Desde hace años, el Stand Up viene ganando terreno en la escena humorística. Tras la pandemia, sentarnos a ver un especial de comedia en las plataformas de streaming se ha vuelto una rutina clásica.
No sólo porque la risa se ha convertido en algo puramente necesario en los tiempos que corren, sino porque aquellos especiales cada vez están más empeñados a atraer la atención de los usuarios en las plataformas. Y lo han logrado.
Sus presupuestos han aumentado, las bromas son cada vez más inteligentes y el apelar a la empatía del público con situaciones que acogen a toda una generación se ha vuelto un punto fundamental para que aquellos shows funcionen.
Desde feminismo, consumo, experiencias, relaciones y mucho más, se ven reflejados en una comedia que invita al espectador a ser parte. Rompe con aquella pared que genera la pantalla y cada vez el público se siente más identificado con aquellas situaciones que, desde el humor, se plantean.
En esta nota recorremos cinco de los shows más variados y atractivos que Netflix ofrece en su catálogo.
Malena Pichot: Estupidez Compleja
Quienes la conocen, saben que su humor va destinado principalmente al feminismo. Aunque lejos de reprender, busca la risa a partir de prácticas que hoy no se asemejan a la cultura actual. A la lejanía, podemos ver una sociedad que ha evolucionado en materia de derechos hacia la mujer, aunque hace apenas algunos años esto no ocurría.
Si bien el show data de 2017, por lo que encontraremos algunos fragmentos dedicados a la penalización del aborto, es un reflejo de una sociedad que por años se valió de la mujer en un plano inferior. Y que hasta hoy se sigue reformando.
Pichot pasará por la diferencia en la sexualidad entre hombres y mujeres, las diferentes etapas vividas por las mujeres entre los 20 y los 30 años y la naturalización de diferentes conceptos que a lo largo de los años han cambiado.
La risa es segura para cualquier género. Porque nos hace mirar para adentro, repensar desde la comedia, desde un guion inteligentemente montado para exponer un mensaje sin sonar pedante.
Pete Davidson: Alive From New York
El comediante de Saturday Night Live tuvo su propio especial de Netflix en 2020. Pete Davidson tiene 28 años y ello se ve reflejado en su performance. Con un tono irónico, aunque sincero, logra hacer entrar en clima al público, sintiéndose empatizado con aquellas anécdotas.
Una generación se ve reflejada en sus bromas. Y, aunque por momentos salga de las líneas aceptables, resulta ser entretenido y cierto.
Logra empatizar abordando temas como el consumo, la paternidad, las relaciones, las redes sociales y la muerte, abordándolo desde una perspectiva generacional puramente destinada a los milennials.
Algo que vale destacar es que no deja al público excluido. Su guion se adapta a cualquier región o cultura, algo que en ocasiones no ocurre con especiales de Stand up o comedia internacionales, donde los chistes locales dejan a los demás excluidos.
Ellen Degeneres: Relacionable
Ya la conocemos en profundidad en su ciclo de entrevistas, aunque podemos admitir que verla al frente de un Stand Up es otro rollo. Caracterizada por un humor ácido, Ellen nos lleva por un show de bromas donde ella se posiciona en un rol de “estrella” intentando conectar con la gente normal.
Se trata de su primer stand up desde 2003, en donde toda una vida ha pasado desde entonces. Ellen es un ícono de la libertad y la confianza, que logra empatizar con los espectadores desde su costado más sincero.
Este show nos da lo mejor de una figura conocida, que luchó durante sus primeros años para ganarse un lugar en la industria y que dejó a aquella standupera atrás para volverse toda una celebridad. Aunque la humildad quedó resguardada para una ocasión especial: su regreso al escenario.
Bo Burnham: Inside
Probablemente uno de los Stand Up mejores realizados de Netflix sea esta genialidad que Bo Burnham nos regaló durante la pandemia. Son reconocidos sus shows por verse predominados por la música, aunque particularmente en esta producción, que realizó el comediante y actor la soledad de su casa mientras se establecía el aislamiento, la canción tiene un papel fundamental.
A través de música y letras compuestas por él, Burnham nos invita a un humor inteligente, bizarro por momentos, triste por otros, aunque con una producción totalmente magnífica.
Resuelto en un único escenario, que se desarrolla en la habitación de invitados de su casa con un piano eléctrico en medio, el especial del comediante resulta ser todo aquello que necesitábamos en medio del aislamiento.
Hoy, el especial se disfruta desde la nostalgia y el reconocimiento, rememorando meses de encierro que nos encontraron a todas las personas en un mismo lugar.
Aunque no sólo se limita a ellos, sino que Burnham va más allá con una mirada crítica y un discurso inteligente, atravesado por el humor, sobre la terapia, la situación musical, la economía, entre otros temas.
Se trata de un show cuidadosamente armado, atractivo en sus visuales, en su banda sonora pero sobre todo, en su guion.
Lucas Lauriente: Todo lo que sería
Diferente al resto de los shows que venimos recomendando, la presentación de Lucas Lauriente está particularmente destinada a relatar anécdotas propias del humorista. Pero, a pesar de no apelar a la empatía contando situaciones que probablemente todos vivimos, la risa sale sola.
Lauriente tiene un carisma que prácticamente obliga al público a sumarse a este carnaval. Desde tirarse de paracaídas, el “cholulaje” de conocer a los famosos y pensamientos al azar que en algunos momentos pasaron por la mente de todos los que se encuentran en la sala, estarán reflejados en un humor liviano, aunque sincero.
El comediante tiene la capacidad de trasladar al público al contexto en que relata la historia, como cuando describe en profundos detalles algunas escenas que finalmente lograrán crear una imagen mental de lo que él intenta narrar.
Lauriente es cómico por naturaleza, y su show deja en evidencia que se trata de uno de los humoristas más elegidos por el público argentino. No hay dudas de que un stand up de Lucas es la opción segura para la risa. Y si es junto a Lucho Mellera, mejor aún.