¿Qué niño de la década de los 80 no soñó con tener una prolija e impoluta cabellera rubia, simétrica y digna de una publicidad de sofisticado shampú con ceramidas como la que ostentaba Adam, príncipe de Eternia, y cuyo alter ego no era otro que el mismísimo He-Man? ¿Qué infante de esos años no levantó, aunque sea, un palo de escoba al grito de ‘¡Por el poder de Grayskull, yo tengo el poder!’? ¿Y quién de ellos no tomó la leche a la merienda viendo ‘He-Man y los Amos del Universo’?
He-Man marcó una era, una infancia de quienes hoy oscilan entre los 35 y 45 años y la adultez de los padres de aquellos años que, como podían, hacían malabares para poder comprar las figuras animadas y cualquiera de sus productos derivados (tener la Espada de Grayskull en tamaño real era la aspiración máxima de cualquier fanático de He-Man).
El 23 de julio pasado Netflix estrenó la primera entrega de una de las series más esperadas por los nostálgicos fans y quienes supieron ser niños en los ’80; Amos del Universo: Revelación. El “hombre más poderoso del universo” (como se definía a sí mismo en la histórica presentación ochentosa del dibujito y que en esta nueva versión brilla –tristemente- por su ausencia) volvió en una versión renovada, mejorada en lo referido a gráficos y animaciones y también distinta desde el punto de vista de la historia y la trama. Y sí, los tiempos cambiaron desde los 80 y el empoderamiento femenino es el gran protagonista del siglo XXI. Y de “Amos del Universo: Revelación”.
Por esto mismo no sorprende que He-Man y su alter ego (el príncipe Adam) apenas tengan una mínima participación protagónica en los episodios uno y cinco (primero y último), mientras que las grandes artífices de la historia completa sean Teela (una de las integrantes de los Amos del Universo, guerrera y entrenadora del mismísimo He-Man) y la hechicera Evil-Lyn, quien fuera presentada históricamente como la secuaz y subordinada de Skeletor (dentro del bando malvado) y quien en esta nueva serie de Netflix toma un marcado protagonismo. Si hasta el propio Skeletor, némesis de He-Man, se convierte en un personaje secundario y quien –al igual que el blondo guerrero- queda indefenso y a merced de lo que puedan hacer las mujeres.
He-Man en Netflix y las críticas de siempre
Este empoderamiento de Teela y Evil-Lyn en pleno 2021 asoma como una necesaria y esperada revancha para el lugar secundario al que ambas mujeres habían sido relegadas en la serie original. Pero, como suele ocurrir, no fue muy bien recibida que digamos por todos los fanáticos. En especial por aquellos más fundamentalistas que parecieran no concebir que otros personajes puedan tener más protagonismo que He-Man, y que ellos podrían ser precisamente personajes femeninos.
Por ejemplo, en la web mundial especializada en críticas de cine y series, Rotten Tomatoes, la valoración de la serie apenas llega a 34%. Y las críticas generales la califican como “aburrida” y cuestionan que el feminismo haya tomado tanto protagonismo. El director de esta nueva producción, Kevin Smith, se refirió recientemente a las múltiples críticas por esta nueva versión. Y no tuvo demasiada paciencia ante la catarata de críticas.
“Leo a la gente en línea diciendo: ¡Se están deshaciendo de He-Man!’. ¿De verdad esa gente cree que Mattel Television, quien me contrató, quiere hacer un programa de Masters of the Universe sin He-Man? ¡Crezcan de una puta vez!” disparó, indignado. Smith en una reciente entrevista con Variety.
“Cualquiera que diga: ‘No hay suficiente He-Man’, no entiende el programa en el que lo basamos. Había episodios en los que él perdió la espada y nunca se convirtió en He-Man. No era que He-Man siempre salvaba el día, sus amigos lo ayudaron. Y ese era el punto del programa”, siguió el director. De hecho, Amos del Universo: Revelación constará de dos partes y se espera que la reanudación –hasta el momento se han estrenado solo 5 episodios de entre 25 y 30 minutos cada uno-, Adam y He-Man tengan un mayor protagonismo.
