A principios de este mes, Spotify difundió la curiosa noticia: la Cumbia 420 se convirtió en uno de los estilos predominantes entre las escuchas de los jóvenes, al punto de que el 50% de aquellos que no tienen más de 25 años la incluyen en sus listas.
Desde 2018, las escuchas a nivel global crecieron en un 590%, hay actualmente más de tres mil playlists sobre ella y está presente al menos con una canción en más de 14,5 millones de playlists de usuarios de todo el mundo.
Un avance arrollador que tiene a L-Gante solo como punta de un iceberg mucho más diverso, pujante y, paradójicamente, desconocido entre muchos: aquellos mayores, justamente, de 25 años.
Reiteradamente los portales y diarios se preguntan qué es esta Cumbia 420, que ven tatuada en la panza de Elian Ángel Valenzuela, ese chico de 21 años que salió de un barrio popular y que se ha vuelto en tema preferido de los medios.
A continuación, tres claves para entender mejor esta explosión cumbiera.
1- Puede “hackear” todo
¿Qué es este estilo? La respuesta nunca es fácil. DR Bilardo, artista y el productor artífice de la movida, arriesgó algunas: “Cumbia 420 es cumbia, reggaetón y marihuana”, dijo una vez. “Es la nueva cumbia y se caracteriza por el ritmo para atrás. Es la fusión entre distintos estilos de la calle en un solo género en donde cada uno pone su esencia. Es un estilo musical con alma de cumbia y reggaetón”, dijo otra vez. “Es un reggaetón que tiene toda la cadencia de la cumbia desde la estructura rítmica”.
Una suerte de cumbia fusión más barrial que la “uruguaya” y más amable que la “villera”. Es “cumbia 420 pa’ lo’ negro”, dice una y otra vez L-Gante, el “Pablito Lescano del 2021″, según algunos: la comparación tiene sentido, porque viene a representar un cambio de dirección importante en el género, que quiere abrirse a exploraciones sin ningún prejuicio.
El fondo es un procedimiento musical que DR Bilardo descubrió produciendo a Sebastián Mendoza, artista que hace cumbia norteña, y que describió así: “Escuché por primera vez que el bombo sonaba ‘para atrás’. Me volví loco”.
Entonces el productor descubrió que “cuantizar mal” (no corregir la precisión del ritmo) podía ser un detalle estilístico, la forma de lograr pasos relajados y que inviten a bailar. “Así hackeamos todo con la Cumbia 420″, confesó. L-Gante lo ha dicho: lo han hecho con el trap, con el drill y hasta con el folclore.
2- La marihuana
Otro elemento clave es la marihuana. L-Gante, quien dijo que “en ningún otro lugar he escuchado un ritmo y un sonido así”, dejó en claro eso cuando explicó que “al estar fumados tomamos todo con más relajo. Con la mente y la inspiración sin límites. Y nos habilita una visión a largo plazo y a futuro”. Nada que el reggae, el jazz o el rock no supieran hace décadas.
Los primeros ritmos de Cumbia 420 comenzaron a escucharse en 2014. En 2018, el lanzamiento del sencillo “Uno Más Uno” de L-Gante junto a Alan Gomez y El Franko Dj, crecieron exponencialmente las escuchas en Spotify. Algunos de esos artistas como además de Elián, Perro Primo (hermano de DR Bilardo, apasionado de los motores), Kaleb Di Masi, Tirri La Roca y emergentes como El Noba, El Mas Berraco, Anthony NM.
El “relajo” de la marihuana se refiere directamente en el nombre: resulta que “420″ es una expresión muy usada en algunos ámbitos para referirse al cannabis. Recordemos que Wos, el dios del freestyle argentino, volvió a popularizar el término en el primer corte del disco “Caravana”, “Canguro”.
3- Las clandestinas
Es el otro factor: durante la cuarentena del año pasado la Cumbia 420 logró una popularidad enorme en las fiestas “clande”, populares y (tristemente) demasiado comunes.
El hacinamiento ayudó al fenómeno, puesto que muchas se hacían en barrios populares donde los protocolos no llegaban y la única esperanza entre el caos y la tragedia era armar una fiesta en la calle. Los números de L-Gante en Spotify llegaron a niveles astronómicos y, desde ahí, se expandieron a nuevos fans en Chile, México o España.
El objetivo de la Cumbia 420 según L - Gante, quien tiene 5,7 millones de oyentes mensuales en el gran streaming de la música, es nunca perder su esencia: seguir en el barrio y que la gente se sienta identificada con las canciones.