Pimpinela: “Siempre fuimos en contra de las modas”

Lucía y Joaquín Galán son parte del jurado del reality “La Voz Senior” en Perú. En plena gira con distintos proyectos, ajustan las grabaciones de nuevas canciones, preparan un disco aniversario por sus 40 años con la música y el hogar “Pimpinela para la Niñez” cumple 25 años.

Pimpinela: “Siempre fuimos en contra de las modas”
Lucía y Joaquín Galán debutaron como jurados de La Voz Senior en Perú.

Por estos días, Lucía y Joaquín Galán viven días agitados en Perú. En plena grabación del reality “La Voz Senior”, el dúo Pimpinela recaló en el país para formar parte del jurado de uno de los programas más exitosos de habla hispana.

Acostumbrados a viajar y estar un largo tiempo fuera del país, el dúo desde mayo comenzó a delinear una serie de compromisos y proyectos que los llevó a Estados Unidos y España. Y aunque ya tienen experiencia como jurados con su paso por “Cantando por un Sueño” y el reality “Laten Corazones”, a fines de junio comenzaron las grabaciones de “La Voz Senior” de Perú.

La dupla debutó en el concurso de talentos en el que participan cantantes a partir de 60 años. Al igual que el formato de la Voz, cuenta con tres fases y el concurso dura dos meses.

“Llegamos el 25 de junio y nos quedamos hasta el 29 de julio, para la etapa de las audiciones a ciegas. Y en agosto volvemos a Buenos Aires. Y en septiembre volvemos dos semanas para grabar el final del programa”, cuenta Lucía Galán sobre su estadía en Perú con una apretada agenda de grabaciones que les lleva gran parte del día.

Acompañados por su familia, los hermanos Galán disfrutaron de las giras y los compromisos en el exterior en vísperas de un periodo prometedor cargado de festejos y nuevas canciones.

“Desde el año ’82 que no paramos de hacer giras y costó un poco todo este tiempo de pandemia. Y ahora desde abril estamos dando vueltas, pero aún no retomamos los conciertos, aunque en breve vamos a informar cómo quedan las fechas programadas. Nos adaptamos como todo el mundo”, expresa Joaquín.

-Vuelven a la televisión, pero con una propuesta diferente y debutando como jurados de La Voz

Lucía: -Nos gustó esta propuesta porque es la versión de la Voz Senior, abarca a participantes adultos, que quizá no tuvo la posibilidad de lograr su sueño o que canta de manera amateur; es un formato que tiene mucho éxito en países como España y México. Y nosotros felices de poder cumplir y de compartir esta emoción de los que pasan por el escenario y cantan con tanto entusiasmo.

-Pero antes estuvieron grabando en Estados Unidos.

Lucía: -Sí, estuvimos grabando nuevas canciones. También fuimos una semana a España a grabar un comercial de una serie muy famosa de una plataforma, pero aún no podemos decir nada. Y después vinimos para acá.

-Se tomaron el avión y no volvieron.

Joaquín: -Así es. La energía no las da las actividades, de poder trabajar. Pero por suerte compartimos todo este tiempo con nuestras familias. El tiempo que estuvimos en Estados Unidos estuvo mi hijo Francisco y mi esposa Viviana. Ahora está Rocío mi sobrina aquí en Perú. Siempre tenemos nuestro grupo de gente que nos acompaña y a veces toca estar solo. Pero es la profesión y con el tiempo se valora más el trabajo, y también elegimos que hacer de todo las posibilidades que surgen.

-¿Qué pueden adelantar de las nuevas canciones, viene algo parecido a “Traición”?

J: -Se viene otra historia de esas que pasan y nos son tan contadas. Por lo menos no conozco una canción que hable de esto. No te voy adelantar nada, para que se sorprendan como sucedió con “Traición”. Pero es una historia que derriba ciertos prejuicios que hay y es distinta. Y mientras tanto estamos preparando el álbum de los 40 aniversarios para el año que viene. La idea de la compañía y nuestra es hacer un repaso de los grandes éxitos cantándolos con amigos, con artistas de España, de América. Y todo eso se está cocinando para el próximo año, pero mientras vamos a ir soltando canciones nuevas que sigan identificando.