Si tuviésemos que juzgar la flamante creación de Kevin Smith para Netflix, Amos del Universo: Revelación desde el punto de vista de la historia; técnicamente el punto de partida del director es acertado. Y es que retoma la historia desde donde quedó el último de los episodios de la serie original y con sus personajes emblemáticos (He-Man, Skeletor, Teela, Orko, Cringer, Man-At-Arms, Evil-Lyn y la Reina Sorceress). Las licencias de Smith, en ese caso, comienzan a partir de la línea con la que decide continuar.
En su cuenta de Twitter, Kevin Smith continuó con el debate e intentó darlo por finalizado. “En realidad, esto (por las críticas al feminismo) es un poco halagador. The Boys y Capitana Marvel también pasaron por esto, ¡así que estoy en buena compañía! El bombardeo de revisión (review-bombing) es transparente, así que afortunadamente no nos hará tropezar”, concluyó.
He-Man en Netflix: mejores gráficos y otras diferencias
En lo que todos los fanáticos de He-Man están de acuerdo es en la mejorada versión de las animaciones. La animación de Amos del Universo: Revelación es de Powerhouse Animation Studios, la productora de Estados Unidos que está también detrás de Castlevania y de videojuegos como Mortal Kombat X.
Además de los escenarios mejorados –aunque respetan el espíritu original de cada detalle-, los gestos y movimientos de cada personaje, así como también su apariencia, lucen perfeccionados a la enésima potencia. De hecho, un detalle a destacar es que –a diferencia de la serie original- la principal diferencia entre Adam y He-Man no es únicamente un tono de piel más bronceado y que se lo ve vestido como guerrero, sino que en su versión de Príncipe de Eternia, el personaje tiene un físico más insignificante y sin la musculatura característica de He-Man.
Si de parámetros aggiornados hablamos con respecto a los tiempos que corren, tampoco debería llamar la atención que la personificación de Grayskull como personaje (el guerrero que le da nombre al castillo y el origen de los secretos de la magia) sea la de un imponente guerrero bárbaro y de piel oscura.
Teniendo en cuenta la tecnología actual, no llama para nada la atención que la caricatura, sus detalles y su desarrollo sea infinitamente superior al de los ’80. Pero esto no tiene que ver solamente con los avances tecnológicos, sino con lo básica que era la animación de la serie original (incluso para la época). Y en esto tiene mucho que ver que He-Man se convirtió en un dibujo animado casi por accidente y luego de una improvisada mentira.
He-Man, dibujo animado por accidente
La hasta entonces poco conocida productora Filmation fue quien encaró el desafío prácticamente improvisado de convertir a He-Man (que nació exclusivamente como un juguete de la firma Mattel y que pretendía hacerle frente al abrumador éxito de Star Wars y todas sus figuras) en una serie animada. Y con todas las limitaciones de la época (sumadas aquellas que surgieron de un estudio de animación que no estaba precisamente entre los más vanguardistas) dieron vida a una serie que hizo historia.
“Yo soy Adam, príncipe de Eternia y defensor de los secretos del Castillo Grayskull. Él es Cringer, mi más querido amigo. Fabulosos y secretos poderes fueron otorgados el día en que levanté en alto mi espada mágica y dije: ‘¡Por el poder de Grayskull; yo soy He-Man!’. Cringer se convierte en un felino súperpoderoso y yo me transformo en He-Man, el hombre más poderoso del universo. Solo tres seres comparten este secreto: la Reina Sorceress, Man-At-Arms y Orko. Juntos defendemos el Castillo Grayskull de las demoníacas fuerzas de Skeletor”, enunciaba el protagonista de la serie en la intro y cada vez que comenzaba uno de los episodios en su versión en español latino. Y los gráficos eran más que básicos.
No solo en la presentación, sino también en los capítulos sobresalían escenarios estáticos, repetidos hasta el hartazgo y hasta cuerpos y figuras fijas que apenas sufrían alguna modificación mientras de la boca de los personajes se desprendían los diálogos.
Todos estos detalles de la original serie animada de He-Man parten de un mismo hecho: He-Man y los Amos del Universo no habían sido pensados en un principio como un dibujo animado. Todo se remonta a fines de la década del 70 y en la época en que fue estrenado el Episodio IV de Star Wars. George Lucas ofreció a Mattel la licencia para desarrollar las figuras animadas de su más reciente creación, pero el director de Mattel –Ray Wagner- no quiso pagar 750.000 dólares para hacerse con los derechos. La pequeña juguetera Kenner finalmente los adquirió y fue la decisión más sabia que pudieron haber tomado, y una decisión de la que probablemente Wagner se arrepentiría el resto de su vida.
