Una de las historias de Hollywood más conocidas es la de Linda Blair. Maldecida tras su protagónico en “El exorcista”, se convirtió en una estrella del cine con sólo 14 años, aunque no sabía que sería el comienzo de su fin.
La joven actriz de apenas 12 años fue elegida entre 600 aspirantes al papel protagónico de “El exorcista” (1974), superando a Melanie Griffith y Laura Dern. Considerada la mejor película de todos los tiempos en el género de terror, jamás pensaron que tanto el set de grabación como la vida de su protagonista se convertirían en un verdadero infierno.
Se trata de uno de los papeles más escalofriantes de la historia del cine. Una jovencita de 12 años, poseída por un demonio. Es imposible olvidarnos de Linda, en la película Regan, girando su cabeza a 180° grados y con voz gutural decirle a su madre: “¿Sabés lo que hizo la cerda de tu hija?”
Siempre se ha dicho que esta producción fue tan violenta para esa época que los cines dieron bolsas de vómito a los asistentes y se encontraban listos en caso de necesitar asistencia de paramédicos en alguna de sus funciones.
Con 13 años, Linda ya había ganado cierto terreno en el mundo del modelaje, aunque esperaba que su carrera se inclinara hacia la actuación. El director de El Exorcista, William Friedkin, comentó cómo fue sorprendido desde un principio por la joven.
Cuando le preguntó si había leído el libro, Blair dijo que sí: “Es sobre una chica que es poseída y hace un montón de cosas malas”. “¿Cosas malas como qué?”, preguntó Friedkin. “Empuja a un hombre por la ventana de su cuarto, le pega a su madre y se masturba con un crucifijo”. “¿Sabes lo que es eso? ¿Lo hiciste alguna vez?” Blair se rio: “Obvio, ¿tu no?”.
Basada en la obra de Willian Peter Blatty, también guionista y productor de la película, la terrorífica historia empujó a la joven a hacer una actuación descomunal, combinando el bien y el mal en un solo personaje que quedó marcado para la historia del cine.
En “Didn’t you used to be Satan?” (1996), el documental sobre Linda, el autor de la obra expresó que nunca esperó que realmente encontraran una chica “normal” de esa edad capaz de hacerlo. “Piensen en lo shockeante de la trama, del lenguaje, en la escena de la masturbación con el crucifijo… ¡Dios mío!”, aludió.
Once meses en el set de filmación la llevaron a quedar traumatizada de por vida. Con lesiones en su columna en las escenas donde levitaba en la habitación, su convivencia con una muñeca de ella y las largas sesiones de maquillaje para parecer poseída fueron algunas de las situaciones que la niña tuvo que superar.
Los rumores de posesión
De la mano del marketing de la película, vinieron una serie de espeluznantes sucesos que azotaron la filmación. Comenzando con un incendio destruyó el set en Nueva York, a principios de la filmación de la película. No hubo heridos, aunque hubo algo que llamó la atención del staff: la única parte del estudio que no sufrió daños fue el cuarto que se usaba para las escenas del exorcismo de Regan.
Por otra parte, otro de los sucesos que marcó una creencia de maldición fue la muerte de algunos miembros del elenco. Los actores Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros fallecieron después de que comenzara la filmación, pero lo extraño es que sus dos personajes también morían en la película. El abuelo de Linda Blair, el hermano de Max von Sydow, un vigilante nocturno y un experto en efectos especiales también perdieron la vida durante y después de la producción de El Exorcista.
Sumada a la lesión en la columna de sufrió Blair, está la tragedia vivida por Ellen Burstyn, la actriz que interpretaba a su madre. En la escena en la que Regan se mutila, su madre se apresura a detenerla, pero el demonio de Regan la tira al suelo. La actriz deja escapar un grito estremecedor, pero sus gritos eran en realidad gritos de dolor. Esta escena provocó que Burstyn se lastimara gravemente la espalda cuando golpeó el suelo, dejándole una lesión permanente en la columna.
La decadencia de Linda Blair
Los rumores no tardaron en llegar. Las salas de cine explotaban de espectadores que esperaban ver en pantalla grande a la niña poseída blasfemando y vomitando. La imagen de Linda se convirtió inmediatamente en un sinónimo del diablo.
Tras su estreno en diciembre 1973, se reportaron desmayos, vómitos, infartos y por lo menos un aborto espontáneo en las salas de proyección. En todas partes se acusaba a la película de causar trastornos mentales en los espectadores y hasta fue usada como argumento de la defensa de un asesino que dijo que había quedado poseído después de ver el film.
Trascendió que la joven actriz había tenido un brote y había sido internada en un psiquiátrico. Con sólo 14 años, la joven se sometía a preguntas sobre su paso por el set de El Exorcista. “Linda, se dice que el film te afectó psicológicamente, ¿cuál es la situación?”. Ella se ríe, entre los nervios y la ingenuidad: “Creo que la gente sintió que iba a traerme problemas, pero no es así”.
Ser la cara más tangible del demonio complicó bastante su vida cotidiana: “Ya no podía ir al supermercado, ni a una tienda, ni a ningún lado. La gente me veía y se moría de miedo. No podían separar la película de la persona: me miraban como si fuera el diablo”.
Con el tiempo, comenzó a ser acosada por grupos religiosos y fanáticos que aseguraban que estaba poseída y la amenazaban con secuestrarla. Tuvo que esconderse en las casas de los amigos de sus padres y Warner contrató guardaespaldas que la siguieron durante los seis meses posteriores al estreno. Eso le dejó un trauma que no superó: “Creo que es una de las principales razones por las que nunca tuve un hijo: tenía terror de que lo secuestraran”.
Aunque había impresionado a la crítica, su actuación había dejado una huella tan indeleble en la audiencia que era difícil que fuera considerada para otro rol que no fuera el de una chica en peligro. Así lo demostraron sus siguientes dos películas, la polémica Nacida Inocente (1974), en la que era abusada por sus compañeras en un centro de menores, y Sarah T. Retrato de una adolescente alcohólica (1975).
Sin nuevos espacios para interpretar papeles que no tuvieran una connotación negativa en la actriz y muchos escándalos de por medio con sus parejas, finalmente en 2004 Linda creó la fundación sin fines de lucro Linda Blair WorldHeart Foundation, que rescata y rehabilita animales abandonados. Cambió su alimentación y, tras trece años de vegetarianismo, en 2001 se hizo vegana y escribió un libro sobre su experiencia.
“¿Usted también cree en la maldición de El Exorcista?”, le preguntaron en una entrevista hace más de 10 años atrás con El País. “Para mí, el diablo no es cosa de broma. Pero es la gente la que no me deja olvidar de El exorcista. La fama hizo mi vida imposible”, respondió Blair.
Hoy, a medio siglo desde que se publicó el libro que nos traería la película más perturbadora del cine de terror, continúa siendo todo un misterio lo que empujó esta oleada de maldad sobre el set de filmación.