-A lo largo de su camino, ¿sienten que desde el comienzo rompieron estereotipos tanto con las canciones como el formato a dúo?

Lucía: -Sí, claro. Creo que rompimos de todo y también los estereotipos (ríe). En los ’80 cuando terminó la Dictadura y comenzó la Democracia todos cantaban rock nacional, y nosotros aparecimos con “Olvidame y pega la vuelta”. Éramos todo lo contrario, cuando en el estadio Obras Sanitarias actuaban grupos de rock y lo llamaban el templo del rock, nosotros dijimos de hacer nuestros conciertos en Capital ahí. Y los empresarios rockeros nos decían que era lo último que íbamos a hacer en nuestra carrera. Creo que siempre fuimos en contra de las modas, en contra de la corriente. Y ese fue uno de los motivos que nos mantuvo durante cuarenta años.

Cuando nadie hablaba de muchos temas en las canciones, nosotros lo hacíamos como la violencia de género como con “Cuéntale al mundo”, “Me levantaste la mano” o como cuando cantamos en contra de la xenofobia con la canción “Pase lo que pase” y el video que fue muy premiado. Creo que hasta nos tomamos el pelo con algunas canciones, como “Cuanto te quiero”. Recuerdo que una vez nos encontramos en un canal con el Flaco Spinetta y nos dijo: “Che muy bueno el rockcito ese que hicieron”. Y nos sigue gustando romper un poco los moldes, mientras podamos seguir rompiendo algo lo vamos a hacer.

Los Pimpinela se encuentran grabando el reality que busca la mejor voz adulta.
Los Pimpinela se encuentran grabando el reality que busca la mejor voz adulta.

Su compromiso con la niñez

Ya consagrados y siendo una de las duplas más populares del país y habla hispana, en 1996 los hermanos Galán se embarcaron en la tarea de crear un hogar para niños vulnerables, y generar un puente entre la adopción y la contención en la niñez.

La Asociación Civil sin fines de lucro brinda asistencia integral y gratuita y a lo largo de los años más de quinientos niños y niñas han logrado tener una familia adoptiva. Con el apoyo de amigos y el compromiso con la causa, el “Hogar Pimpinela para la Niñez” cumple 25 años y es el mayor orgullo de los hermanos.

El año pasado debido a la pandemia y la cuarentena, cerraron por unos meses el hogar ubicando a los niños internos en la casa de colabores, e incluso Lucía cobijó en su domicilio a un adolescente que era parte de la Asociación.

-Es un compromiso muy grande el que asumieron con el hogar, ¿Alguna vez pensaron en bajar los brazos?

Lucía: -En estos 25 años hubo momentos extremadamente difíciles, complicados a nivel económico. Y cuando ocurrió el accidente del hogar donde fallecieron siete seres amados, esa fue la única vez que pensé que no podía seguir. Pero cuando fuimos al hogar después del entierro desgarrador, vimos a los chicos que estaban en el hogar y como nos miraban, y decidimos seguir.

Celebrar 25 años es real porque es mucho esfuerzo, pero no sé si es la palabra. Porque al mismo tiempo es un lugar que acoge a chicos que están en situaciones cada vez más vulnerables y críticas. Ojalá algún día podamos cerrarlo y convertir ese espacio en otra cosa, que no tenga que existir. Ese va a ser el triunfo de nuestro país, nuestro y de la sociedad.

-¿Qué es lo que se hace cuesta arriba en la tarea?

Lucía: -Lo que más cuesta es la contención emocional, porque a veces hay historias que aparecen aisladas en las noticias y la gente se impresiona porque da mucha tristeza. Pero lamentablemente eso ocurre todos los días. Cuando ves que un niño de dos años ingresa al hogar con sífilis porque fue abusado por algún miembro de su familia, eso es lo que más cuesta. Porque no te entra en la cabeza como un adulto puede hacerle tanto daño a un niño. Y después trabajar con el niño, que confíe en un adulto, que vuelva a sonreír. Al mes ya son otras personas, pero es un círculo vicioso que lamentablemente cada vez es peor.

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