Agustina Gatto, directora y co-autora de “Por siempre Marisol”, telenovela online realizada íntegramente en cuarentena que reversiona desde un humor desopilante el espíritu de los culebrones mexicanos de los ´90, dice haber encontrado en la plataforma Zoom “un lenguaje posible” aunque “la calidad depende más de los creadores que del soporte”.
“A futuro me parece un lenguaje posible”, explicó Gatto, dramaturga, guionista, directora y docente, tras la experiencia de completar los 7 capítulos de 8 minutos de la serie que se podrá ver a partir de este sábado, desde la plataforma www.veniu.com.ar con entradas a la gorra (y parte de la recaudación destinada a Fundación Sí).
”Yo creo que si David Lynch, por decir alguien a quien admiro mucho, agarra Zoom va a hacer algo que esté bueno: depende más del talento de los creadores que del soporte, y alguien que sabe narrar y dirigir se va a poder lucir”, agregó la autora de las obras “Algo sobre una pareja y su hijo”, “Rodeo” y “Buscado”.
”Por siempre Marisol”, escrita en coautoría con Natalia Quevedo e interpretada por Natalia Cociuffo, Santiago Fraccarolli y Paula Acuña, se propone recuperar desde una mirada satírica al clásico culebrón mexicano atravesado por la pandemia: todo sucede en una lujosa mansión donde sus protagonistas, encerrados en sus respectivas habitaciones, dirimen sus inagotables conflictos de clase entre ricos y personal doméstico, sus traiciones imperdonables adornadas de epítetos ampulosos, sus amores tan tórridos como destinados a no ser, todo a través de videollamadas para respetar el distanciamiento social.
“No hay pandemia que pueda impedir que los personajes de esta telenovela se entreguen a su pasión y sigan teniendo razonamientos que no le sirven a nadie”, anuncia un capítulo de esta serie creada por puro deseo en medio de una crisis sanitaria global.
”Yo me había alejado un poco del teatro, había empezado a trabajar más en cine y televisión y cuando apareció Microteatro (formato de obras de 15 minutos, en 15 metros cuadrados, para 15 personas) me pareció que ahí podía encontrar un lugar para volver, así que primero hice ‘Victoria’ y después surgió la idea de ‘Por siempre Marisol’”, contó Gatto.
Aquella propuesta condensada tenía que ver “con el consumo irónico que surge con ‘Dallas’, que la gente empezó a mirarla como si fuese una comedia, y con que todos los que integraban ‘Marisol’ amaban profundamente la telenovela”.
”Yo me puedo clavar unos capítulos de ‘Marimar’ un domingo pero no puedo dejar de tener una mirada irónica sobre eso porque no percibo la vida de esa manera y porque el exceso de emociones típico del melodrama me causa risa, porque el exceso de tragedia se convierte en comedia y cuando estrenamos en teatro pasó algo fuerte, fue furor”, reconoció Gatto.
A principios de marzo, cuando el coronavirus todavía no había pisado suelo argentino, “Marisol” salió de cartel y Gatto dice que miró a su equipo de trabajo y prometió: “No sé cómo, pero esto vuelve”.
-Cumpliste.
-Este fue un proceso veloz, que nos urgía: a ellos actuar y a mí escribir y dirigir, nos quemaba el deseo, no fue tan reflexionado. Cuando empieza esta locura pandémica dije “hay que hacer una serie de Marisol”, lo tuve muy claro y estuvo buenísimo porque amplió un montón los horizontes del material, que antes duraba 15 minutos y ahora entre los siete capítulos tengo un material de 50 minutos aproximadamente. Lo que hice fue tomar el principio de la obra y el final, lo abrí en el medio y sumé personajes.
-¿Fue difícil adaptarse a las limitaciones técnicas y espaciales que impone el aislamiento?
-Lo grabamos por Zoom, que era lo que yo manejaba, porque apenas empezó la pandemia comencé el ciclo “Charlas del fin del mundo” (con actores, guionistas y directores durante la pandemia a través de su canal de YouTube) y empecé a grabar y dije “este programa lo manejo”, puedo hacer dos planos: el de las ventanitas y el ‘speaker view’ que es como un primer plano. En lo que fui muy clara es que no quería que fueran todas personas hablando a cámara, que es algo que estoy viendo en los nuevos materiales online. Y en el caso de “Marisol”, como en la telenovela los cuerpos están frenteando la cámara, me parece que es un formato que le vino bien. Tiene que ver mucho con la búsqueda de la cámara. Soy optimista y me gusta mucho crear. Pero no todo lo que estoy viendo me gusta.
-¿Cuál es la mayor dificultad que ves?
-Creo que hay que profesionalizar el formato. Si la historia funciona y los actores actúan bien, lo técnico es menor. Hay producciones que se hacen ahora por Zoom, teatro online, con luces y buen sonido y todavía no se encuentra bien la narrativa, pero no creo que tenga que ver con el teatro pandémico sino con el formato corto. Con la premisa “cómo es corto, no me esfuerzo mucho en la estructura”. Yo lo primero corto que escribí fue un webisodio en 2010 (“Combinaciones”, ganadora del Martín Fierro “Mejor serie web”), una de las primeras series online y siempre mantuve la estructura, siempre lo pensé como una historia que había que contar en ese tiempo, porque soy eminentemente dramaturga y escritora y es donde más pongo el ojo.
-¿Y el humor requiere una complejidad extra?
-Un requerimiento del formato corto es que tiene que ganar por ‘knock out’, no por round. Y la idea de “Por siempre Marisol” es que siempre tengan un gag. El secreto de esta serie es que si no te gusta la telenovela ni el consumo irónico, esta serie no es para vos.