La competencia continúa, algunos siguen en pie, otros luchando por volver a las cocinas más importantes de la televisión gastronómica. Desafíos, presión, mucha dedicación y compromiso, los principales ingredientes de esta receta que nos conquista desde hace casi dos meses y hoy es el programa más visto de la TV argentina.
Con muchas ganas de volver e incertidumbre por la prueba que esta noche los espera, Iliana Calabró, Rocío Marengo, el Mono de Kapanga, Roberto Moldavsky e Ignacio Sureda pelearán por su retorno a las cocinas de MasterChef.
“Esta vuelta fue muy relajada, todos lo planteamos así. Un grupo que compartía esta vuelta a MasterChef y que se quedó con ganas desde el momento en que cada uno partió, pensando que teníamos más para dar. Ahora estamos afuera, todos nos sentimos así desde el primer día, con un pie fuera. Vamos a disfrutar, acompañarnos y ayudarnos, al menos ese fue el espíritu que tenía el equipo hasta que yo me fui, muy colaborador, muy de ayudar a los compañeros”, cuenta Iliana en conversación con Los Andes.
Siendo la primera en subir al balcón el lunes pasado, la actriz espera ansiosa esta noche para demostrar que merece volver a la competencia, aunque adoptó una postura que lejos de meterse en el “juego” y buscar sacar a los demás, intentará valerse por sus propios medios.
“Lo que si no me veo con esa competencia, con eso de dejar al otro afuera, algo que lo perjudique, eso de las fichas no me gusta, no soy jugadora, no me gusta jugar. No tengo un espíritu competitivo, sino más bien grupal, me gusta el trabajo en equipo y sé que sirvo para eso, me adapto a los otros y me parece interesante compartir, conocer más al otro en lo bueno y malo que tiene.”
Y la realidad es que lo que comenzó con un espíritu dócil y tranquilo, se convirtió en una verdadera competencia donde cada participante empezó a jugar sus cartas y buscar su lugar en la final.
“Cuando yo me fui se empezaron a armar subgrupos, competencia, eso de ‘esto es un juego, hay que jugar’, y si yo fui es porque me gusta cocinar, pero la cocina no es un juego. Me quieren hacer jugar con algo como si fuera mi carrera, y la verdad que no. Yo que lo veo como el certamen de cocina más importante que hay en el mundo y me tengo que preparar a estas alturas, si no alcanzo puede pasar, porque no todos somos cocineros, no todos tenemos el mismo desafío, son distintas recetas y no es que todos cocinamos lo mismo a ver a quién le sale más rico y ya desde ahí no estamos en igualdad de condiciones”, expresa Iliana.
Esta noche a las 22, los jurados definirán quienes merecen volver al ruedo y demostrar su habilidades culinarias en las cocinas de esta competencia mundial. Respecto a esto, le preguntamos a Iliana a quién considera más cercano a dar sus próximos pasos en MasterChef Celebrities.
“Una es mi expresión de deseo, a mí me gustaría que nos quedáramos las chicas. Son las dos mujeres con las que más compartí y con quienes tengo más intimidad dentro del certamen como Patricia Sosa que compartimos mucho ya en distintos momentos y me encanto volver a reencontrarla acá, y también con Rocío porque en esta nos conocimos más, otro momento de la vida nos agarra, por eso me gustaría que pasáramos las tres chicas, empatía de género.”
Aunque los dos participantes masculinos no se quedan atrás. Esta semana, Moldavsky y Sureda sorprendieron subiendo su nivel a la hora de cocinar y lograr alcanzar un lugar en el balcón. Por su parte, el Mono dio fe de que merece una nueva oportunidad de demostrar que sus habilidades están a la altura.
Una clave en su vida: el tiempo
En medio de una receta fue que pudimos conversar con Iliana y compartir con ella una de sus tantas pasiones. Aseguró que es algo que ama hacer aunque a veces no tenga el tiempo suficiente para dedicarle.
“Soy muy dulcera y toda mi familia, así que me gustan las pastas, las pizzas y los postres. La comida que uno hace en casa para mi no engorda, la comida comprada que pierde la frescura o que se utilizan otros elementos, no solo pierde sabor sino también nutrientes. Desde comprar en la verdulería hasta lo último es importante, en épocas de pandemia se puede hacer y mientras puedo lo hago”, asegura.
Sabemos que es una experta en comida italiana, algo heredado de sus padres y que con mucho orgullo ha dado a conocer durante la competencia, aunque poco pudo lucirse en esos platos.
“Los retos son los que te pueden jugar a favor o en contra, yo nunca tuve la oportunidad de hacer lo que se hacer, siempre le tocaron a los otros. No hice fideos, no hice pastas salvo unos canelones, no puede amasar y ese es mi fuerte, soy buena en las masas. No tuve suerte pero más allá, es el azar lo que te deja o te saca, puede pasar en el apuro que te confundiste de ingredientes y se te destruyó lo que estabas haciendo. No es como en tu casa que estás tranquilo, concentrado, no hay mucho margen. Todo tiene que ver con el grado de concentración que tiene el que está cocinando, no pidas que se abstraiga y comparta con el otro.”
-¿Te incomoda la idea de que se establezca cierto tiempo?
