Comenzó el 2022 y aunque las restricciones han cedido en sus formas, la situación sanitaria mundial continúa siendo un tema de agenda. Un nuevo año de pandemia ha comenzado y como seres humanos debemos afrontar una realidad que hasta ahora aún resulta un tanto desconocida.
Incontables estudios realizados durante estos dos años han demostrado cuáles han sido las repercusiones de la pandemia. Desde depresión, agotamiento mental y ansiedad, hasta casos extremos de autoflagelo o suicidio.
Sin embargo, el conocimiento debe usarse para remendar. Tras tanto análisis y conocimiento de los efectos secundarios que el Covid ha generado en la psiquis humana, consultamos con una especialista sobre cuáles son los mejores procedimientos a implementar para llevar adelante un tercer año de pandemia de la manera más pacífica y saludable posible.
La palabra de una especialista
Laura Bullaude, licenciada en psicología, conversó con Los Andes sobre algunos puntos claves a tener en cuenta a la hora de hablar de aislamiento, pandemia y encierro.
En primer lugar, la especialista remarcó que es importante entender que aún estamos en pandemia. “Tomar más medidas de prevención y promoción de la salud para generar más conciencia acerca de la vacunación y de los protocolos de cuidado es fundamental”, dice.
“Estamos todavía en pandemia, esto no ha terminado. Debemos seguir con los cuidados que tenemos, usar barbijo, alcohol en gel, distanciamiento, vacunación, cuidarse y cuidarnos entre todos.”
En ese sentido, claro que ahondamos en quiénes fueron los mayores afectados a la hora de hablar de las consecuencias de la pandemia. Si bien explicó que la problemática se aborda desde diferentes grupos etarios, todos se vieron afectados por una situación desconocida.
Principalmente, los jóvenes y niños fueron quienes sufrieron mayoritariamente la repercusión del aislamiento ya que, al encontrarse en un proceso de formación y estructuración, esto cambió por completo su esquema.
“Mantener un orden, una rutina, hablar con el otro, explicarles a los chicos y adolescentes lo que sucede es importante. Las personas han tratado de sortear estos obstáculos, pero hay que generar hábitos que ayuden”, agrega.
Pero entrando de lleno al tema, la especialista habló sobre cuáles son los conceptos básicos a tener en cuenta a la hora de prepararnos para un posible nuevo aislamiento.
En la situación actual, con la llegada de la variante Omicron a nuestro país y el aumento de casos, la posibilidad de regresar al encierro crece a diario.
Para mantener un aislamiento más estable, que no genere desestructuras en nuestra psiquis a la hora de embarcarnos en un nuevo encierro, Laura da algunas recomendaciones a tener en cuenta.
“Primero que nada, armar una rutina que no nos desestructure en lo cotidiano. Por ejemplo, armar cronogramas de tareas, poner horarios, hacer alguna actividad física que sea posible dentro del hogar, tener horarios para cada comida y momentos de ocio”, detalla.
Y agrega: “Cómo fundamental no romper con lo rutinario ya que después se genera esto de que no hay horarios establecidos para nada porque seguimos dentro de nuestra casa y eso comienza a generar a su vez un malestar. La rutina y lo cotidiano nos ayuda a organizarnos y es importante mantenerlo.”
En cuanto a cuestiones puramente psicológicas del ser humano, como el manejo de la ansiedad, el estrés o la presión, la psicóloga remarca: “A todos nos ha generado ansiedad esta situación ya que no sabíamos lo que era una pandemia. No automedicarse es lo más importante. Hay grupos de profesionales de la salud mental que han brindado apoyo a través de diferentes redes sociales compuesto por psiquiatra, psicólogo, trabajo social, médicos entre otros.”
Las consecuencias de la pandemia
Ya adelantamos algunos de los principales problemas que trajo la pandemia. El home office generó un distanciamiento social y limitación en la comunicación totalmente inesperado, la limitación de los jóvenes de encontrarse con sus pares y la imposibilidad de salir a disfrutar de la vida.
La depresión, ansiedad, cambios de humor, cansancio, entre otros, fueron algunos de los resultados que nos dejaron tantos meses de encierro.
- ¿Qué consecuencias ha traído la pandemia al ser humano?
Principalmente es el impacto que ha tenido en la psiquis, a nivel salud mental. Nadie sabía lo que era una pandemia por lo tanto fuimos haciendo de acuerdo a lo que los medios nos iban informando. También el tema de las relaciones sociales y los vínculos. Esto ha impactado directamente en cada ser humano. Lo social debido al aislamiento y lo vincular por estar lejos de nuestros seres queridos.
Esto ha impactado en diferentes grupos etarios pero el que más afectado se ha visto es el de los jóvenes y niños debido al desarrollo en esta edad que es muy importante. Al estar aislados ha crecido la tasa de trastornos alimenticios, intentos de suicidio, autoflagelación, depresión, entre otros.
- ¿Cuáles son los principales puntos a tener en cuenta cuando hablamos de la psiquis durante los momentos de encierro?
La psiquis es aquello más inconsciente del ser humano, algunos autores la nombran como el “alma” por lo tanto hay muchas cosas que no conocemos de ella. Si podemos hablar de salud mental, de la promoción como trabajadora de la salud mental y a todos los que nos compete, es nuestro momento de generar más espacios de contención y alojamiento para brindar un sostén a todos aquellos que pueden y que también no pueden acceder a ella. Durante el año pasado y este ha habido en las redes varios grupos de psicólogos que brindaron apoyo gratuito a través de diferentes redes sociales, algo que ha resultado ser fundamental en momentos donde la imposibilidad de recibir ayuda estaba a flor de piel.
- ¿Cómo podemos tratar desde nuestro lugar patologías como la ansiedad, los cambios de humor e incluso sentimientos depresivos?
Las redes sociales, principalmente Tik Tok, han sido muy nocivas para los adolescentes ya que se expone mucho el cuerpo y les genera depresión la exposición. Esto se debe a que pasan muchas horas delante de un dispositivo.
Como psicóloga sugiero que, así como el adulto genera una rutina o cronograma diario, también deberían hacerlo con el adolescente. Estar con el adolescente, charlar, generar encuentro con ellos. Determinar horarios, límites y orden para que no se genere desestructuración porque el acceso al internet y en exceso, es nocivo.
