Tras más de un año de aislamiento, en donde el ámbito artístico fue fuertemente golpeado por las restricciones y la imposibilidad de llevar adelante sus trabajos, las actividades de a poco retoman la vieja normalidad y las grandes obras vuelven a la cartelera.
Una larga lucha por los derechos de los artistas fue encabezada por el coreógrafo y artista Flavio Mendoza, que desde un principio se puso la camiseta a favor de las necesidades de los artistas para llevar adelante sus tareas.
Con protocolos, distanciamiento y muchos cuidados de por medio, finalmente tras la segunda ola de la pandemia mundial se dio la oportunidad de que Flavio retome su actividad y lo hará desde Parque Sarmiento llevando al escenario una vez más al Circo del Ánima.
“Con mucha alegría recibí la noticia después del segundo encierro, donde estábamos tratando de recuperarnos un poco de todo esto que había pasado y donde el teatro salió muy golpeado”, cuenta a diario Los Andes.
Con la bandera a favor de los derechos a trabajar y la necesidad que transitaron los artistas durante los meses de aislamiento, Flavio se expresa sobre lo que motivó su regreso al teatro y la apuesta a la actividad artística.
“Era subirnos a las tablas y hacerlo por toda la gente, no solo por los que estamos arriba del escenario. El teatro se ve como algo muy frívolo y no lo es, hay mucha gente que vive de esta industria que necesitan cobrar su sueldo para darle de comer a su familia. Es una gran alegría y ojalá siga todo así, porque además el teatro logró el mejor protocolo y de eso estoy súper confiado”, aseguró.
El teatro en pandemia
Desde el primer momento, Flavio salió frente a las cámaras a pedir que el trabajo de los artistas se considerara esencial, así como la gran cantidad de trabajos que permanecieron funcionando durante los meses de aislamiento.
Es una realidad que el mundo artístico fue uno de los más golpeados durante la situación de pandemia, ya que al no considerarse “esencial”, fue uno de los primeros en cerrar y de los últimos en retomar la actividad.
Las obras por streaming, obras grabadas y trabajos por zoom fueron los principales ingresos en estos tiempos, sumado a que muchos tuvieron que emprender otro camino para poder solventarse en un mundo que los dejó desamparados.
“Todo lo que hice por el teatro desde el momento en que levanté la voz no solo lo hice por mi sino por la gente, sentí que muchos no la hicieron y eso me apenó mucho. Ahí te das cuenta que es el país del acomodo, que hay mucha gente del ambiente que esta acomodada también y solo le importa su ombligo y no el de los demás”, asegura el coreógrafo respecto a la situación que el mundo artístico atravesó.
Con el estandarte de los derechos, Flavio se siente más empoderado que nunca frente a la situación que atraviesan los teatros hoy en día. “Me siento confiado, hice algo que socialmente me puso en otro lugar y que la gente se está dando cuenta que detrás de un artista hay una persona que tiene sentimientos y que piensa también en el otro. Eso mucha gente en esta pandemia no lo demostró, siento que hice algo bueno y espero seguir en este camino de seguir ayudando porque es algo que me hace muy bien.”
Actualmente, la paleta de proyectos del productor se encuentra en el mejor momento desde hace meses, con tres trabajos encaminados a alcanzar un posicionamiento entre las carteleras del país.
Con su clásico y único “Circo del Ánima” en Parque Sarmiento con más de 35 artistas y los protocolos correspondientes, “Tres empanadas” junto a Flor de la V y Juan Pablo Geretto, y “Bendito eres tú”, una comedia protagonizada por Sergio Goycochea que aún no tiene fecha de estreno.
Respecto a retomar el circo, asegura que “la gente se siente súper segura de entrar” al contar con un espacio muy amplio. “Tiene un protocolo increíble, con un aforo más limitado, por lo que tengo mucha seguridad que el circo y el teatro hayan logrado protocolos tan buenos que para mi son los mejores que hay en el país.”