-Sí porque a mí no me entra en la cabeza que te den 40 minutos o 15 minutos, y me gusta las cosas que tengan buena presentación porque la comida entra por los ojos y con el tiempo nunca alcanza. No hay tiempo, entiendo que hay veces que toca alguna que otra prueba que podes lucirte, cuando a Boy le tocó pescado se lucía, cuando me tocó comida italiana creo que también, pero hay otras en las que lamentablemente no podés.
-Cuesta adaptarse a la dinámica...
-Lo que éramos más grandes teníamos más mañas para cocinar, los tiempos, los cortes, y no es que lo hagas mal sino que a cada uno le gusta de una manera. Boy dibujaba el plato y nosotros pensábamos que perdía el tiempo pero le aseguraba una buena presentación, cada loco con su tema, otros tenemos obsesión por la limpieza, yo terminaba de cocinar y no podía creer el enchastre que dejé.
-Dijiste que sos muy buena con los postres, ¿Cuál no falta en tu heladera?
-Siempre tengo un tiramisú en el freezer, y ahora en mi paso por MasterChef si me quedaba alguno por transitar ya lo hice. Este recorrido por las cosas no tradicionales. Todo lo dulce lo sé hacer. Hasta que me salieron mal los profiteroles, pero todo lo que es cocina requiere su tiempo, con reloj la verdad que no porque me gustan que las cosas queden prolijas con la combinación, los tiempos, la espera de las masas, necesitan reposo, y por más de que te digan que en el restaurante lo hacen, allá van a las seis de la tarde y tienen todo preparado para que después mezclas y cocinas. Todo requiere de dedicación y tiempo.
-¿Disfrutás mucho de la cocina?
-A mí me encanta cocinar y lo había dejado porque me faltaba tiempo, a veces venía mi hijo y hacía platos rápidos, me gusta dedicar el tiempo necesario para que se luzca.
La partida de Iliana, una de las más inesperadas
Una de las salidas menos esperadas y que sorprendió a los espectadores del programa fue la suya. Con una emotiva despedida, fue la quinta eliminada del certamen y ahora esperamos sea una de las reincorporadas.
Aunque algo que estuvo en boca de todos fue el momento que tuvo con Donato De Santis cuando tuvo que cocinar pato y no recibió la ayuda que esperaba. Es conocida su amistad y ambos insisten en que puede ser que haya jugado en contra ese factor.
“Nunca mandé un mensaje en el tiempo que estuvimos compartiendo porque somos muy a la antigua, jamás le pediría una ayuda pero también te juega en contra porque pones más distancia que con cualquier otro. Ojo, eso me tocó de casualidad, fue inventado para cualquiera que le tocase y me tocó a mí en este caso”, comenta respecto a este encuentro que tuvo con el chef.
“Mi enojo ni siquiera fue personal sino algo que fue más allá como estar de acuerdo o no. De todas maneras, siento que fueron generosos conmigo, cuando les gustaba lo que hacía no tuvieron reparo en decir que les gustaba y me hicieron sentir muy bien, me súper emocionaron sabiendo de quienes viene, uno lo toma con esa carga de quien te lo dice. Así como no se van en elogios, cuando te toca es un mimo al corazón, pongo mucho de amor y corazón en cada plato.”
-Tu despedida fue muy emotiva, hablaste de cómo el programa resultó ser una familia en esta cuarentena...
-Fue un año como calculo para todos, muy atípico. Yo soy una persona muy sociable, de trabajar mucho y ya sabes que me encanta irme de gira por el país, lo venía haciendo durante todo el año. Así que quedarme en mi casa sola, eran un montón de cosas.
Por un lado, tenía a mi mamá que se cayó y estuvo muy cerca hasta su recuperación, y después viene esto y me permite reencontrarme con el público, con la gente, esa es la alegría que teníamos todos, reencontrarnos con gente más allá de los protocolos, eso me hizo muy bien. Para alguien que es un ser sociable y social, esto me hizo super bien porque ya veía que me estaba trayendo algunas secuelas. Entras en un círculo de pánico, te lavas todo, la bolsa, el alcohol, después de eso vino el programa y fue lindo, fue reencontrarme con lo que me gusta hacer, mi otra pasión que es la cocina más allá de la actuación y entretener a la gente.
- ¿Planeás hacer temporada de verano ahora que se habla de la apertura de la presencialidad?
- Hay ofertas, hubo ofertas en Mar del Plata pero creo que siempre estoy más cerca de Carlos Paz, ahí hubo dos propuestas muy interesantes, obviamente son comedias, una más dramática y la otra de enredos y familiar, así que quizás voy por ahí. También hay planes para televisión, así que ojalá se concrete algo para capitalizar este año hermoso que he tenido, llegando a las familias y en esta ampliación que nos permite en tiempos tan complicados donde la gente pasó mucho tiempo encerrada y quiere de alguna forma recuperar el compartir un espectáculo, una salida o unas vacaciones.
-Y hoy sabremos si volver al certamen...
-Veremos que pasa, si esto se sigue postergando tendré que elegir entre una cosa y la otra. Lo importante es que sé que Dios va a hacer lo necesario para el bien mío, uno hace las cosas bien y se merece tener sus lindos momentos, y los tuve.