Tras las repercusiones que alcanzaron la entrevista que Oprah tuvo con la figura de la corona, nuevamente este dúo se suma en una producción, en este caso para hablar sobre salud mental.
Con el eje puesto en este tópico, nace “Lo que no ves de mí” (Título original: The Me You Can’t See), una serie de cinco capítulos donde diferentes figuras del mundo mediático cuentan sus historias. Abuso sexual, depresión, religión y obsesión, son algunos de los detonantes de diferentes enfermedades relacionadas con nuestra lucha por tener una estabilidad emocional.
Además de príncipe Harry, con quien Oprah tuvo gran repercusión tras su entrevista, se suman figuras del mundo de la actuación, la música y el deporte, y personas anónimas.
Abordado desde una arista muy poco explorada anteriormente, la serie trata de no hacer énfasis en los nombres, sino en las historias detrás de la oscuridad que acarrea alcanzar una propia salud mental. Personas de todas las edades, géneros origen cultural y estatus económico, que se sincerarán como nunca antes sobre los problemas que tienen a diario.
En la serie vemos debates en profundidad conducidos por ellos mismos en el que, ayudados por 14 expertos sobradamente acreditados del campo de la salud mental, hablarán de sus propias experiencias y luchas personales relacionadas con la materia.
Salud mental: un tema urgente
Desde antes de que se desatara la crisis mundial por el Covid-19, la salud mental era un tema poco tratado en la sociedad. Poca importancia se le daba a la necesidad de mantener un equilibro entre el cuerpo y la mente, algo que hoy más que nunca toma más y más protagonismo.
A diario conocemos casos amigos, conocidos o famosos que luchan por alcanzar este equilibrio. En esta producción de Apple, trata de reflejarse diferentes historias que pueden tener múltiples detonantes que llevarán a un desequilibrio emocional y mental.
Se trata de un documental que busca demostrar la necesidad e importancia de hablar sobre lo que sentimos, pensamos o deseamos. Todos sentimos la falta en algún punto. Todo el mundo tiene sus batallas internas. Todos atravesamos alguna lucha que no hablamos. Ansiedad, TOC, duelo tras perder a alguien, depresión, miedo. Todos, sin excepción, tenemos una parte de nuestro individuo interior que está rota.
Este documental, de una manera cruda y que anteriormente no se había abordado, profundiza en la historia de individuos que más allá de ser reconocidas figuras, son personas. Lidian las mismas batallas que cualquiera, ansían encontrar una estabilidad como cualquiera.
El primer paso para mejorar es aceptar y comunicar que hay algo en nosotros que no funciona bien, que desestabiliza nuestras emociones, y más ahora en donde la falta de contacto estrecho, provoca que afloren más que nunca las partes rotas dentro de nosotros.
Depresión, abuso sexual, religión y más
Algo característico de este documental es que en lugar de poner énfasis en el quién, hace principal foco en el qué. Alternando historias de personalidades que conocemos de la industria de la música, el deporte y el entretenimiento, veremos personas anónimas que viven y transitan situaciones similares, desde espacios completamente diferentes.
La serie trasciende la cultura, edad, género y estatus socioeconómico para desestigmatizar un tema muy incomprendido y dar esperanza a los espectadores para que vean que no están solos frente a una situación compleja.
En 1986, Oprah habló por primera vez del abuso sexual que sufrió de parte de uno de sus primos, aunque jamás había profundizado al respecto. En este documental, la conductora y entrevistadora profundiza en los abusos que sufrió de niña de parte de varios de sus familiares, llevándola a tener un hijo a los 14 años.
Tras años de abuso y desprotección de parte de su madre, cuando quedó embarazada fue enviada a que vivir con su padre. El niño que nació murió cuando tenía tan sólo dos semanas. “Es algo que acepté. Que una niña no está segura en un mundo lleno de hombres”, afirmó. “Contar nuestra historia, poder decir en voz alta ‘Esto es lo que me pasó’, es crucial.”
Como ella, la historia de Lady Gaga, presentada con su nombre real Stefani Germanotta, tiene ciertos rasgos similares. En el documental, la cantante contó su experiencia tras haber quedado embarazada tras haber sido violada a los 19 años por un productor cuando se encontraba grabando un disco.
En 2014 fue cuando revivió el trauma con tal fuerza que lo sintió de la misma forma que en el momento en que sucedió, por lo que acudió a un psiquiatra. Durante mucho tiempo su cuerpo se congelaba, pero no había ninguna razón física que lo explicara.
“Tuve un brote psicótico total y durante un par de años no fui la misma chica. Me hicieron tantas resonancias magnéticas y escaneos y nunca encontraron nada, pero tu cuerpo recuerda – cuenta – Es como si tu cerebro se desconectara y no supieras por qué nadie más está en pánico, pero estás en un estado de ultra paranoia. Es realmente muy real sentir que hay una nube negra que te sigue a donde quiera que vayas, diciéndote que no vales nada y que deberías morir.”
La historia de la cantante se fusiona con la del chef Rashad Armstead, quien también pasó un período depresivo a causa de episodios traumáticos de su adolescencia. También encuentra su espacio la actriz Glenn Close, exponiendo en carne propia las batallas que enfrentan ella, su hermana y su sobrino tras haber sido criados en una secta.
Lo mismo sucede con Zak, el hijo del fallecido actor Robin Williams. Él ahonda en cómo el suicidio de su padre lo condujo darle importancia y comenzar a concientizar sobre salud mental. O la boxeadora Ginny Fuchs decide abrir las puertas de su casa para que se registre cómo es vivir padeciendo un trastorno obsesivo compulsivo.
El mensaje detrás de las historias
Sin dudas, abordar contenidos que profundicen en la salud mental es el primer paso para abrir el espacio del diálogo. Todos atravesamos nuestras batallas, aunque no necesariamente debemos aislarnos y sentirnos solos.
Lo interesante de esta producción, dirigida por Asif Kapadia y Dawn Porter, es la forma en la que deciden encarar el relato. Aunque para muchos pueda resultar crudo, es un lenguaje que funciona.
“Lo que no ves de mí” se detiene en los lugares más oscuros y profundos de las diferentes situaciones mentales que las personas pueden atravesar y reflexiona en que los primeros pasos hacia un camino de sanación es ponerles nombre, aceptarlos y dialogar sobre ellos.