A los 18 años se fue a estudiar a la Universidad del Cine y recorriendo las calles de San Telmo profundizó su dominio de la fotografía, un campo dentro de la realización audiovisual en en el que ahora, apenas especializándose, aspira a un premio internacional. “Como no conocía mucha gente, iba a sacar fotos por la ciudad. Eso me ayudó a adaptarme”, nos cuenta Julián Bustelo Drovandi sobre esos años, que no fueron hace mucho, pues hoy tiene 22.
Todavía no se recibe en esa escuela y Bustelo, con un equipo de compañeros, ya entraron en las grandes ligas. El corto “Muralla China”, dirigido por Santiago Barzi, en el que el mendocino oficia de director de fotografía y asistente de dirección, quedó este año en la Cinéfondation del Festival de Cannes, una sección del certamen que reúne por lo general a los trabajos de las escuelas de cine de todo el mundo. Es decir, un lugar en donde se cazan talentos.
“Nos enteramos que son 17 los proyectos de estudiantes de cine de todo el mundo que quedaron seleccionados, y nosotros somos este año los únicos latinoamericanos. Y creo que también somos los más jóvenes”, nos cuenta Bustelo sobre esa sección, cuyos jurados en general son presididos por cineastas que harían palidecer de nervios a cualquier cinéfilo (por ahí pasaron Martin Scorsese o Abbas Kiarostami, por ejemplo).
El joven realizador explica: "El ganador se garantiza, además de un premio monetario, que el estreno de su próximo largometraje, u opera prima, se realice en Cannes. La desgracia de todo esto es que no pudimos ir, pues el festival no se hizo. Es la segunda vez que se cancela en su historia. La primera vez fue en la versión inaugural, creo que en el 39', que se pasó para después de la II Guerra Mundial. Estuvimos en contacto con el festival y nos dijeron que todavía no se sabe qué se va a hacer, pero ya publicaron la grilla de seleccionados".
Este año, el festival le ha dado el Cannes Label (el sellito con la palma) a las producciones que fueron elegidas, lo que les infunde mayor prestigio a la hora de seguir presentándose en festivales. "Estamos en contacto con otros festivales y esperamos tener otra premiere física. Cannes también nos dijo que para la Competencia Oficial de Cortometrajes y para la Cinéfondation va a hacer proyecciones físicas en el gran palacio del festival en el otoño francés", anticipa Bustelo.
“Muralla China” es un corto sobre la vejez, la muerte, la enfermedad y sobre el tiempo. Un hombre le dice a un chico, presumiblemente su ahijado, que le quedan diez años de vida, lo que sirve como puntapié para tratar esos temas en pocos minutos, pero con hondura filosófica y estética.
Es un proyecto que Barzi y Bustelo vienen trabajando desde hace dos años y que contó con el apoyo de la Universidad del Cine. Ambos suelen trabajar juntos los aspectos más estéticos de sus proyectos, como los encuadres, porque recordemos que están en plena formación.
Desde ya, Bustelo se reconoce como un apasionado del cine en todas sus expresiones: desde Hitchcock, pasando por la nouvelle vague, hasta autores contemporáneos como Paweł Pawlikowski y el mendocino Alejandro Fadel. Aunque recién está entrando en este mundo, anticipa que su aspiración siempre fue, y seguirá siendo, la dirección, para poder contar sus propias historias.
Tiene ideas de cortos en el tintero, como así también para un largometraje. Pero ante todo quiere darse tiempo y seguir creciendo en la profesión: “Rescato de esto que la dirección de fotografía es un muy buen acercamiento al cine. Está bueno ir variando e ir encontrando el camino. Me encanta poder hacerlo paralelamente, y tampoco tendría problema en dedicarme a eso. Para mí son dos aristas que me gustaría ir desarrollando en paralelo”, dice respecto a la dirección y a la dirección de fotografía. El tiempo dirá hacia donde irá. Por el tiempo, la brújula apunta a la Costa Azul.