“Sí, yo soy así. Puedo grabar a las diez de la noche y me cuesta un montón parar”, confiesa Majo Pérez Comalini con la personalidad inquieta que la caracteriza.
Desde hace diez años es la co conductora junto a Sergio Coco Gras de “Cada Día”, el magazine matutino de Canal 9 Televida. Y recientemente acaba de estrenar su propio ciclo de entrevistas “Yo Soy”, un programa dedicado a descubrir la vida de distintas mujeres mendocinas y reconocidas, que comparten su historia, en un formato más íntimo.
De a poco y paso a paso, la comunicadora fue haciendo su propio camino en los medios locales. Primero fue la radio y luego la televisión en donde se abrieron nuevas puertas y hoy es una de las caras visibles de los programas más vistos de la pantalla mendocina.
Ahora se prueba en un nuevo desafío, de producir y conducir su propio ciclo de entrevistas pensado para la mujer, que se emite los sábados a las 22 horas por la señal local.
“Fue una idea mía, tenía ganas de hacer algo distinto a lo que hago en la semana en “Cada Día” y siempre tuve la idea donde la protagonista sea la mujer y quería salir del formato de magazine, y meterme en un mano a mano más íntimo con el entrevistado. El ciclo son doce mujeres, doce entrevistas, donde repasamos el ayer y el presente de esas mujeres. El hilo conductor es una máquina del tiempo de una manera distinta, más fresca, con preguntas que rompen un poco, con preguntas que disparan otro tema. Hablar un poco de los recuerdos de la infancia, que mochilas pesan y cómo atraviesan el presente, como se deconstruyen esas mujeres”.
-¿Crees que el formato de entrevista hoy es el que capta la atención de la gente en la televisión?
-Sí, me parece que hoy la gente busca parar en algún momento y conectarse con otras historias de vida, sentirse reflejado en el otro. Me parece que la tele ganó por ese lado, a la persona que sea, porque la coincidencia siempre está. Y también se puede disentir, debatir y encontrar distintos puntos de vista. Es un formato que ha ganado mucho en la tele.
-¿Cómo te sentís conduciendo este ciclo diferente al trajín diario de un magazine?
-Me siento super cómoda, me gusta y lo comencé a descubrir en “Cada Día”, esto de escuchar lo que está diciendo el entrevistado y poder repreguntar, que tal vez es otro tipo de pregunta que surge de lo rico que tiene para contar el entrevistado e indagar, ir al detalle. Eso es muy valioso y ese ejercicio me lo da el programa. No es tan fácil, pero este mano a mano con doce mujeres muy distintas, te permite eso. Además del horario del programa, la duración. Por ejemplo, este fin de semana tenemos a Jesica Marcos y hace una confesión que no tiene que ver con el deporte, sino con su vida personal. Son momentos super duros donde tenés que seguir la charla, y lo interesante es que las invitadas se abren a contar su historia.
Estará Anabel Molina, Marcela Gaua, Flor Aise. Son doce mujeres al menos en este primer ciclo y son mendocinas, pero también otras personalidades de afuera. Y todavía quedan algunos programas por grabar.
-¿Qué devolución has tenido?
-Queda mal que lo diga, pero hubo muy buena respuesta y me sorprendió para bien. Cuando lo íbamos grabando me daba cuenta que pensaba que iba a gustar, porque la entrevistada se iba contento hasta lo que vivimos en la entrevista. Y a los propios compañeros les interesa la charla. Y me llamó la atención la cantidad de mujeres que esperan el programa y les gustó. Claro que la idea es que pueda gustar a todo el público, no solo a las mujeres. Apenas termina el programa me mandan mensajes y esa es la idea, de que la historia de esa mujer te pueda servir para lo que sea.
-Desde tu percepción como comunicadora, ¿cómo vivís el alcance de la televisión local en la gente en la era de las redes sociales?
-Yo soy un poco fanática del rating, me gusta chequearlo y saber cómo va el programa. Saber qué notas miden más que otras. Y por suerte la gente mira televisión, nos acompaña y “Cada Día” tiene picos de 18 a 20 puntos de rating y es un montón para Mendoza. “Yo Soy” también tuvo picos de 18 puntos y no bajó compitiendo con los productos de Buenos Aires y eso es lo bueno. Porque en el caso de “Yo Soy” tenes “Pasapalabra” antes y “PH” después, y la gente se queda eligiendo y viendo el programa. Y es importante que la gente no sólo elija la tele local sino el contenido. Hoy al televidente no le da lo mismo cualquier cosa. Y por suerte al canal le va muy bien y es el más visto del interior del país.
-Y ese éxito de audiencia, ¿te da una presión extra al ser conductora del programa?
-Los primeros que nos ponemos la presión somos nosotros, nada está improvisado. Más allá que el programa tiene sus productoras, hacemos todo en equipo, donde proponemos temas, hacemos una devolución de cada programa todos los días. Y pensamos cómo tomamos los temas y eso marca la calidad del producto. Y la gente se da cuenta que trabajamos así. Y a lo largo de los años “Cada Día” varió en su formato, hoy es información y servicio. Hay mucho trabajo detrás para que salga bien, como lo queremos.
-Al ser conocida por la tele está el plano de la virtualidad, ¿hoy tomas como un trabajo más tu presencia en las redes?
-Sí, para mi las redes son un trabajo. Trato de no exponer mucho mi vida, separo lo que es trabajo de la vida personal. Es raro que muestre mi vida privada en redes, también para cuidar a los que me rodean, sobre todo porque tal vez no les gusta. Es más laboral lo que comparto con la gente por ese canal. Y yo soy muy tímida, lo que soy laboralmente, en lo personal soy todo lo contrario. Soy vergonzosa, no sé porque soy así. Tal vez de chica era más suelta, hoy me cuesta más abrirme en lo personal, que en lo laboral. A veces el que no te conoce te mira como la chica de la tele, pero fuera del trabajo soy María José. Es complicado que se entienda eso.
-Con la imagen, ¿sos obsesiva o aceptas la naturalidad?
-Yo entendí que es trabajo y cuando tengo que estar impecable. Y disfruto de no estarlo. Yo disfruto del vestido con brillos y de gala para los eventos, pero también de estar en pantuflas con jogging en mi casa. Soy la que se pone el vestido bomba y disfruto de estar relajada, cuando no me tengo que peinar o maquillar. Soy coqueta y me encanta producirme, eso es bueno porque sino sería un fastidio para mi trabajo. Además lo tomo como un juego el tema de la imagen, sin caer en la vanidad. Pero entiendo que tiene un principio y un fin laboral.
Con el correr del tiempo y cuando uno madura, entendí que es una cuestión de salud y no estética. Yo trabajo con mi cuerpo y es nuestro motor. Hay que cuidarlo, pero soy cero obsesiva, sino que me cuido para estar sana, no solo por una cuestión estética.
-¿Sos de plantearte objetivos todo el tiempo?
-Sí, todo el tiempo. Pero trabajo en el paso a paso, en mi lema de trabajo. Y cada cosa que haga que esté bien hecha, prefiero hacer menos, de calidad y hacerlo bien. Soy muy exigente conmigo planeo todo. Tengo un montón de bocetos de ideas, escribo todo. El programa de entrevistas se trabajó un montón de meses hasta encontrar la idea en el estudio. No paro de pensar, escribo todas las ideas. Creo que hoy se necesita de las personas que hagan, que emprendan, porque con hablar no hacemos nada, hay que hacer. Admiro a la gente que emprende y me siento un poco con ese espíritu.