Si hay que describir este trabajo de Farré en una palabra diría que es enérgico. Acompañado de unos toques electrónicos, el músico experimenta una nueva faceta en su carrera musical dando lugar a experimentar.
Combinando su estilo rockero clásico, esta vez vemos una nueva versión de él combinando su costado electrónico. Jugando un poco con las consolas y sus melodías, este disco muestra una nueva faceta del artista que viene construyendo su carrera hace una década.
Lo que en principio comenzó como un disco de rock clásico con instrumentos básicos de este estilo, se convirtió en una resignificación de su composición, jugando con sonidos electrónicos.
“Cuando el disco estaba casi terminado quise meter la música en esta máquina de cuestionamiento, lo que hice fue borré casi medio disco, guitarras, pianos e ir a buscar gente que me cope cómo usa los sintetizadores. Ir y pedirle que lo que borre lo reemplace por sonidos nuevos. Nos pasamos horas porque es un trabajo muy minucioso”, cuenta Juan en conversación con Los Andes.
En una búsqueda de darle sentido a esta segunda foto como plantea y plasmar todas las ideas que rondaban en su cabeza, le dio este toque a su disco que lo hizo tener su propia esencia frente a sus antiguos trabajos.
Con la participación de Leo Costa en los sintetizadores, Lautaro Camacho en bajo eléctrico y coros, Mariano López Díaz en guitarra eléctrica, Darío Larrondo en bajo, teclados y sintes, además de ser quien realizó la mezcla y la masterización y Romina Rojkes Tellarini en coros, Juan le dio vida a este nuevo proyecto que comenzó su trayectoria en 2019 cuando lanzó cuatro de los sencillos que lo componen.
Además, cuenta con la participación de Lula Beroldi de Eruca Sativa en el tema “Mentes”, con quien cuenta el músico que tenía muchas ganas de llevar adelante un proyecto hace tiempo.
“Yo forme parte de un colectivo de solistas de Mendoza que estamos viviendo acá y ahí la conocí. No éramos amigos ni nada, pero cuando estaba grabando esta canción se me vino a la cabeza que estaría re bueno invitarla a ella, aunque me parecía lejano.”
Pero obviamente y como sabemos, el final fue satisfactorio: “Le escribí y se acordó ahí nomás, me pidió la canción y se copó. La grabo en su casa, después le pedí si podía filmarse de caradura y ella accedió.”
El mismo día del lanzamiento del disco, se dieron a conocer también tres temas, que contaron con la participación de Ignacia Etcheverry y Maca Mona Mu en la canción “Inosinte”, Juanito el cantor y Delfín en la canción “El primer mono que le puso precio a una banana”, Lucio Mantel y Luciana Mochi en la canción “Desirala”.
Lejos de tirarse abajo con su trabajo debido a la pandemia que nos atraviesa como sociedad, Juan buscó la forma de reinventarse y aun así salió adelante con su disco. Esta “Segunda foto al mundo”, más allá de su nueva versión, tiene un entramado más profundo detrás.
“Desde que pensé en el disco tuve en claro que quería que se llamara así porque estaba con la idea de que si alguno en algún momento de su vida le saca una foto al mundo: las relaciones amorosas, lo social, lo político, todo; empieza a meterlo en el mapa que uno arma. Yo quería incitarme a sacarme y sacarle al mundo una foto. Bajo esa idea compuse canciones que hablen de esas cosas: las ideas que siempre tuve y meterlas a la máquina del cuestionamiento.”
Así es que por ejemplo, su tema “El primer mono que le puso premio a una banana” es casi un intento de explicar ¿si venimos de los monos, quién fue el primero que agarró y le puso precio a una banana?, haciendo referencia al mundo capitalista en el cual vivimos y cómo llegamos a ser lo que hoy el mundo se ha convertido.
“Esto fue personal en primera instancia, fui yo tratando de lavarme la cara y la mente. Empezó por ahí y termino pasando que lo personal se iba haciendo un poco público”, expresa.