En 2019, James Franco fue acusado públicamente de abuso sexual y explotación laboral por parte de dos alumnas que eran parte de sus clases de interpretación. Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal se habían pronunciado denunciando al actor por su abuso de poder como profesor, lo que llevó “a un ambiente de acoso y explotación sexual tanto dentro como fuera de clases”.
A pesar de que hoy la denuncia ha sido retiradas, luego de que el actor llegara a un acuerdo con sus ex alumnas, Franco ha ido viviendo als consecuencias. Ayer, su amigo de la infancia Seth Rogen, con quien se habían conocido cuando filmaron “Freaks and Geeks”, anunció que decidió no volver a trabajar con él.
“Lo que puedo decir es que desprecio el abuso y el acoso y nunca cubriría u ocultaría las acciones de alguien que lo hace, o pondría a alguien en una situación en la que estuviera cerca de alguien así”, dijo el actor, para luego lamentarse por algunas bromas hechas que hoy no aprueba. “Sin embargo, recuerdo una broma Hice en ‘Saturday Night Live’ en 2014 y lamento mucho haber hecho esa broma. Fue una broma terrible, honestamente”.
Acto seguido, Rogen declaró que no pensaba volver a trabajar con Franco: “Y también miro hacia atrás a esa entrevista en 2018 donde comento que seguiría trabajando con James, y la verdad es que no lo he hecho y no planeo hacerlo ahora mismo“.
Las acusaciones contra James Franco
Fue gracias a los movimiento #MeToo y Times Up que muchas actrices se han animado a denunciar distintos abusos de la industria. Pero en un comunicado, los representantes legales de James Franco dijeron que “si bien estos movimientos han derribado correctamente a una serie de individuos reprobables, también han atrapado a un hombre inocente. James Franco.”
Pero por otra parte, entre las declaraciones de las afectadas, cuentan que incluso en la repetición de un ensayo de clase de una escena de la película “The Long Home” debieron simular una orgía y Franco retiró los protectores de plástico de algunas de las vaginas de las mujeres para simular el sexo oral.
A pesar de que la defensa del actor hizo una declaración en donde decía que dicha denuncia era “una parodia de la justicia y la culminación de una campaña sin mérito que ha empañado injustamente la reputación duramente ganada de un hombre decente”, el nombre del Franco quedó manchado. Entre las exigencias había indemnizaciones para las afectadas y la devolución o destrucción de cualquier grabación que se hubiera hecho en Studio 4.