“La guerra de Malvinas es una herida abierta, una llaga que todavía supura en el cuerpo del país. Duele, incomoda, se mira de costado, reaparece en las noches de insomnio o estalla en medio de una pesadilla”, escribe Sergio Olguín.
Esta dolorosa comparación abre el prólogo que escribió para el libro “La guerra menos pensada. Relatos y memorias de Malvinas” (Alfaguara, 2022), que llegó a las librerías en estos días. Forma parte de una corriente que busca entender ese conflicto bélico a 40 años de ocurrido.
Pero este libro, compilado por Victoria Torres y Miguel Dalmaroni, tiene características inéditas, pues une 17 voces, cruzadas por distintos géneros literarios, distintos estilos y distintas generaciones, para evocar el trauma que comenzó el 2 de abril de 1982. Ellos son Luis Gusmán, Marcelo Figueras, Ariana Harwicz, Perla Suez, Jorge Consiglio, Hernán Ronsino, Clara Obligado, Edgardo Scott, María Sonia Cristoff, Gloria Peirano, Roque Larraquy, Carla Maliandi, Raquel Robles, Mariano Quirós, Mauro Libertella, Mónica Yemayel y María Teresa Andruetto.
Los textos son muy diferentes entre sí: encontraremos memorias, crónicas, ficciones y autobiografías sobre el tema, pero con la particularidad de que ninguno de los autores había escrito antes acerca de Malvinas.
¿Algún antecedente de este libro? Al menos uno, muy claro: “Golpes: relatos y memorias de la dictadura” (Seix Barral, 2016), que compilaron también Torres y Dalmaroni cuando fueron los 40 años del golpe. Esos 24 textos conforman un libro que hoy, Dalmaroni hablando con nosotros, no duda en calificar de “hermano”. Pero claro, hay distancias y diferencias entre ambos.
-¿Cómo fue el proceso de compilación de este libro junto a Victoria Torres?
- En 2016, para el cuadragésimo aniversario del golpe genocida, habíamos compilado con Victoria el libro “Golpes. Relatos y memorias de la dictadura”, que reunía 24 textos inéditos, es decir especialmente encargados para el libro. De modo que desde aquel entonces ya pensábamos en hacer algo similar para el 40° aniversario de la guerra. Esta vez invitamos a escritores que nunca hubiesen escrito literatura sobre Malvinas. Por eso no es una antología, sino una compilación de nueva literatura sobre el tema.
- Muy interesante, porque el grupo de autores abarcan distintos géneros literarios, pero también distintas edades. ¿Cómo analizás que se aproximan a este hecho las distintas generaciones literarias?
- Es posible que en los textos de los más jóvenes, que eran niños en 1982, se atisben extrañamientos diferentes al escribir sobre esa guerra que en los relatos de quienes eran adultos aquel 2 de abril. Por supuesto, un escritor septuagenario, por decir, bien puede inventar la voz de un niño para narrar, pero el hecho es que con Victoria nos propusimos incluir a firmas de generaciones diferentes, y esa decisión no es ajena al hecho de que en el libro haya voces y miradas infantiles, narradoras adolescentes… Creemos (y deseamos) que es un libro que las y los profes de literatura van a usar en la escuela, por ese y otros motivos, claro.
-Desde casi el primer día de guerra que los escritores argentinos se sintieron con la necesidad de escribir sobre Malvinas. El caso de Fogwill en “Los pichiciegos” es quizás emblemático. ¿Qué nuevos horizontes crees que puede abrir la literatura para la comprensión de este conflicto?
- Libros sobre Malvinas hay muchos, pero no es tanta la ficción argentina que haya tomado el tema. Por eso “inventamos” un libro que agrega literatura sobre la guerra a la que ya estaba escrita, y autores que no habían tocado el tema hasta ahora pero aceptaron nuestro convite.
- “El origen de la literatura argentina está marcado por la violencia, especialmente la política”, escribe Olguín en el prólogo. ¿Qué pensás de eso?
- En el prólogo Sergio retoma esa idea, claro, que solemos atribuir a David Viñas, cuando advirtió que la literatura argentina comienza con una violación sanguinaria por motivos políticos, en “El matadero” de Echeverría. Es una idea tan inevitable y certera como polémica. Pero es innegable que la literatura argentina surge entreverada con las guerras de la independencia y las luchas políticas del siglo XIX, esas que en los manuales escolares eran mentadas como “luchas intestinas”. La guerra de 1982 contra Inglaterra y sus aliados de la OTAN, que además la Argentina perdió, tiene, por supuesto, un tenor muy diferente, es un conflicto vigente y sigue provocando sentires muy incómodos. Creemos que el libro da cuenta de eso, como suele hacerlo la literatura.
Los compiladores
Victoria Torres: Estudió Letras en la Universidad Nacional de La Plata. Actualmente es docente titular en la Universidad de Colonia, Alemania. Entre sus temas de investigación, las representaciones literarias de las guerras, en especial la guerra de Malvinas, ocupan un lugar principal. Autora de numerosos artículos sobre el tema, es coeditora de una antología de cuentos de Rodolfo Walsh traducidos al alemán, de “Golpes. Relatos y memorias de la dictadura” junto con Miguel Dalmaroni y de “Estilo libre”, una colección de cuentos para jóvenes de escritores argentinos.
Miguel Dalmaroni: Es ensayista y crítico literario. Enseña Teoría Literaria en la Universidad Nacional de La Plata y en varios posgrados de otras instituciones. Es investigador principal del Conicet. Ha publicado numerosos artículos, estudios y libros sobre teoría literaria y literatura argentina, entre los que se cuentan “Patria y muerte. Literatura argentina y política”, “Una república de las letras. Escritores argentinos y Estado” y “La palabra justa. Literatura, crítica y memoria”.
Los textos del libro
Luis Gusmán: “Lejos de casa”
Marcelo Figueras: “Todo el tiempo del mundo”
Ariana Harwicz: “Archipiélago remoto del Atlántico Sur”
Perla Suez: “Permafrost”
Jorge Consiglio: “Retaguardia”
Hernán Ronsino: “Ejército enemigo”
Clara Obligado: “Pretérito imperfecto”
Edgardo Scott: “Historia del avión”
María Sonia Cristoff: “Ejercicios de oscurecimiento”
Gloria Peirano: “La carta de un soldado”
Roque Larraquy: “Porqué jugué de inglés”
Carla Maliandi: “Ismael”
Raquel Robles: “El beso de la mujer cucaracha”
Mariano Quirós: “El hombre en el cajero”
Mauro Libertella: “Nuestras guerras portátiles”
Mónica Yemayel: “Las chicas del 63″
María Teresa Andruetto: “Fragmentos de un relato imposible”