Un niño curioso. Dueño de una curiosidad casi infantil, pero con la sabiduría y madurez de un hombre que hizo de su pasión su profesión, Javier Cusimano es un cazador de historias.
Y con esa avidez por descubrir lo oculto de la cotidianeidad, Javier se divierte, y su último libro, Historias Clasificadas, nació un poco así. Mezcla de juego y experimento, Cusimano publicó un aviso clasificado en Diario Los Andes pidiendo historias.
Con un montón de material, Javier se dispuso a escribir. Las historias vieron la luz primero en un diario local y después, con tiempo, fueron tomando forma de libro. Y son un montón. Con las que llegaron de ese anuncio más algunas que ya tenía, Javier se encontró con un tesoro en sus manos.
La celestina que vincula a solos y solas de más de 50 años, la extraña pirámide de Dorrego, la maldición de la momia del Aconcagua, el cóndor con alas de paloma y sin cabeza, el custodio del tango en una esquina de Ciudad, la familia que hace rock en quechua y el crimen “ferpecto” que sacudió el sur, son algunas de las historias que hacen de este libro un material de lectura ideal para cualquiera.
Una más atrapante que la otra, Javier las va contando con una pasión y un amor indisimulable. Una de ellas lo pinta de cuerpo entero. La casa con forma de pirámide atrajo su atención en uno de los tantos viajes en colectivo por las calles de Dorrego. Cualquier otra persona se hubiese quedado maravillado con esa obra y listo, quedaba en un dato de color que se cuenta en una sobremesa, pero él no. Javier cuenta que un día se bajó, fue y entrevistó a su dueño. Allí había una historia y él lo sabía. No podía dejarla pasar.
Otra de las historias que lo enorgullecen es la de los quintillizos Cuaranda. Javier ostenta el honor de ser la segunda persona en entrevistarlos, después de su aparición en el programa de Susana Giménez.
A Javier lo mueve la búsqueda por conocer lo que hay detrás de las personas. “Me siento realizado contando historias” confiesa el escritor. Para él, estos relatos van dejando registro de una época. “Son el paso previo a la historia académica”. Es eso que se cuenta una noche entre amigos y que se acompaña con un vino, ya entrada la madrugada.
¿Toda persona tiene una historia? Sí. Javier es un convencido de eso. Hoy está más volcado a la literatura, pero, según él, un periodista vive de la conversación, de charlar con uno y con otro. “Así vas descubriendo la sabiduría de la vida”, sentencia el periodista y escritor.
“Ver el mundo, afrontar peligros, traspasar muros, acercarse a los demás, encontrarse y sentir. Ese es el propósito de la vida”. Esta es la frase que abre el libro. Parece que la escribió él, pero viene de una película genial, “La increíble vida de Walter Mitty”.
Con ese lema, Javier Cusimano va por la vida. Es casi un mantra que guía su trabajo. “Uno sale a la calle, habla con alguien y ahí hay una historia. Las historias están” explica el autor. Pero no todo el mundo tiene esa capacidad de salir, escuchar y descubrir. La vorágine de la vida nos lleva a ignorar caras, voces y miradas, a pasar de largo ante los detalles que, si miramos bien, encierran relatos fascinantes. Javier tiene ese don y este libro es prueba de eso.
Historias clasificadas es un manifiesto contra el encierro. Un vicio del periodismo que desde ese encierro corre una frenética e invisible carrera para ganar clics y lecturas. Las historias llegan cuando uno está atento, cuando sale y camina la calle.
No es el primer libro de Javier Cusimano, pero sí el primero que él mismo edita desde su nuevo espacio “Literanautas”. En esta plataforma reúne propuestas de escritura y lectura grupal y explora un camino nuevo, el de la edición de libros. Recibió el apoyo financiero de Godoy Cruz y como se trata de un trabajo de autogestión, el autor lo está distribuyendo personalmente.
La presentación oficial de Historias Clasificadas es el 26 de junio en la Casa de la Memoria y la Cultura de Godoy Cruz a las 20 hs. Es un re plan para conocer a Javier y acercarse a este mundo fascinante de historias. Para adquirir un ejemplar del libro hay que comunicarse con el autor a su mail y a su cuenta de Instagram: Cusimano.javier@gmail.com y @javier_cusimano