Sergio Gras, el hombre que trae una sonrisa fresca cada día a la tv mendocina

Hace diez años es el conductor de “Cada Día”, el magazine matinal de Canal 9. Dueño de una de las voces más conocidas por los mendocinos cuenta sobre su camino, el día que rechazó trabajar con Juan Alberto Badía en Buenos Aires y la posibilidad de que Mendoza genere una industria audiovisual fuerte.

Sergio Gras, el hombre que trae una sonrisa fresca cada día a la tv mendocina
Sergio Gras conduce el magazine "Cada Día" y es uno de los locutores más populares de Mendoza.

Son tiempos de cambios y adaptación a nuevas pautas de trabajo y rutina. La comunicación y los medios tienen el desafío diario de informar y a la vez guardar por un rato la seriedad del tema. Pero detrás de las noticias y el rostro que conduce “Cada Día”, también está el hombre y la búsqueda del equilibrio en un momento bisagra para la humanidad.

En ese trance, Sergio Coco Gras apela a la sensatez y no defraudar al televidente que lo sigue cada mañana. “La nueva modalidad de trabajo exige otro esfuerzo anímico, porque no es lo mismo estar cuatro o cinco personas en el estudio, que tres y el resto a la distancia. Se siente la división, pero es parte del sistema. Y todo ha cobrado una dimensión diferente o quizá la justa dimensión que tiene. Le estamos dando el lugar que se merece al uso de la tecnología y saber usarla”, reflexiona sobre los cambios que sufrió la dinámica del programa, que combina un periodo de trabajo desde su casa y otro en el estudio de Canal 9.

-El tener una presencia diaria en la televisión, ¿te cambió tu mirada sobre la imagen y como te ven?

-Sí. Hay que estar bien en todo sentido, bien peinado, bien vestido (ríe). Durante mucho tiempo hice televisión en cable, después televisión abierta. Después paré con todo, me quedé haciendo algo de radio y en 2010 comencé con “Cada Día” y me encontré con un mundo más natural en la televisión. Y con una necesidad de revisar lo anímico ante la exposición, la energía interna para comunicar. Hoy en este contexto de pandemia estamos midiendo cuanto debe una sonreír o reír ante una situación tan crítica. No debo reír tanto porque hay muchos que la pasan mal. Pero también hay otros que necesitan de una cara sonriente para sentirse animado. Hoy está todo en revisión y lo digo hacia mí mismo. Así como me revisé hace diez años en la vuelta a la tele, hoy vuelvo a revisar como aparecemos frente a una cámara y tenemos que transmitir alivio en este contexto.

-Como comunicadores es un desafío diario buscar un tema que no tenga que ver con la pandemia.

-Yo me castigo bastante con eso y lo traslado como necesidad a la producción del programa, en cuanto debemos seguir insistiendo en ser monotemáticos, de ocupar minutos y minutos al coronavirus, tomándolo de distintas maneras, pero estamos hablando de lo mismo. En el caso del programa lo que buscamos es mantener el perfil de servicio que tiene el programa, poniéndole una cuota de simpatía, humanizando cada comentario y sabiendo que hay momentos donde le damos al televidente una bocanada de aire fresco.

Su vuelta a la televisión está marcada por "Cada Día", el magazine de Canal 9 que conduce junto a Majo Pérez Comalini.
Su vuelta a la televisión está marcada por "Cada Día", el magazine de Canal 9 que conduce junto a Majo Pérez Comalini.

Una oportunidad al lado de un referente

Buscar nuevas experiencias, aprender y formarse son parte de los deseos de cualquier joven que comienza en el oficio de la comunicación. Y Coco Gras desde joven se destacó por su tono de voz poderoso, una presencia familiar antes las cámaras que lo distinguieron del resto.

Y sin buscarlo, el locutor y conductor mendocino tuvo la oportunidad de trabajar con Juan Alberto Badía. Un referente de la radio y la televisión, que sus ciclos en la pantalla marcaron una forma de hacer televisión y fue el semillero de jóvenes ávidos de buscar su lugar en los medios.

