Sé tu propio biodescodificador: el libro para cambiar tus creencias y transformar tu realidad

La biodescodificación es una herramienta utilizada por terapeutas en todo el mundo. Este libro propone conocer los pasos para cambiar la vida a través de la identificación de los pensamientos limitantes

Sé tu propio biodescodificador: el libro para cambiar tus creencias y transformar tu realidad

Pablo Vázquez Kunz es licenciado en psicología, biodescodificador, estudió con Enric Corbera y es máster en Programación Neuro Lingüística. Da cursos y charlas en distintas partes del mundo, en Instagram tiene más de 100 mil seguidores. Su libro Sé tu propio Biodescodificador, de Editorial Planeta, presenta herramientas para aprender a identificar y relacionar ciertos síntomas del cuerpo con nuestras emociones y pensamientos. El libro es una invitación a dialogar con nosotros mismos, entender nuestros dolores y acercarnos a una recuperación y reconciliación con nuestra historia personal.

Con un lenguaje claro y desde un abordaje cálido y honesto mantuvo una charla con Los Andes acerca de temas que van desde la física cuántica al sistema de creencias que determina nuestra vida.

¿Qué es la biodescodificación?

Es una metodología psicoeducativa en donde entrenamos a la mente a desaprender la vieja personalidad condicionada por creencias totalmente desactualizadas con los tiempos modernos, identificar cuáles son los patrones de pensamiento, reacciones emocionales y sus hábitos de conducta que no me están acercando a los resultados que deseo (vivir en paz con la pareja, tener una buena comunicación con los hijos, tener las finanzas estables, no tener un trabajo que no te gusta porque tu familia te dijo que tenés que ser abogado pero vos querés ser músico). El segundo paso es programarte mentalmente para que tus creencias te impulsen a ser quien querés ser y no estar en una lucha constante entre un deseo y una vieja creencia.

¿Todo es un autocondicionamiento?

Nos hemos autocondicionado para sufrir creyendo que en el amor hay sacrificios, que para vivir abundantemente hay que hacer algo que no nos gusta. Si yo creo que puedo puedo alcanzar la libertad financiera a los 30 años, voy a movilizarme para alcanzar ese objetivo. Pero si no lo creo, no me voy a mover. Nuestras creencias determinan nuestras acciones y nuestras acciones determinan nuestro resultado.

A veces, las personas que consultan biodescodificación tienen algún síntoma físico y creen que pueden intervenir o influenciar positivamente la sanación. Sí el médico aplica el tratamiento convencional con cierta medicación y la persona, además, puede disolver el estrés que la llevó a enfermarse, va a estar potenciando el tratamiento médico y puede curarse más rápido. Esto está comprobado por la psiconeuroinmunología. Hoy los médicos más rígidos te dicen que una mente que vive un estrés crónico, probablemente produzca una reacción bioquímica que va a derivar en un síntoma.

La biodescodificación es un entrenamiento mental para cambiar tus creencias y transformar tu realidad.

¿Qué herramientas utiliza?

La herramienta número uno es la consciencia, es decir, el acto de ser consciente para identificar y cuestionar mis creencias. Mi hija de cuatro años tiene la creencia de que para cruzar la calle tiene que levantar la mirada y pedirle la mano a mamá o papá. Esa creencia es completamente funcional, pero ¿qué pasa si no cuestiona esa creencia y a los 24 años sigue buscando la mano de mami y papi? Es completamente disfuncional. Este ejemplo llevado a todo tipo de relaciones: parejas, trabajos, dinero, nuestro cuerpo. Son creencias que hay que identificar, cuestionar y cambiar con un método muy simple que es preguntarse si esto potencia o limita. Al soltar una creencia se generan nuevos modelos de pensamiento que benefician a la persona.

Si a pesar de cambiar ese sistema de creencias no logra sus objetivos ¿Cómo maneja la frustración?

Desde el paradigma de la biodescodificación no existe la frustración. Existe el concepto de victimización: de los 2 a los 9 años mi papá me pegó todas las noches con el cinturón. Era su método catártico. Si yo hoy, a los 35 años sigo llorando porque mi papá me pegaba es porque estoy en el paradigma de la victimización. La responsabilidad me lleva a preguntarme ¿Mi padre tenía mejores herramientas? No. ¿Alguien le enseñó a mi padre a tratar a los niños con amor? No, repitió el modelo. ¿Qué puedo aprender con 35 años de esa experiencia? El valor de la ternura, es decir, de lo opuesto puedo aprender el complemento. Hoy le tengo que agradecer a mi padre que me enseñó la ternura y yo me considero uno de los padres más tiernos del mundo.

