Muchas veces uno ve la superficie de lo que es la vida de las celebridades, aunque ver la punta del iceberg es uno de los errores más frecuentes que existen en la raza humana.
Así lo demuestra el actor de Los Juegos del Hambre o Venom: Carnage Liberado. Woody Harrelson entendió que su sueño era ser actor de la manera menos pensada posible.
Expulsado del jardín por conflictivo, expulsado de primer grado por robar un bolso y rodeado de cárceles y crímenes con un padre que se dedicaba a ser asesino a sueldo. No había forma de que no pensara en el mal, excepto cuando comenzaba a hacer sus imitaciones.
Nació el 23 de junio de 1961. Su madre Diane Oswald era secretaria, una mujer religiosa de la iglesia que leía textos bíblicos a sus hijos.
Todo lo contrario a su esposo, Charles. Apostador profesional, cocainómano y asesino a sueldo, se perdió casi toda la niñez de su hijo por estar encarcelado. Dos cadenas perpetuas le destinaron a su padre, mientras que Woody creció sin figura paterna y con mucho enojo reprimido.
Fue diagnosticado con dislexia e hiperactividad, luego de ser expulsado del jardín de infantes por mal comportamiento y de primer grado por haber robado un bolso. Su mamá lo anotó en Briarwood, una institución para chicos con dificultades de aprendizaje.
“La idea era educar y simultáneamente dar amor al niño, lo cual suena raro, pero funcionó. Hacía algo incorrecto o violento, y me trataban con amor”, recordaría el actor, haciendo énfasis en que anteriormente era golpeado o maltratado frente a un acto incorrecto.
La figura de su padre siempre se mostró ausente, por lo que tuvo que valerse de sí mismo. Trabajo de diversas cosas, incluida la carpintería. Después de la secundaria se anotó en la Universidad de Hannover, donde obtuvo una licenciatura en inglés y en Artes Escénicas.
El comienzo de su carrera
Sin demasiada suerte, estaba a punto de darse por vencido cuando le llegó una increíble oportunidad: ser actor suplente en Blues de Biloxi, una película de Neil Simon.
Ese mismo año le llegó la oportunidad de ser parte de Cheers en el papel de Woody Boyd, un cordial y gracioso camarero. Ganó un Emmy y fue nominado cuatro veces más.
En el amor, Woody vivía con intensidad. Cómo el mismo contó, era un “mujeriego en serie” que se acostaba con tres mujeres al día y pasaba su tiempo “teniendo tanto sexo como podía”, y que se sentía “atrapado en una relación después de tres horas”.
Se definía como un “soltero militante” al que le resultaba difícil mantener relaciones sostenidas. Entre sus romances estuvo con Carol Kane, Ally Sheedy, Moon Zappa, Penelope Ann Miller, Brooke Shields y Glenn Close.
Para ese entonces, Woody fue arrestado en dos ocasiones, siempre con violencia de por medio. En 1983 fue detenido en Ohio cuando se le ocurrió ponerse a bailar en medio de la calle e interrumpir el tráfico. Cuando la policía se acercó, el actor terminó pegándole una piña a uno de los agentes.
Tres años después fue detenido, pero por una razón altruista: formó parte de un grupo de manifestantes que escaló el puente Golden Gate de San Francisco para exigir la protección de un bosque de secuoyas canadienses en California.
Su salto a Hollywood
Estuvo ocho años en Cheers, hasta que llegó el papel que comenzó a llevarlo a la cima. El primero lo consiguió en 1991 con Doctor Hollywood, pero entró definitivamente a las ligas mayores con Una propuesta indecente, junto a Robert Redford y Demi Moore.
Siguió una seguidilla de buenas películas. Filmó Asesinos por naturaleza con Oliver Stone y se hizo compinche de Juliete Lewis, que asegura que hasta el día de hoy son “como camaradas que hicieron juntos la instrucción militar”. En 1996 protagonizó El escándalo de Larry Flynt, por el que obtuvo una candidatura al Oscar.
Siguió con la película Bienvenido a Sarajevo. Mientras filmaba en Bosnia, un grupo de paramilitares intentó atacarlo, pero cuando lo reconocieron terminaron tomando una cerveza.
