Majo es venezolana, pero vive en Mendoza desde hace 5 años. Emigro cuando apenas tenía 19 años con Kevin, quien actualmente es su esposo. Juntos emprendieron un rumbo y empezaron a construir un nuevo capítulo en sus vidas.
Confiesa que tiene un corazón que es mitad venezolano y mitad argentino, porque si bien la decisión que tomaron a corta edad no fue fácil, mencionó que no pudieron elegir un mejor lugar para hacerlo, Mendoza y su gente la han hecho sentir como en casa desde el día uno.
Estudio 3 años de Abogacía en Venezuela, pero por la situación que atravesaba su país tuvo la necesidad de dejarlo. Lo cual se siente muy agradecida porque hoy en día confirma que por ahí no iba su camino, ni sus sueños. Mientras estudiaba abogacía también desarrollaba otras de sus pasiones: su carrera como maquilladora profesional y diseñadora de cejas.
Aparte de la estética, también se dedica a grabar capítulos para su podcast llamado “Alimentando el Alma”, que muy pronto estará disponible y podrán escucharlo.
Su principal idea es transmitirles a sus lectores todo aquello que pueda llegar a causar un impacto positivo en sus vidas, especialmente en el aspecto espiritual que para ella sin duda alguna es el ámbito más importante del ser humano.
Estará tocando temas que sean de interés para la sanación colectiva, para el despertar de conciencia y evolución del ser. Siente que es una oportunidad hermosa para poder conectar con muchas más almas y compartir un camino de sanación, amor, respeto, comprensión y unión.
Majo, se define como una mujer observadora de la vida y amante de la magia de Dios, para ella la respuesta a todo es el Amor. Es una virginiana enamorada profundamente de la naturaleza y los animales. Considera ser una persona que esta en constante movimiento y con muchos sueños, le gusta ser flexible con ella misma y darse la oportunidad de experimentar nuevas actividades, por ejemplo, uno de sus sueños a corto plazo es poder incursionar en el mundo de la música electrónica.
Desde muy pequeña fue apasionada por el arte, la música y la danza, le encantaba escribir en su agenda favorita ‘’Pascualina’', pintar y dibujar en sus sketchbooks, escuchar canciones y aprenderse las letras para después cantarlas a todo pulmón con un micrófono que le habían regalado sus padres. Contaba que de pequeña veía a su abuelo, el cual es cantante y compositor, y se inspiraba para incursionar en el mundo artístico.
Como a la mayoría de las personas, a Majo también la cuarentena del 2019 la llevo a un punto crítico de cuestionarse muchas cosas, sobre todo el rumbo que llevaba con su vida. Si bien creció en un hogar espiritual con convicciones y valores fundamentados en el amor, al pasar los años mencionaba que las situaciones del mundo la llegaron a consumir, desviándola de su verdadero propósito y convirtiéndola en una persona muy distinta de la que quería ser.
Esos días de encierro e incertidumbre, la fueron llevando poco a poco a darse cuenta de que la vida va más allá de carreras, títulos, dinero, vanidades y materialismo. Empezó a sentir un llamado en su corazón que la hacia querer investigar cada vez mas sobre el mundo espiritual.
Considera que ese proceso la ha ayudado a encontrarse y reconocerse como creación de Dios, permitiéndole evolucionar y erradicar muchas cosas negativas que no le estaban ayudando y estaban saboteando su camino.
Y es precisamente ese proceso evolutivo el que quiere compartir con sus lectores, la transformación que sanó muchos aspectos de su vida y le permitió sentirse hoy en día como una persona feliz, plena y en paz. Donde su principal intención es que dicho testimonio sea de ayuda y servicio para las demás personas.