La Met Gala es desde 1948 el evento que celebra la moda en todo su esplendor. Con el correr de los años se convirtió en un evento benéfico que reúne a las principales figuras del espectáculo. El evento tiene una particularidad: el “dress code”. Todos los años se designa un tema que los invitados cumplen, en su mayoría, con vestidos que son una locura. Este año Kim Kardashian llegó con una verdadera perla.
Este año, el dress code de la Met Gala 2022 fueron los años de la moda de New York. Bajo la consigna “In America: An Anthology of Fashion”, los famosos llegaron a la alfombra roja con lo mejor de lo mejor.
Kim Kardashian fue, sin lugar a dudas, la que se robó las miradas de la noche. La empresaria vistió un vestido de Marilyn Monroe. No un vestido que emulaba a la rubia actriz, sino el mismísimo vestido que Marilyn uso cuando le cantó el feliz cumpleaños al presidente Kennedy.
La anécdota se cuenta sola. La voz sexy de Monroe entonando el feliz cumpleaños frente a los invitados es casi un patrimonio de la humanidad. Eso pasó un 19 de mayo de 1962
El vestido es propiedad del Museo Ripley’s que pagó casi 5 millones de dólares para tenerlo. Esta pieza es el vestido más caro que se ha vendido en una subasta.
Y caro fue el precio que tuvo que pagar Kim para usarlo en la Met Gala. Cuando se lo probó, el vestido no le quedaba y arreglarlo no era una opción. La empresaria solo tuvo un camino, adelgazar.
La empresaria confesó haber bajado 7 kilos en 3 semanas y en una nota a la revista Vogue contó cómo era su rutina: “Me ponía un traje de sauna dos veces al día, corría en la cinta, me quité por completo el azúcar y los carbohidratos y solo comía verduras y proteínas sanas”.
¿Valía la pena? ¿Está bueno como ejemplo para los millones de seguidores de Kim Kardashian que batallan con las luchas de sus propios cuerpos? Es polémico. Lo cierto es que la Kardashian volvió a hacerlo y su paso por la alfombra roja es algo de lo que se va a hablar por mucho tiempo.