“Cuando era joven adoraba la idea de irme, pero no buscando éxito sino para aprender. Y no sé si fue que lo pensé muy fuerte, pero un día esa oportunidad apareció. Juan Alberto Badía me conoció personalmente en Mendoza y nos encontramos en un asado de cierre del viaje, porque había venido a hacer una presentación en la Fiesta de la Nieve. Coincidimos en la finca de un amigo. Y cuando me iba de la reunión, se levantó de la mesa y me dijo: “Te necesito en Buenos Aires””, recuerda Gras sobre ese momento que lo sorprendió y le abrió una puerta impensada.

Fue así que a comienzos de los ’90, el conductor decidió ir a probar suerte a la capital tentado por la oportunidad de trabajar con un referente y aprender del oficio en la pantalla.

“Esa propuesta llegó en un momento donde estaba bien acá y mi hija mayor era muy bebé. Pero un tiempo después me fui a Buenos Aires, me encontré con Juan Alberto, estaba la posibilidad concreta de trabajar en televisión, pero yo no tenía resuelto la idea de cómo tenía que irme y si realmente estaba preparado. Asique reflexioné y me pegué la vuelta. Fue una hermosa oportunidad, pero allá lo vi de otra manera, con la necesidad de quedarme acá, de crecer y trabajar. No cerré las puertas pero llegó otra época en mi trabajo y pude desarrollarme como locutor trabajando para el exterior”.

Como locutor, Coco Gras condujo varias Fiestas de la Vendimia y además produce sus espectáculos que combinan narraciones y música.
Como locutor, Coco Gras condujo varias Fiestas de la Vendimia y además produce sus espectáculos que combinan narraciones y música.

Tras esa decisión, el conductor se alejó de los medios por un buen tiempo para desempeñarse en el ámbito independiente, lo que le permitió generar un incipiente camino internacional.

“En ese tiempo que estuve fuera de los medios trabajé con una empresa que me contrató para hacer la conducción de eventos en Argentina y Uruguay. Entonces como que una cosa compensó la otra. Porque viajaba constantemente y volvía para seguir trabajando. Por eso no me pesó tanto la decisión. Después hubo otra posibilidad de irme a Buenos Aires y me ofrecieron la conducción de un programa en la trasnoche, de una radio muy importante. Pero me pasó lo mismo”.

-Después de conducir Vendimias, de tu experiencia en la radio y la televisión mendocina, ¿tenés algún proyecto para concretar?

-Lo tengo pendiente y lo estoy elaborando. Cuando comenzó el 2018 me puse entre ceja y ceja que quería reafirmar todo lo que sabía acerca del uso de la voz. Me dedico mucho a la conducción y me distancie mucho de la zona de laboratorio que tenemos los locutores. Y me apareció en el camino una invitación para ir al Congreso Mundial de la Voz en México. Fue un antes y después en muchas cosas, aprendí y entendí que está la posibilidad real de continuar investigando sobre el uso de la voz en el doblaje, avisos comerciales, narraciones. Y desde aquel momento me dedico algún momento de la semana para seguir trabajando, porque hay mucho más por hacer.

Y quien te dice que un día pueda participar de un doblaje o alguna oportunidad grande. Por lo pronto grabé un aviso para México, también hice un trabajo de doblaje de video. A veces surgen oportunidades y ahí pruebo mi capacidad. Aún a mi edad sigo trabajando en eso.

-Es un nicho que la industria audiovisual en Mendoza también puede fomentar.

-Tal cual. Hay trabajos que no se pueden hacer si no estás en el exterior como el doblaje de una película de la industria de Hollywood. Pero hay una parte que sí y Mendoza quizá se esté abriendo como una plaza donde de a poco se pueda generar ese material. Y quien te dice que surja más trabajo para los profesionales en ese campo. De a poco se va eligiendo a la provincia como un escenario de la industria audiovisual y en el gran equipo estamos los profesionales de la voz. Por eso no descarto que en un corto plazo se puedan generar proyectos desde acá para el mundo.

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