El sol, pileta, viento y mar no son los mejores amigos de nuestro pelo en verano. Hacen que este se reseque y pierda su brillo y suavidad. Pero tranquila, porque en esta nota, te contamos todos los secretos y tips que utilizamos en nuestras peluquerías para aconsejar a las clientas cuando se van de vacaciones.
¿Cómo afecta nuestro cabello el verano?
La exposición solar en nuestro cabello tiene aspectos positivos, como el aumento de la temperatura local, lo que incrementa su actividad metabólica y favorece el crecimiento más rápido. Pero por otro lado, cuando exponemos el cabello y cuero cabelludo al sol en exceso, los rallos UV lo afectan y sobre todo en la raíz, que es la parte en la que se producen las quemaduras solares más intensas y que influyen en la queratina, una de las principales proteínas que forman el cabello y responsable de su brillo y color; dando lugar a la deshidratación, decoloración, sequedad, pérdida de brillo, etc. Por lo tanto, tomar sol sí, pero siempre con precaución.
Otro de los elementos que daña el cabello en el verano es el agua de piscina. No hay que olvidar que el pH de la piel es de 5,5 y, el del agua, de 7. Así que, ya de por sí, el agua es un elemento que reseca y deshidrata. Si a esto le añadimos el cloro (que deteriora el manto graso protector de la piel, atacando a sus aceites naturales) el resultado es un cabello seco, con frizz, y quebradizo. Además, el sulfato de cobre, sustancia que se añade a las piscinas para evitar la aparición de hongos, produce un efecto de decoloración en el cabello natural y aún más en los cabellos teñidos.
¿Y qué sucede con el agua de mar? En aquellas personas con cabello más graso, el agua salada contribuye a suavizarlo y darle volumen. Además, tiene un efecto anti-caspa y calma las irritaciones de la epidermis. Hay ya muchos productos cosméticos que incorporan agua marina y que están especialmente recomendados para este tipo de cuero cabelludo. Pero si tienes un cabello normal o seco, el pH del agua del mar (7,8) termina por restarle brillo, consistencia y elasticidad, por lo que no es aconsejable.
¿Cómo puedo combatirlo?
El primer buen hábito en verano es mojarse el cabello en la ducha antes de entrar en la piscina o en el mar. Como el cabello es poroso y absorbe agua, si ya está mojado antes de entrar en contacto con la sal o el cloro, su poder de penetración es menor.
En verano está permitido lavarse el cabello diariamente sin miedo a dañarlo, ya que en esta época del año sudamos más y esto también lo hacemos a través del cuero cabelludo. A ello se suma el cloro, la sal del mar, las espumas, etc., así que si está aconsejado lavarte el pelo diariamente.
Acondicionador y/o máscara son tus aliados en la playa o piscina. Es una de las claves básicas que te ayudará a hidratarlo aún más con el calor (que hace que se abra la cutícula del cabello). Al mismo tiempo, aplicando máscara o acondicionador lo estás protegiendo del sol. Una buena opción es nuestra línea de nutrición Leocut Argan nutritive o de color Leocut Ultra Acid. Las mismas te aportaran nutrición, hidratación, brillo, suavidad y vitalidad, ayudándote a reparar los daños causados por factores internos y externos que alteran la estructura del cabello.
Aplica máscara cuando salgas del mar. Éste es el mejor secreto para cuidar tu cabello en verano. Si has salido del agua y no vas a volver a entrar, enjuaga el cabello con agua natural y aplícate una máscara. Hará efecto durante el trayecto hasta casa y comenzará a reparar el daño solar en el cabello. Cuando llegues a casa y laves tu pelo, podes aplicar de nuevo la máscara y enjuagar sin tiempo de pose (la misma actuara como acondicionador).
Pero atención colocarte una máscara para ir a la playa o la picana, ¡No!, nunca apliques una máscara y no la enjuagues antes de ir a playa o piscina. Las máscaras tienen la función de abrir la cutícula y penetrar en el interior de la fibra capilar. De esta manera, los aires calientes junto con la arena pueden entrar con mayor facilidad y dañar desde dentro el cabello. Mejor aplica un aceite solar específico.
Cortar las “puntas” antes de emprender viaje a nuestro lugar de destino nos ayudará a mantener la fibra capilar en buen estado, evitando que no esté abierta o rota al exponernos al sol, lo que aceleraría la deshidratación del cabello. Tras las vacaciones, lo mejor es volver a acudir al estilista para cortarlo de nuevo. Así acabaremos con las famosas “puntas abiertas”.
Por otro lado, las herramientas de calor como el secador o la planchita ¡Dejalas para otro momento! Es clave alejarse de estos elementos durante esta época del año, sobre todo para evitar exponer a nuestra cabellera a más calor. Un secado al natural será perfecto y acompañará todas tus actividades.
Y por último, si vas a la playa o piscina, procura recoger tu cabello para proteger tu cuero cabelludo, evitando trenzas o peinados muy tirantes y usar accesorios tipo pañuelos o gorras.
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