Mon Laferte, la voz joven del continente, nominada a los Grammy, lanzó un hitazo mexicano

La cantante chilena publicó una ranchera con Alejandro Fernández y confirmó que es infalible cuando interpreta músicas con apego a las raíces. El simple dio lugar a esta charla, en la que reflexionó sobre feminismo, política y pandemia.

Mon Laferte, la voz joven del continente, nominada a los Grammy, lanzó un hitazo mexicano
Mon Laferte acaba de lanzar una ranchera mexicana que es suceso en las redes.

En el marco de una cuarentena productiva, Mon Laferte publicó una ranchera junto a Alejandro Fernández. Se titula Que se sepa nuestro amor y puede interpretarse como un gesto de gratitud de la chilena a la tierra que no sólo la cobijó sino que le permitió consagrarse como una gigante de la canción latinoamericana.

El dueto con el cantor mejicano es tan redondo que refuerza el carácter infalible de esta artista a la hora de acercarse a géneros con apego a la raíz.

“La chilena y el máximo representante de la música ranchera unen sus talentos y sentimientos para crear un clásico instantáneo que quedará grabado dentro del gran libro de la música tradicional mejicana”, se entusiasman desde el sello editor con toda lógica.

“En una excelsa producción musical, este dueto es una auténtica obra de arte que proyecta la pasión de ambos intérpretes por la cultura mejicana, reuniendo lo mejor del repertorio instrumental del país”, agregan.

“Guitarras acústicas, trompetas, violines, y hasta un acordeón acompañan a las poderosas voces de Mon y Alejandro que, desde lo más profundo del sentimiento, nos relatan una apasionante historia de amor a la mexicana”, redondea una comunicación oficial que no contrasta tanto con lo que Laferte expresa vía Zoom.

“No estaba escribiendo solo una canción de amor. Estaba pensando en una canción de principios: de ahora en adelante, el amor no debería ocultar jamás. Me pareció que al compartir la canción tenía que ser un dúo y pensé en Alejandro, el exponente más grande de la música regional, y estoy muy feliz de que aceptara”, dice la cantante que en 2020 ha propuesto un compilado acústico y en vivo (Sola con mis monstruos), otras colaboraciones (Dispara lentamente, con Manuel Carrasco; La danza de las libélulas, con Manuel García) y simples que actualizan su frescura e impacto (Biutiful, uno de ellos, fue nominado al Grammy Latino.

–¿Era una cuenta pendiente cantar con Alejandro Fernández?

–La verdad es que no. No porque no me parezca un súper artista, sino porque nunca me planteé hacer música tradicional mejicana. No lo imaginaba, sinceramente. Pero de pronto me vi encuarentenada (sic), componiendo un álbum que va hacia la música mejicana. Tiene que ver con lo que veo, con lo que pasa la radio que se escucha en el pueblo donde vivo. Entonces, tengo un álbum que va más hacia el folklore mejicano, se lo presento a mi disquera y allí me dan la idea de si quería tener a Alejandro Fernández. Él aceptó. Ha sido un regalo.

–La letra insta a sacarle el velo a un amor apasionado que está prohibido y oculto. Y vos acabás de exaltar esa idea. ¿Sos así en tu relación con los medios a la hora de exponer tu vida íntima?

–No sé. No sé si muestro mi vida íntima… No sé si lo hago o no. No sé si hay un parámetro. No tengo idea. No sé si a la gente le interesa conocer tantos detalles de mi vida. En realidad, cuento mis experiencias a través de mis canciones. Eso lo que hago. Y la gente, si es que le interesa conocerme a mí, puede hacerlo a través de las canciones. Puede encontrar cosas que han sido terapéuticas para mí. Por ejemplo, una vez le hice una canción a mi padre, que salió en el álbum La Trenza (2017). Nunca le había dicho demasiadas cosas a mi padre y se las dije en una canción (se refiere a Pa' dónde se fue, en la que narra el abandono que padeció de niña). En este álbum que saldrá próximamente hay una canción que le escribí a mi madre… En mis canciones está mi vida.

–El avance del feminismo ha trastocado todo, la música popular incluida. Entonces, consulto si, al escribir la letra como alineada al movimiento, desafiaste cierta matriz machista que subyace en la ranchera.

–La verdad es que no me siento con responsabilidad de tener que escribir como “Ey, voy a hacer una canción para empoderar a las mujeres”. Porque, primero, las mujeres nacemos poderosas y nadie nos tiene que empoderar nada. No soy un ejemplo social ni nada por el estilo. Soy una cantante, una artista, una cantautora que se expresa sobre lo que va sintiendo. Y si tengo ganas de hacer música tradicional mejicana, lo hago porque me encanta el mariachi, me encanta el folklore de México. Cuando escribí la letra estaba en una relación que debía ser oculta, así que terminé diciendo “Ey, estoy enamorada, estoy feliz, lo que quiero contar”. No se neutraliza una cosa con otra. Me considero una mujer feminista que canta canciones de amor y lo que se le da la gana. Puede ser lo que sea porque, precisamente, tengo la libertad de hacer lo que se me dé la gana.

Perspectiva

Mon Laferte llegó a Que se sepa nuestro amor a casi un año de su paso por la red carpet de los Grammy Latinos 2019. Más puntualmente, de aquella acción en la que mostró sus pechos con el mensaje “En Chile, torturan, violan y matan” escrito con fibrón negro sobre ellos.

Fue la denuncia más punzante al poder central chileno, acaso porque tuvo lugar en el epicentro del entretenimiento latino en Estados Unidos.