Si no llego a la libertad financiera a los 30 me tengo que preguntar qué tengo que cambiar interna y externamente para acercarme a mi objetivo y en el camino hay un proceso.

¿Cómo se crea ese sistema de pensamiento?

Para pensar que me merezco la libertad financiera, tengo que pasar de la culpabilidad a la inocencia. Porque por lo general nos sentimos culpables “cómo voy a ser libre financieramente a los 30 si soy culpable de tales y tales cosas” ¿Quién dice que sos culpable? mi religión, mi dogma, mi filosofía de vida, mis padres. ¿Y quién se lo dijo a tus padres?

Trabajamos para que una persona entre en el paradigma de la inocencia, porque una persona inocente es una persona que puede amarse y ya no tiene ganas de joder a otros.

Si aplicáramos la biodescodificación en las escuelas, en 20 años no tendríamos más violencia de género. La biodescodificación es un modelo psicoeducativo en donde le enseñamos a la persona que es inocente, que se merece el amor, y que tiene todos los recursos a desarrollar para hacer lo que quiera.

¿Qué caminos tomará la psicología con estos cambios de paradigma?

Creo que la biodescodificación en 5 años será una corriente que se estudie en la universidad. Yo hice la carrera de Psicología y nunca escuché la palabra “alma”, y psico significa alma, en latín. A principios de siglo cuando la psicología se quiso posicionar como una ciencia adquirió lo peor de la medicina convencional para ser una ciencia rígida y estricta, e intentó ser una ciencia objetiva. Se olvidó de lo más importante que es enseñar a las personas a amarse y que detrás de todos los conflictos mentales, son inocentes. Mi trabajo como biodescodificador es recordarle quién es, pasando por todas esas capas de pensamiento condicionado que te dicen: “sos una mierda, no sos suficiente, nadie te va a querer, nadie te va a reconocer”. Todo eso la persona lo aprendió y hace un esfuerzo todos los días para sostenerlo.

¿Cómo se vincula la psicología de la consciencia, la física subatómica y la biodescodificación?

En 1906 a Max Planck le dan el Premio Nobel por descubrir que todo el universo es una red energética. En ese momento planteó que no somos materia, sino energía y como tal, somos información. La comunidad científica era bastante virgen en materia de política porque hoy no le darían el Nobel a un tipo que intenta destruir desde los cimientos la sociedad positivista en la que vivimos. Luego en los años 20 y 30 se intentó cambiar esa idea, porque no es lo mismo que te concibas como un cuerpo a que te concibas como energía, porque en ese caso cada uno tiene el mando: tu mente le ordena a tu energía a producir un efecto u otro.

Luego Niels Bohr descubre que los electrones -que se creía que orbitaban alrededor de un átomo de protones y neutrones- aparecen y desaparecen en la órbita. Luego de 70 años de estudio se dieron cuenta que si hay alguien mirando, el electrón colapsa en materia pero si no hay nadie observando, el electrón desaparece. Esto se llama Dualidad onda-partícula. ¿A qué voy con esto? a que nosotros estamos apareciendo y desapareciendo materia a causa de lo que pensamos, lo mismo que vienen diciendo los maestros espirituales de todas las épocas. Hay muchísimos experimentos que demuestran que nosotros somos energía y que la materia es el colapso de la energía.

Cuando una persona cambia sus pensamientos transforma su vida. Yo viví en estrés por dinero durante 25 años, cambié mis creencias y ya no me interesa lo que es el dinero porque en mi cuenta bancaria hay dólares, dólares, dólares.

¿Hay una fórmula mágica?

Sí, cambiar los pensamientos. Yo creía que el dinero era para la gente corrupta y mala, cuando cambié esas creencias no me apareció el dinero en el cajón, sino que empecé a ver otras oportunidades, micro sincronicidades -que llamamos coincidencias- de alguien que te presenta a la persona indicada, proyectos que nunca nos habían propuesto. Cambia el campo de visión. Con este libro podés cambiar tu vida, no tenés que creer en la biodescodificación, solamente aplicar lo que dice el libro y vas a ver los resultados.

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