Intentando desandar este paso mal dado, los directivos de Mattel calibraron todos sus radares para poder dar con un personaje que pudiera salir a competirle a Darth Vader y compañía. E hicieron una nueva apuesta, que tampoco salió muy bien: En 1981 cerraron todo para poder fabricar muñecos de la película “Conan, el bárbaro” (protagonizada por Arnold Schwarzenegger) y cuyo estreno era inminente.
Pero cuando la película de “el bárbaro” vio la luz, fue prohibida para menores, por lo que el público de los seis muñecos en que habían pensado inspirados en la película se esfumó casi en el acto. Y este nuevo traspié terminaría por ser la génesis de He-Man.
La empresa fabricó la figura de un corpulento sujeto, tal vez inspirado en la apariencia de “Conan”, pero diferenciándolo del personaje de Arnold. Fue Mark Taylor quien lo creó, y lo bocetó rubio, con apariencia vikinga y con una sola premisa: este personaje sería inédito, no estaría basado en ninguna película y sus aventuras transcurrirían entre magia y fantasía (para hacerlo más atractivo para los niños). Así nació He-Man y toda su legión / colección de Amos del Universo.
El paso más importante ya estaba dado: crear al personaje que nació por la mala decisión de no fabricar los juguetes de Star Wars, pero que –al mismo tiempo- intentaría competirles cabeza a cabeza. Ahora restaba posicionarlo como tal para que su llegada a las jugueterías sea un éxito. Mark Ellis, director de marketing de Mattel, convocó una reunión con los empresarios más importantes del rubro y dio a conocer lo que –creía- era un brillante plan: a la figura de acción de He-Man le acompañaría una historieta y cómics de lo que actualmente es la franquicia DC. El detalle es que esto no convenció a los empresarios, quienes le reprocharon que no sería fácil lograr que los chicos leyeran. “Claro, pero todavía no les hablé sobre los especiales animados para televisión que estamos produciendo”, argumentó Ellis.
¿El detalle? Esa respuesta se le ocurrió en el momento y Mattel jamás había pensado hasta entonces en hacer una serie animada de He-Man. Pero la buena recepción de los jugueteros terminó por escribir el destino de He-Man y los Amos del Universo. Lo que sigue ya lo hemos detallado: Ellis contactó a Filmation tras la primera negativa de la productora más exitosa de la época (Hanna-Barbera), y desde la firma convencieron al creador de He-Man de que el mejor complemento para las figuras de acción no era un especial animado, sino una serie de TV completa.
En total. La serie de Filmation contó con dos temporadas y un total de 130 episodios.
He-Man, un fenómeno de culto
A fines de 1982 los muñecos de He-Man llegaron a las jugueterías norteamericanas, mientras que el dibujo animado de Filmation vio la luz en septiembre de 1983. Con el paso de los años, el éxito de He-Man fue creciendo a mediados de los 80 y sus juguetes se convirtieron en un fenómeno mundial, a tal punto de que ya en los 90 se convirtió en una serie y todo un universo considerado de culto.
Las figuras de acción de Mattel se convirtieron en verdaderos y codiciados objetos de colección, todo su mundo mutó a películas y un cómic de DC que también tomó un gran protagonismo. Antes del más reciente lanzamiento de Netflix, He-Man y los Amos del Universo tuvo sus intentos de reversiones y series para continuar la historia, aunque todos fueron por demás olvidables. En 1990 vio la luz la serie Las Nuevas Aventuras de He-Man, y fue un gran fracaso. La misma suerte corrió la producción He-Ro, centrado en el hijo del “hombre más poderoso del universo” y su compañera Teela (la misma que es protagonista estelar en la serie de Kevin Smith para Netflix).
El siglo XXI también llegó con un poco exitoso proyecto para reflotar todo este universo con un reboot de He-Man y los Amos del Universo (2002). Claro que ninguna de las series llegaron siquiera a hacerle sombra a la original.
Hace ya un par de años Netflix tuvo disponible en su catálogo las escasas dos temporadas y solo 130 episodios originales de He-Man y los Amos del Universo, los mismos que marcaron una época. Y recientemente, la misma plataforma de streaming lanzó la última serie existente centrada en estos personajes.