Si creen que el coronavirus se ensañó con Andy Kusnetzoff, esperen a ver lo que le hizo a Aptra. Luis Ventura, el presidente de la Asociación de Periodistas de Televisión y Radio, vio cómo la nave insignia de la organización, el Martín Fierro de aire, se hundió el 10 de mayo pasado, su fecha original, y ahora vadea quién sabe hacia dónde.
“Conforme a los hechos de público conocimiento respecto al coronavirus (COVID-19) y siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, del Gobierno Nacional y del Gobierno de La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en una decisión conjunta de APTRA y El Trece los premios Martín Fierro de Aire, a la producción 2019 serán suspendidos hasta mediados del mes de agosto”, comunicaron en marzo sobre la ceremonia, que iba a ser conducida por Mariana Fabbiani y Guido Kazcka.
Ahora, con el panorama más claro (aunque no demasiado), el “mediados de agosto” suena demasiado optimista. Por estos días las esperanzas de Ventura quieren que, al menos, la ceremonia se haga antes de fin de año, como se pueda, con el presupuesto que sea y en el lugar que se considere el Gobierno porteño que se ajusta mejor al protocolo. Y aunque reina la incertidumbre, en especial sobre qué canal lo emitirá, pues El Trece se bajó del proyecto, hay algo que ya está confirmado: se va a hacer al aire libre, para garantizar una circulación más fluida.
De hecho, Ventura dijo en “Informados de todo” (América), que le encantaría que fuera en el obelisco, una propuesta que ya le hizo llegar a Horacio Rodríguez Larreta. Aptra asegurará higiene total, distanciamiento social, un protocolo diseñado por infectólogos especialistas e incluso menos invitados que lo usual. Aceptará todas las condiciones para que el barco no se hunda. Y aun así, todavía no tiene el sí del gobierno porteño...
Hasta entonces, todo es un limbo de especulaciones e ilusiones. Así se vio en el reguero de notas que han hecho los medios esta semana al respecto. Es que sí, todos quisiéramos que el Martín Fierro se haga en noviembre o diciembre, y que además ése sea el gran reencuentro de los famosos.
Pero cuando pensamos un poco en frío se nos pincha el globo. Y hay razones.
Primero: ¿Se imaginan la incomodidad de los invitados (y la de nosotros viéndolos) en un mar de alcohol en gel, barbijos, vallas y demás escenarios distópicos de algo que en definitiva se recomienda no hacerse? Nosotros sí, e impondrá una atmósfera para nada festiva y horrible visualmente.
Segundo: lo más probable es que los famosos que tengan algún factor de riesgo elijan guardarse en sus casas o, si es que le ponen onda, nos dejarán verlos por Zoom. Hablamos de una ceremonia en la que no estarán ni los que le ponen glamour, como Susana Giménez, ni los que tiran frases polémicas, como Jorge Lanata, ni esos astros que le ponen el condimento nostálgico a la noche como Pinky o Cacho Fontana (infectado de Covid-19, por cierto)... Y ni hablar de Mirtha Legrand, que desde principios de marzo no sale de su casa. Es decir, ausencias que se sentirán.
Y tercero: un poco por la falta de personalidades y otro poco por la situación forzada del protocolo, a la ceremonia le faltará mística. Y si sumamos que todos se estarán disputando premios del año pasado, ¡nos va a parecer estar viendo el canal Volver! A ver, por poner un ejemplo, ¿a algún televidente le importará realmente en diciembre que “Pequeña Victoria”, que terminó hace un año exacto, se lleve algún hombrecito dorado? Difícilmente. Si es que el Martín Fierro ya venía de capa caída, una ceremonia sin mística terminará de fulminarlo.
Pero aun así, se hará. No sacrificará su evento más emblemático Aptra, que además está afrontando serios problemas económicos. Viendo una alternativa y una forma de expandirse, Ventura ya tiene su mirada puesta en las ediciones de los Martín Fierro del campo, el federal , el de la moda, el digital y el latinoamericano... podrá inventar cuantos premios quiera, pero el Martín Fierro es el Martín Fierro de Aire y eso lo sabemos todos. “Aptra vivirá con los adelantos de pago de todas esas fiestas, que se harán cuando se pueda”, confesó a principios de junio en Teleshow de Infobae.
Y por si fuera poco, Ventura ya se está adelantando a lo que va a pasar el año que viene. Es decir: la pandemia afectó a la televisión completamente, y solo los programas de noticia pueden aún flotar con éxito en el mar del caos. La cuarentena retrasó lanzamientos (como el “Bailando”), puso en jaque a los programas en vivo y con invitados (a Mirtha la reemplazó su nieta, se infectaron primero Lizy y después Andy), suspendió tiras como “Separadas”, etcétera... ¿en qué condiciones se darán los premios en el 2021? Ya nos imaginamos una televisión convaleciente. Las ficciones nacionales, por ejemplo, brillarán por su ausencia y ya se ve que la falta de candidatos hará que esas categorías estén desiertas.
Pero para eso todavía falta. A Ventura le gustaría, ya dijo, empezar a premiar producciones de Netflix, Amazon y otras plataformas, porque hay reconvertirse, dicen, y eso es totalmente válido, ¿no? Lo bueno es que en ningún momento se le pasó por la cabeza premiar novelas turcas...