Este viernes 28 de junio, el señor Manuel Otero Ramos, dueño y fundador de Otero Ramos Winery, recibió un distinguido reconocimiento por parte del Rey de España Felipe VI por su labor social e influencia comunitaria en la provincia y el país.
El evento se llevó a cabo en la bodega y la condecoración fue entregada por el Cónsul General de España en Mendoza D. Ramón Blecua Casas en una ceremonia llena de familia, amigos y figuras reconocidas.
Sobre Manuel
Manuel nació en Galicia, España, y junto con su mamá y sus tres hermanos llegaron al puerto de Buenos Aires en el año 1950. Al poco tiempo, su padre, quien era el sostén económico de la familia y había llegado a tierras argentinas meses antes, falleció; dejando a ocho hijos (cuatro nacidos en el país) y su madre.
Desde entonces, Manuel y su hermano José, de 11 y 13 años, comenzaron a trabajar. El primero consiguió un puesto de panadero, y el segundo, de lechero; por lo que no solo había plata para subsistir sino que no faltaron dos alimentos esenciales: el pan y la leche.
Así transcurrió su adolescencia; trabajando en distintos rubros, como mozo en el Palacio de Paz en Buenos Aires y de asistente en una inmobiliaria. Pero a su vez, Manuel se caracterizaba por la motivación profunda de ayudar a los demás; de no dejar al de al lado solo.
A lo largo de su vida, construyó distintas escuelas y colaboró con fundaciones como Conin. Supo siempre que el futuro se construía en la pluralidad, y ese altruismo lo llevó a lograr grandes cosas en su vida.
Con trabajo y esfuerzo, llegó a ser vicepresidente de Pepsico y construir una bodega en el corazón de Luján de Cuyo para él y su familia: Otero Ramos Winery, fundada en 2001.
Hoy goza de sus hijos, nietos y amigos que este viernes 28 de junio lo acompañaron a recibir este reconocimiento tan grande. Esta cosecha de los frutos de su vida, de su carrera y de sus obras de bien.
Por eso, el Rey Felipe VI decidió otorgarle la Cruz de Oficial del Mérito Civil: una de las condecoraciones más altas que entrega la corona española que, en este caso, la recibió un gallego medio argentino, un argentino medio gallego, pero sobre todo, mendocino de corazón.
Así transcurrió el evento
A las 12 del mediodía, decenas de invitados se reunieron en Otero Ramos Winery para celebrar el reconocimiento nada más ni nada menos que con un brindis de la mano de una selección especial de su propia producción.
En el salón principal de la bodega, se sirvieron distintos aperitivos y, a las 13hs, comenzó la ceremonia presidida por el Cónsul General de España en Mendoza D. Ramón Blecua Casas.
“Quiero destacar que para mi Manuel, al margen de su destacada trayectoria profesional y de su importante contribución a la sociedad mendocina y a la argentina en general, es un paisano. Los dos somos de Galicia y creo que hay algo en esas raíces que son profundas y le dan un sentido especial a la vida de aquellos que hemos decidido vivir en lugares lejanos”, expresó el Cónsul previo a colocarle la Cruz de Oficial del Mérito Civil, de plata bañada en oro.
Posteriormente, el Doctor Abel Pascual Albino, médico pediatra y fundador de Conin, estuvo presente en la ceremonia y se dirigió a Manuel con unas sentidas palabras: “por los frutos se conocen los árboles” afirmó luego de remarcar los hitos más memorables de la vida de su amigo a quien llama cariñosamente “Manolo”.
Por último, el condecorado tomó la palabra y agradeció a todos los presentes; a sus hijos, nueras, yernos y nietos; y destacó las bondades de la provincia que vio su a su familia nacer: “Cuando vienen a Mendoza, dicen “que linda, que rica es”; y cuando salimos y decimos que somos mendocinos es un orgullo. Los inmigrantes hicieron a Mendoza; la hicimos y fuimos parte de su historia y, más allá de lo que uno pone para llevar a cabo sus tareas diarias, es importante ser servicial a los demás”.
Entre algunas lágrimas, aplausos y brindis, se celebró con emoción y alegría este merecido homenaje a un ciudadano ilustre de la provincia. El festejo culminó después del almuerzo en donde, como no podía ser de otra manera, se sirvió una auténtica paella española maridada con algunos de los mejores vinos mendocinos.