Por su parte, asegura que Tres empanadas nació en pandemia y fue un gran desafío llevar adelante un proyecto tan reducido. “Imagínate que yo nunca tuve un espectáculo de no menos de 20 personas, y por el protocolo tenia que ser mucho más medida y ahí salió. E hice las tres empanadas más ricas del universo (ríe). Les puse vestuario, escenografía virtual con cubos de LED, bailarines.”
Tanto retomar el circo como el teatro resultó ser maravilloso para el reconocido coreógrafo. Reconoce que los tres son luchadores y, más allá del dinero, su postura está enfocada a algo más grande. “Lo hicimos por la causa y todos estamos haciendo una repatriada para estar arriba del escenario, hacer que la gente vuelva de a poco al teatro o a los circos o a la actividad artística en general. Lo hacemos porque somos tres luchadores que no solo pensamos en la plata sino en la industria.”
Y continúa: “Si te fijas en la cartelera de hoy de Buenos Aires hay obras de tres a cinco personas, ellos no le dan trabajo a bailarines, acróbatas ni nada, yo lo que estoy haciendo ahora son espectáculos donde le puedo dar trabajo a la gente. Creo que todos debemos llevarnos algo, no va a ser para ganar plata, pero va a ser para que al menos puedas comprar la comida y no lo digo desde el lugar de pobrecito, lo digo porque tiene que ser así y el que no lo hace, me da mucha pena.”
El drama de Showmatch
Siempre Flavio se ha mostrado sincero y muy directo respecto a sus ideales. Tras el lanzamiento de La Academia de Marcelo Tinelli, fue una sorpresa para todos que el programa alcanzara el rating más bajo en la historia del empresario.
Como se sabe, Showmatch es fuente de polémicas con sus participantes, donde los dramas alrededor de comentarios homofóbicos, gordofóbicos y misóginos no faltan. Pero si buscamos el lado positivo, es una realidad que el equipo que lo conforma tiene una gran cantidad de artistas que consiguen con ello solventar tantos meses de baja en su profesión.
A raíz de ello, Flavio ha comentado en varios medios que le hubiese encantado que Marcelo lo convocara para formar parte del elenco del que tantos años formó parte. Aunque lejos de ser rencoroso, aclara en la entrevista que no se trata de una cuestión sínica, sino más bien, de necesidad.
“Con Marcelo no tengo ningún problema, imagínate que les da trabajo a tantos bailarines, acróbatas, vestuaristas. Obvio que me hubiera encantado que me llame porque en este momento, en este año, yo lo necesitaba, nada más que eso. Obvio que me molesta, pero no soy rencoroso (ríe)”, asegura.
Y agregó también que no se trata de ser careta, sino más bien fue por necesidad. “Por ahí hay mucha gente que se está cagando de hambre y no lo dice porque ‘no es glamoroso’. Y no, no es glamoroso, pero yo lo dije porque es mi sentimiento, me hubiera encantado estar porque siempre estuve para ellos. Jamás llame para decir que necesitaba laburar, quizás en ese caso me hubiesen convocado, pero ellos arman su espectáculo y esta super bien.”
Lo que dejó el aislamiento
Hoy, posicionado sobre el escenario y haciendo una retrospección a los difíciles meses que azotaron al país, Flavio Mendoza hace un balance de lo que significó para él la cuarentena y la pandemia, lo que le dejó y lo que le quitó.
“Lo bueno es que pude conectarme con mi hijo de una manera increíble, pude estar todo el día con él. Me hizo ver montones de cosas, él me ayudo a no bajar los brazos y seguir para adelante, lo veía cada día y sentía que me tenia que poner las pilas para que él tenga un futuro hermoso y por eso nunca baje los brazos. Sigo haciéndolo y cada día que me sonríe se que tengo que estar fuerte”, afirma.
Aunque toda moneda, tiene dos caras. “La parte mala es que pensé que en esta pandemia iba a haber gente más solidaria, empática con el otro y no. Al principio se decía que la pandemia nos iba a hacer mejores personas y no fue así. Esto agudizó: al que es malo lo hizo más malo y hubo mucho en la gente que me desilusionó. También se aprende, no es lo que quiero en mi vida y yo voy a hacer las cosas bien dentro de lo que puedo”, cerró.