo visual se enriqueció mucho la película. El guión lo tenía escrito hace mucho tiempo basado en una anécdota que me pidió un amigo. En un momento se iba a hacer en Brasil, después al decidir venir acá lo volvimos a adaptar y comienza a tomar su impronta real cuando le pones la cara de los actores. El guión pasa a ser otro”, cuenta el director y guionista sobre el proceso creativo que se completa en el set de grabación.
Y suma: “Igual es un guión abierto, sino que es una base para que el actor se sienta cómodo y pueda dar su aporte. El texto no está acabado hasta que tengo el feedback de los actores, de hecho esta historia tuvo mucho enriquecimiento a partir de comenzar el trabajo hasta llegar al guión de rodaje final”.
Por su parte resalta las dificultades que tiene trabajar en pandemia en un sector que se vio afectado por completo y que permite múltiples fuentes de trabajo.
“Es muy complejo, los protocolos son muy estrictos, con testeos cada cinco días, distancia social en las locaciones, uso de barbijo, trabajar por anillos, lo que impide que no todos pueden entrar al set. Incluso yo no estoy en el set de filmación, solo están los actores y técnicos, eso cambió mucho la forma de trabajo. Y hubo algunas escenas de contacto físico que tuvimos que transcribir porque preferimos evitar el contacto. Otro impedimento es que no podemos filmar escenas en la calle, porque están todos con barbijos y eso no se puede mostrar. Entonces tenemos que tapar ese fondo en el rodaje final. Pero al margen de todos los cuidados, el cine genera muchas fuentes de trabajo y no quisimos dejar de hacerlo por la pandemia”.