Cuando uno vuelve sus propias debilidades, virtudes, es la oportunidad para renacer y seguir adelante. Algo similar pasó con Leandro Lacerna.
Si bien su amor por la música lenta, triste como la llaman muchos, no es en sí misma una debilidad, el cantautor reconoce que fue la infinidad de veces que le remarcaron esto lo que lo empujó a un nuevo disco.
“Un poco el nombre del disco es irónico porque mis canciones son medio bajón, muchos me dicen eso. Yo disfruto mucho de esa mal llamada música bajón, porque son temas con tempos más lentos y letras más intensas que para mí conectan con otras sensibilidades”, explica el músico cuando conversaba con este medio. “Si mi música era sad, ahora va a ser SuperSad.”
Este álbum, el primero que lanza luego de cinco años lejos del estudio (aunque solo desde su trabajo), se trata de un disco más bien sensible, introspectivo, un trabajo que recorre los sentimientos más profundos tanto del artista como los del público.
“Desde las letras se unen, la música es muy diferente en cada canción, pero en las letras hay un hilo. Es el primer disco después de años y he ido juntando muchas aventuras y desventuras en todos estos años.”
Y aunque no se trate de una historia contada, como pasó en su último álbum 2036, el músico admite que hay algo que une a todas las canciones simulando como “si fueran muchos cortos hablando de lo mismo, pero con diferentes visiones.”
Los duelos se colocan en el foco principal de su sentir, perder y renacer. “Tiene que ver con que me fui de Los Collins, terminé con un vínculo de muchos años, me mudé de ciudad, de provincia. Toda esa nostalgia y mutaciones están atravesadas en las canciones, hay un aire de eso.”
El disco, compuesto por 10 canciones y con una gama de invitados muy diversa, fue presentado en tres etapas y finalmente terminó de salir el pasado viernes. Ahora el productor se prepara para presentar su disco en vivo hoy en el Le Parc.
La presentación oficial del disco
Con una cita programada para hoy a las 21 en el Espacio Le Parc, Leandro finalmente concluirá con la presentación en vivo de su disco. El músico estará acompañado por Romi López (bajo, sintes, coros) y Nacho Palombarini (sintes y programación).
El álbum contiene 10 canciones y fue lanzado en tres etapas durante agosto, septiembre y octubre, con la idea de darle su propio espacio a cada una de las canciones y que ninguna quedara relegada al olvido.
En ese sentido, el productor y músico admite que, si bien fue presentado diferentes “showcase” en cada presentación, ésta será la muestra oficial de SuperSad.
“Ahora si va a haber más canciones y está consolidada la idea de tocar el disco, no sólo en este show sino en todos los que vienen de aquí a fin de año, e inclusive para el año que viene”, adelanta.
Con una digna abundancia que la primavera ha traído a los shows en vivo, donde la fiesta y el disfrute se vuelven a sentir entre el público luego de un año apocalíptico, los artistas disfrutan de su regreso a los escenarios y el compartir con su público.
“Creo que el estudio y la presentación en vivo son dos universos que se complementan”, admite Leandro.
“Creo que lo que pasa en los discos es que hay un trabajo muy minucioso y dedicado, con todos los detalles para que el disco quede como una foto que queda para la eternidad. Y el vivo tiene esa cuestión más efímera, esa capacidad de reinventarse cada vez, cada versión es diferente, sumado al feedback del público, la canción tiene la capacidad de mutar.”
En ese sentido, asegura que la presentación en vivo permite ver la verdadera recepción y reacción del público con su música. “Está esa incertidumbre y confiar en que a las personas les guste, y en vivo uno se da cuenta lo que la música genera.”
La clave de Supersad: soltar las riendas
Si le preguntamos cuál es la clave que caracteriza a este disco, podemos interpretar que se trata un poco de delegar.
Diferente a sus anteriores trabajos, donde Leandro se dedicaba a todos y cada uno de los detalles, ahora admite que soltó un poco esas riendas estructuradas y se dio el espacio de jugar con su música, algo que le devolvió cierta satisfacción.
