Este sábado por la mañana, la noticia del fallecimiento de Taylor Hawkins, el baterista de Foo Fighters conmocionó al mundo de la música. A menos de una semana de su paso por Lollapalooza Argentina, el músico fue hallado muerto en un hotel de Bogotá, Colombia. Según las investigaciones preliminares, un patrullero que ingresó a la habitación de Taylor testificó que vio una sustancia blanca en polvo.
La primera información que surge del último día de Taylor Hawkins es que el baterista se habría sentido mal y lo notificó al personal del Hotel Casa Medina, donde se hospedaban los Foo Fighters. Minutos despues, servicios médicos llegaron a la habitación de Hawkins y lo encontraron sin vida.
Luis Carlos Vélez, director de la emisora La FM, aseguró que fuentes oficiales habrían testificado que el baterista estadounidense fue visto por última vez el jueves en la tarde en el lobby del hotel, al cual se acercó a pedir ayuda para poder ver una película, mientras charlaba con alguien telefónicamente.
El musico fue encontrado muerto 24hs después en su habitación. Según contó Luis Vélez, las autoridades encontraron una lata de cerveza, una botella de vodka, un vaso de vidrio, una botella de gaseosa y 5 botellas de vidrio. Lo que más llamó la atención fue que se habría encontrado una sustancia en polvo blanca que se asemejaría, en palabras de un agentes de la Policía Metropolitana de Bogotá que accedió al sitio de la muerte, a la cocaína.
HAWKINS SE HABÍA EXPRESADO ACERCA DE SUS ADICCIONES
El baterista falleció en Bogotá, Colombia, donde el grupo se encontraba para participar del Festival Estéreo Picnic. Luego de la información preliminar de que en la habitación de Taylor se encontró un polvo blanco, se recordaron las palabras de Hawkins acerca de sus excesos.
“No estoy aquí para predicar sobre no consumir drogas, porque me encantaba hacerlo, pero me descontrolé por un tiempo y casi me atrapó. Me dirigía por un camino que iba a conducir a caminos aún peores. Ya sea que alguien esté sobrio, o le guste una copa de vino con la cena, o quiera una botella de Jägermeister antes de subir al escenario, o le guste fumar marihuana todo el día, todos tienen su propio camino, y lo llevé demasiado lejos” dijo el baterista en su momento.
El oriundo de Texas se había unido a Foo Fighters en 1997 en reemplazo del entonces baterista William Goldsmith y se había ganado un lugar como uno de los miembros más queridos por los fans.
Con formación en percusión clásica desde niño, tomó como modelos de baterista de rock a Roger Taylor de Queen y a Stewart Copeland de The Police; y configuró así un versátil estilo que combinaba potencia y técnica.
Aunque integró varias bandas desde joven, comenzó a transitar el camino del profesionalismo cuando formó parte del grupo que acompañó a Alanis Morissette en la presentación de su exitoso disco “Jagged Little Pill.
La gira sirvió de plataforma para que fuera convocado por el exNirvana Dave Grohl para sumarse a Foo Fighters, en donde se ganó un lugar fundamental. También aprovechó su fama para llevar adelante un proyecto propio al que llamó “Taylor Hawkins and the Coattail Riders”, en donde tocaba la batería y cantaba.