–¿Tenés la perspectiva suficiente para hacer un análisis retrospectivo de aquel momento?

–No termino de tener la distancia suficiente. Además, porque es un tema muy vigente. Estamos a pocos días del plebiscito en Chile (se refiere al referéndum que determinará si la ciudadanía está de acuerdo con iniciar un proceso hacia una nueva Constitución, previsto para fin de mes). Van a tener que pasar muchos años para que pueda ver aquello con perspectiva. No sé cómo llamarle. Podría decir que fue una performance. Lo siento muy reciente y muy vigente al tema que lo generó. Porque estamos en la puerta del plebiscito, la gente nuevamente está saliendo a las calles y se vuelve a encontrar con represión policial.

–¿Sos optimista con respecto al futuro inmediato de Chile?

–Sí. Quiero creer que vamos a ganar. Que la gente va a ganar. Hay mucho hartazgo, mucho cansancio de este poder absoluto y empresarial. La gente está muy cansada. De pronto pienso que, al ser chilena, sólo soy una clienta para el país. No soy una ciudadana, una mujer; soy una clienta. Y eso me perturba mucho. Eso va a cambiar.

El simple Biutiful podría usarse en Acabar, un podcast sobre el orgasmo femenino que hacen en Spotify Argentina. ¿La razón? Bueno, en sus versos iniciales está la respuesta: “Hoy me voy a tocar porque me siento biutiful/ Hoy me haré el amor porque me siento biutiful”.

Pero más allá de ese proceso de autosatisfacción, Mon Laferte plantea en la canción que, aun cuando el mundo se derrumba, miles de circuitos se conectan y la ponen bien. ¿Será realmente así? ¿Mantiene su espíritu con humor bajo cualquier circunstancia?

“La verdad es que sí, siempre he sido una piba positiva –contesta–. Cuando se nace y se crece con carencias, no te queda otra que ser positiva. Cuando me dicen ‘¿te gusta tal o cual comida?’, yo digo que como de todo. Porque mi mamá me daba lo que había y no podía quejarme. No tenía tiempo para estar pensando en irme hacia abajo y deprimirme. En mi adolescencia siempre he ido con ‘Ey, todo va a estar bien, vamos, vamos’”.

“Y sí, algo sucede en mí que puedo estar en el punto más oscuro (la mayoría de las veces una se deprime por estupideces, a decir verdad) y algo se conecta para obligarte a razonar ‘todo va estar bien’. Es pura química”, completa.

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Te amo @jalilmusic FELIZ CUMPLEAÑOS!!!

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¿Hasta la victoria?

–¿Te veías venir la tremenda pegada que “Amor”, tu colaboración con Los Auténticos Decadentes, tuvo en Latinoamérica?

–No… Fue toda una sorpresa, la verdad. Me invitaron y dije “está canción es increíble, tiene que ser un súper hit”. Pero como a veces creo que una canción puede ser popular, otra que no y después resulta todo al revés, no me di crédito. No vi venir este éxito, pero me encanta que haya sucedido. Los Auténticos son grandes. Les tengo un cariño a todos; y a Jorge (Serrano), particularmente. Qué bonito. Gracias a este éxito me presentaron ante mucha gente en la Argentina.

–¿Cómo te sentís con las nominaciones a los Grammy Latinos? ¿Sos competitiva, buscás la victoria a cualquier precio?

–Al menos hasta hoy, nunca estuve en la onda “tengo que ganar”. Soy competitiva cuando juego a las cartas, eso sí. Es que la de los Grammy es una celebración en sí misma. Es “OK, somos las personas que estamos siendo parte de la industria”. Y luego te encuentras con colegas, los saludas, tomas un café con ellos. Es un momento de encuentro. Lo veo de otra manera. Es como un documento histórico. En el futuro, recortarán la ceremonia y dirán “esto es lo que pasaba en 2020 en la industria musical latina, estos son los artistas que estaban haciendo cosas”… Obvio que es muy bacán estar considerada. Y más sin tener un disco, porque fueron canciones sueltas. Biutiful es una humorada, un desorden y, de repente, guau, nominada a los Grammy Latinos.

–Por último, te pido una reflexión sobre este momento de la humanidad. ¿Realmente creés que vamos a salir mejores?

–Me encantaría tener esa y todas las respuestas. Me gustaría creer que sí. Lo que sí tengo en claro es que yo soy una persona diferente. Antes de esta situación estaba muy influenciada por los estímulos exteriores: publicidad, números, streaming, éxito y pum, pum, pum. Ahora estoy todo el tiempo en casa. Tener ese momento de intimidad con las canciones y conmigo… Café, vinito, la guitarra… He pasado tardes de no hacer nada. Sencillamente, tardes de pensar, mirar y ya. Bueno, pensar es bastante. Los humanos le huimos a la posibilidad de pensar. Pero yo sí me siento otra persona, realmente. Que mira más para adentro. Me deshice de un montón de cosas que no necesitaba y me siento muy bien.

Nominada

Mon Laferte obtuvo dos nominaciones para la 21ª entrega de los premios de la Academia Latina de la Grabación: mejor canción alternativa por Chilango Blues y Mejor canción de rock por Biutiful.

Mon, ganadora en el 2019 del Grammy Latino como mejor álbum alternativo por su disco Norma (2019), es nuevamente nominada gracias estos simples que llevan más de 10 millones de vistas.

Los premios se realizaran el próximo 19 de noviembre, Miami (Florida, Estados Unidos).

*Este texto fue publicado originalmente por La Voz. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.

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