En la era de las plataformas, Carlos Sorín, uno de los cineastas más reconocidos del cine argentino, también se sube al “on demand”. Y lo hará con una historia llena de emoción y tristeza.
La vida de María “Marie” Vázquez parece que lo estaba esperando. “El cuaderno de Tomy”, película original de Netflix que se estrena hoy, se basa en su historia, que conmovió a todo el país, por la manera cruda e irónica con la que se enfrentó a un cáncer públicamente, compartiendo día a día la evolución a través de Twitter.
Protagonizada por Valeria Bertuccelli y Esteban Lamothe, la cinta recorre los últimos días de Marie, quien emplea buena parte de su tiempo en escribir un cuaderno para Tomy, su único hijo de 4 años, con la idea que la imagen de su madre lo acompañe toda la vida.
Producida por Pampa Films, el relato llegó a manos del director de “Bombón, el Perro”, “Historias Mínimas”, “El camino de San Diego” y “Joel”, entre otras películas.
“El libro es muy conmovedor e irresistible. Y los riesgos eran tantos que valía la pena aceptarlos. El riesgo fundamental fue que la película era tan fuerte temáticamente, tan emotiva, que cualquier énfasis que le pusieran era un golpe bajo. Entonces había que mantener un equilibrio y dosificar con el humor, que María tenía realmente. La película transita de la emoción a la risa y vuelve a la emoción. Y así era María y así vivió toda su enfermedad, con ese humor irónico, sarcástico e inteligente. Y como contrapartida de eso, el amor infinito por su hijo y por su esposo, que queda plasmado en ese cuaderno”, comenta Carlos Sorín sobre el proyecto.
En el desarrollo del guion, la premisa era respetar lo más posible el escrito y las vivencias que dejó María.
“Nosotros seguimos casi textualmente lo que escribió en su blog, en su Twitter, en Facebook, lo que nos contaron sus familiares y amigas. Esa era María y yo quería hacer una película fiel al personaje, y tenía que ser así. Con esa dosis de humor en el momento más inapropiado. Lo cual lo vuelve más visible”.
La historia que emocionó a las redes sociales
Solapado y sobre el final, la película toca un tema sensible como la eutanasia, y las distintas miradas que hay sobre la práctica en un caso irreversible, que solo busca evitar más sufrimiento y aliviar el dolor.
“Ese tema era demasiado atrapante y podía desequilibrar la película perfectamente. Porque además es un tema que arrastra fácil y hubiese perdido lo esencial de la historia, que es María y su relación de afecto con su hijo a través de ese cuaderno. Y la eutanasia la llevamos hacia el final, como así fue, cuando el personaje ya está instalado en la película. Y además ocurrió de esa manera, pero era un tema de riesgo”, dice.
Y amplía: “Cuando comenzamos a trabajar y teníamos todo el material nos preguntamos por dónde empezar, porque la enfermedad duró siete meses. Pero si hago la película desde el vamos no me interesaba. Por eso neutralicé la enfermedad, ya es terminal y nadie va a esperar nada. Lo que vale es el personaje y la forma de enfrentar esos días finales. Y con la eutanasia pasa lo mismo, no la descartamos, pero la corrimos”.
Además de la riqueza de los diálogos y un ritmo justo, los dos actores protagonistas logran muy buenas actuaciones, al plasmar perfectamente la relación que unía a Marie y sue esposo. Valeria Bertuccelli se destaca por una excelente interpretación no solo en la parte emocional, sino también física; al igual que Esteban Lamothe, quien interpreta a su esposo.
Acostumbrado a trabajar con su hijo, el músico Nicolás Sorín, esta vez se da el gusto de sumar al reparto a su nieto Julián (hijo de Nicolás y Lula Bertoldi, cantante de Eruca Sativa), quien interpreta al pequeño Tomy y debuta en la pantalla grande como actor.
“Yo estaba seguro que lo iba a hacer bien, tenía 4 años cuando filmamos y ahora tiene 5. Y es un desfachatado total y acostumbrado a estar en los escenarios, porque la madre y el padre son músicos. Y no se acobarda por las multitudes, las luces, ni las cámaras”, comenta.
Su principal inseguridad fue que justamente el hecho de que era su nueto: “Lo que pasa es que me daba cosa presentar a mi nieto directamente. Entonces hicimos una terna de chicos y lo mandamos a Netflix con el apellido de la madre, como Julián Bertoldi. Después se los dije (ríe). Y a partir de ahí Valeria y Esteban empezaron a trabajar la relación con él antes del rodaje. Pero todo lo que hace es él. No hay muchas indicaciones”, destaca.
La elección del reparto no fue un punto menor, y Sorín quiere destacarlo especialmente, por la gran altura con la que se sumaron al proyecto inicial.
“Valeria es una actriz extraordinaria y tomó el personaje en su esencia. Además con una cuota de sacrificio. Se tuvo que cortar el pelo, ir todos los días al hospital de la Matanza donde filmamos, dos horas antes que nosotros para hacer el maquillaje. Pero cuando tenés una actriz de esa envergadura, y lo hago extensivo a Esteban y todo el elenco, es muy gratificante”.
En definitiva, “creo que hay un gran compromiso con la historia: es una historia que no se olvida al día siguiente, y realmente los sacudió. Vi con ellos videos originales y creo que todo eso ayudó al grado de compromiso con la historia”, remarca, sobre el fuerte contenido humano de la película.
El cine en las plataformas
Ávido conocedor de la industria y el negocio del cine, Carlos Sorín sabe lo que es comenzar de abajo y producir una película con bajo presupuesto, además de los usuales (e importantes) recorridos por los festivales y la posibilidad de llegar a las salas comerciales.
Por eso, ve con buenos ojos para el cine argentino la posibilidad de que un gigante como Netflix se meta de lleno en nuestra industria.
“Yo estoy feliz con esta posibilidad, porque siempre pensé que cuando internet interviniera en el negocio del cine, las plataformas iban a patear el tablero. Y este es el siglo XXI y tenía que llegar. Las salas de cine son hermosas, pero es un invento del siglo XIX. Y el negocio toma una globalidad inimaginable de la otra manera, salvo los grandes tanques de Hollywood. Pero para nosotros, un cine hecho en Argentina es inimaginable, que se estrene en todos los países del mundo. Y siempre pensé que las plataformas iban a hacerse cargo del negocio del cine. Lo que pasa es que la pandemia aceleró todo”, concluye sobre los últimos eventos que han afectado al cine.