“Hoy por hoy me puedo dar el espacio para jugar con cosas que ‘pueden salir mal’. No es que me he vuelto insensible, pero he notado con el tiempo que si algunas cosas salen mal no pasa nada, se pueden volver a hacer. Entonces me permito jugar más por una cuestión de que si algo sale mal, la responsabilidad es mía y la sensibilidad también”, explica.
Y yendo más a fondo, esto se relaciona con las características de SuperSad. Su disco, conformado por 10 canciones, también cuenta con la participación de una decena de artistas en escena.
Dándole cada uno su propia impronta y su propia esencia, en este disco escucharemos canciones escritas por Lacerna pero con los toques musicales y estilísticos de diferentes músicos.
Mariano Di Cesare (Mi amigo Invencible), Ignacia Etcheverry, Tweety González, Alejo y Valentín, Eve Calletti, Paula Neder, Nahuel Briones, Romina López, More Gemma y Gonza Nehuén se unen a Leandro en un disco sentimental, supersad.
“En otros trabajos todo pasaba por mi lupa, en este disco abrí mucho el espacio. Estos co-productores diferentes no sólo participaron tocando y cantando, sino que desde todo lo que tiene que ver con audio, estructura y modificación total de la canción. Acá se dio ese soltar el control”, cuenta.
“Quise que sucediera desde un lado bastante lúdico. Hice un sorteo de las canciones, sin dejar un género definido a cada artista. Salió así en el sorteo y fue muy divertido porque la impronta de cada artista no tuvo que ver con la canción en sí, sino con qué le sucedió con ella.”
Como una especie de ruleta rusa, el productor dejó al azar el destino de cada una de sus canciones. “Las canciones se convirtieron y estuvo buenísimo porque fue sorprenderme de mis propias canciones.”
- ¿Cómo te sentiste soltando el control?
Para mí fue divertido. Solté el control, dejé la nave, pero todas esas personas son personas que admiro, nunca hubo incomodidad, todo ha sido expansión en lo que este disco podía ser. Esa adrenalina de soltar el control fue lo que me motivó a hacer el disco.
- ¿Qué te dejó este disco que los anteriores no?
Fue una sensación irónicamente de alegría. Toda la sadness quedó en el disco y la alegría en mí, porque el proceso ha sido muy divertido, muy interesante y ver el cariño que le pusieron los artistas fue increíble.
- ¿Y qué te enseñó?
Y me enseñó a tener un reaprendizaje de volver un poco a lo lúdico, al juego, a volver a conectarme con la música. Y para mí ha sido muy importante la libertad, no tener compromisos con determinar cómo serán las canciones, buscar a la audiencia, y en este disco no sucedió esto.
- Tu trabajo fuerte es la producción y te has abocado a trabajar mucho con artistas femeninas, ¿fue algo que se dio naturalmente o se relaciona con este creciente reconocimiento femenino en el arte?
Se ha dado por las dos cosas. En un momento de mi vida se ha dado la oportunidad de trabajar con muchas mujeres y he aprendido muchísimo de su lucha para que haya más lugar para ellas en los escenarios. También muchísimas colegas desde el lado del audio, la producción, de alguna manera trabajar con ellas me ha enseñado muchísimo desde la lucha y la sensibilidad, de ver esas diferencias y es algo que se ha ido dando de manera muy orgánica. Hoy es muy extraño estar en un lugar donde son todos chabones, me siento incómodo, en un festival donde no hay diversidad es extraño y me hace replantearme.
- Además de gira y presentación de disco, ¿qué otros proyectos vienen?
Estoy produciendo varios discos, hay gente de Mendoza, Buenos Aires e incluso haciendo cosas para Madrid y Medellín. En música tengo ganas de hacer discos más extraños, estoy probando demos de hip hop y otro de metal. Tal vez sale con esto del jugar se me abrió una puerta. Y este año van a salir cuatro discos producidos por mí, que fueron con Luli Interllige, Viole Trujillo, Eve Caletti y Paula Neder, que fueron discos que marcaron el 2020 y me salvaron el cerebro.