Los ojos, el pelo, sus expresiones… En el fondo de la mirada se esconden emociones conocidas que muchas veces sólo pueden descifrar ellas. Desde la esencia del alma hasta el dolor penetrante, Mily Repetto logró que sus mujeres sean un verdadero espejo de los sentimientos femeninos.
Esta artista estudió para ser ceramista en la Universidad Nacional de Cuyo pero en el camino se topó con el lienzo. Un espacio en blanco que la llevó, en principio, por un viaje casi freudiano donde ella pudo plasmar la lucha de una niña de cuatro años de edad contra una enfermedad terminal y tantas situaciones más que fueron forjando a fuerza de dolor y felicidad la artista que es hoy.
Rodeada de las Mujeres Inspiradoras, las obras que quedaron luego de su gran exposición en el Le Parc, y de otras obras nuevas, Mily repasa lo que ella fue y lo que es.
“Mi camino en el arte estuvo siempre, ahora de grande me doy cuenta más de eso. Mucho tiempo ha pasado hasta que me dediqué a pintar. Di clases de cerámica desde los 20 años. Luego comencé con los talleres donde me dediqué y dedico a formar a grandes/pequeños artistas”, narra ella mientras toma un café.
Repetto es una de las artistas que dictan sus talleres en San Martín. En sus espacios sólo entran los niños y los adolescentes ya que ella prefiere enfocarse en esas edades.
“Me siento afortunada porque, aparte de enseñarles y darles herramientas, ellos me enseñan día a día. Picasso dijo: <Me llevó toda una vida aprender a pintar como un niño>”, analizó la artista para comentar luego que fueron las mujeres quienes se le “aparecieron” casi como un escalón necesario en su carrera.
“Me inspiran: las obreras, las mujeres cotidianas… Vengo de una familia donde las mujeres han sido muy fuertes y transgresoras. Hoy escucho a las mujeres, sus emociones, sus pensamientos, sus vivencias… Y llevo esto al lienzo donde las creo en mi arte y en mi mundo”, explicó Repetto.
Cada obra para ella es el (re)nacimiento de estas damas quienes trascienden la vida real y quienes terminan plasmadas con una técnica mixta donde la artista no duda en colocar diferentes texturas y objetos para crear sus collages. Después de todo, son éstas mujeres –musas creadoras- quienes mandan.
Sus viajes y su intercambio en México fueron gestando lentamente este rumbo que hoy se consolida más y más. “El estilo es Mily Repetto… Vos ves un cuadro y sabés que es mío. Voy cambiando como el mundo mismo, pero siempre soy yo”, asegura ella mientras sus cuadros dan testimonio de lo que dice.
Su camino como artista no fue sencillo. Pero hoy puede mirar el trayecto recorrido y asegurar que pudo criar a cinco hijos y trabajar en sus escasos tiempos libres. Todo lo vivido la convirtió en quien es hoy: en una mujer que puede ver dentro de una mujer.