Fue parte de La delgada línea roja. Son legendarias sus bromas con Sean Penn en el set. Woody llenó de chicles masticados el casco que debía usar el ex de Madonna y luego le arrojó una serpiente “vivita y coleando” en el tráiler.
Otra de las anécdotas relata cuando Penn repartió 2500 folletos entre los lugareños convocando al “Día de Woody Harrelson”, asegurando que el actor firmaría autógrafos a solo $10 dólares cada uno.
El actor llamó a la radio local para difundir el supuesto evento, así puso a Harrelson en la encrucijada de asistir y perder toda una tarde firmando autógrafos entre fanáticos o no asistir y decepcionarlos. Claro que asistió, aunque no cobró por los autógrafos.
Desde el 97 hasta el 2002 aproximadamente tuvo un periodo de receso. “Simplemente tuve a mi hija, y solo quería pasar tiempo con ella, y luego tuve otra. Fue uno de los mejores períodos de mi vida. Y cuando decidí que quería volver a trabajar de nuevo ¡descubrí que a nadie le importaba que me hubiera ido! Pensé que iba a ser como ‘¡Bienvenido de nuevo!’, con los brazos abiertos, y más bien fue como: ‘No nos habíamos dado cuenta de que te habías ido’”.
Regresó al ruedo en el 2006 con A praire home companion y Una mirada en la oscuridad. Siguió con Sin lugar para los débiles de los hermanos Coen, Zombieland, y mostrando una versatilidad única también fue parte de Los juegos del hambre, Solo: A Star Wars Story y Midway.
En 2014 fue parte de la serie True detective y en 2018 fue de nuevo candidato al Oscar por su papel en Tres anuncios.
Entre set y set protagonizó uno de los momentos más bizarros de su vida: para hacerle un favor a un amigo compartió una cena con Donald Trump. “Estoy en una mesa con cuatro personas, cada persona tiene derecho al 25 % de la conversación, ¿verdad? Yo diría que Melania recibió alrededor del 0,1 %, yo, alrededor del 1 %, el gobernador, Jesse, obtuvo alrededor del 3 %, y Trump tomó el resto”, contó en la revista Esquire.
Lo que sigue es desopilante. “La conversación se puso tan mala que tuve que salir para fumar un porro antes de volver al monopolio del monólogo. Vengo de Hollywood, así que he visto narcisistas. Pero este hombre está más allá”.
Un diferente estilo de vida
El actor ha contado tener una rara decisión frente a la comida: es crudívoro, es decir, solo come alimentos crudos y no animales. “Todo empezó cuando tenía unos 24 años, por pura casualidad: tenía un montón de acné y conocí a una chica que me dijo que dejara los productos lácteos y todos los síntomas se irían tres días después. ¡Estaba en lo cierto!”.
Reconocido ecologista, no usa ropa hecha con materiales sintéticos ni lavada con productos de limpieza normales y viaja en un auto propulsado por biodiésel. Durante un año fue dueño de un bar de oxígeno en California llamado O2 y armó un autobús sostenible con suelos de corcho y cubierto de paneles solares al que llamó La nave nodriza. Pacifista, intervino en distintas charlas en contra de la invasión de Iraq de 2003.
En 2008 se casó con Laura Louie, su pareja durante 20 años. Laura era su asistente y cofundadora de un servicio de distribución de comida orgánica. Son padres de Denni, Zoe y Makani, a las que llama “la diosa triología”.
Conocido defensor del cannabis con fines medicinales, el 1 de junio de 1996 fue arrestado en Kentucky tras plantar de forma simbólica cuatro semillas de cáñamo en un acto cuya intención era mostrar cómo la ley no distingue entre el cáñamo industrial y la marihuana. Residente en Hawaii, hace poco tramitó un permiso para ser uno de los 16 locales autorizados a vender cannabis.
“Uno tiene que creer en sí mismo y en lo que hace. En este negocio muchos desean ser famosos, pero para lograrlo hay que enganchar a la gente con buenas historias. Si no se logra a la primera, hay que perseverar. Todos acabamos encontrando nuestro lugar”.