El pasado viernes, el actor escocés Sean Connery, considerado el mejor James Bond de la historia, murió a los 90 años. La novedad fue confirmada esta mañana por sus familiares a la cadena británica BBC.
En las últimas horas, se conocieron más datos acerca de su historia más reciente y fue Micheline Roquebrune, su esposa durante 45 años, quién reveló que el intérprete luchó contra la demencia en los últimos años de su vida.
“Tenía demencia y la enfermedad tuvo sus efectos negativos sobre él”, comentó la mujer del actor. “Ya no era vida para él. No era capaz de expresarse últimamente”, lamentó.
“Era un modelo de hombre. Va a ser muy difícil estar sin él, lo sé”, reconoció Roquebruner, que explicó que el actor se fue mientras dormía. “Se fue en paz. Al menos murió mientras dormía, fue muy tranquilo. Yo estaba con él todo el tiempo y él, simplemente, escapó. Era lo que él quería”, comentó.
Ganador de numerosos galardones, incluido un Óscar, dos premios Bafta y tres Globos de Oro, Connery alcanzó fama mundial en los años 60 metido en la piel del primer James Bond de la saga 007. Durante su trayectoria artística, que se prolongó durante décadas, trabajó con directores tan insignes como Alfred Hitchcock en ‘Marnie, la ladrona’ (1964) y protagonizó grandes éxitos comerciales como ‘El nombre de la rosa’ (1986), ‘Los intocables’ (1987), ‘Indiana Jones y la última cruzada’ (1989), ‘La caza del Octubre Rojo’ (1990) o ‘La Roca’ (1996).