Desde el 6 de julio, y hasta hoy, se desarrolla la 74° edición del Festival de Cannes. Un reencuentro especial, después de que el 2020 pandémico significara la suspensión formal de la premiación y su reconversión en eventos como proyecciones menores y “respaldo” a las películas favoritas en otros festivales.
Como si se tratara de un recuerdo lejano, las cosas volvieron medianamente a la normalidad: una grilla generosa, multitud de invitados, una red carpet glamorosa... y algunas estrellas que se ausentaron por dar positivo de Covid-19, como Léa Seydoux.
A continuación las perlitas de esta edición, cuyos ganadores se conocerán en el transcurso de hoy.
La película polémica
Todos los años hay un filme que pasa los “límites” morales y desata la controversia en La Croisette, al punto de que parte del público se hace el ofendido y se retira de la sala. Tal fue lo que pasó con “Cow”, de la británica Andrea Arnold (diferenciar de “First Cow”, de Kelly Reichardt).
¿Pero de qué trata? Es un documental que pone el foco en los abusos de la industria láctea en las vacas. Sin diálogos y con una cámara que sigue los pasos de Luma, la vaca protagonista, nos acercamos al horror de los criaderos y al sufrimiento de estos animales.
En la presentación del filme, Arnold (“Fish Tank”, “American Honey”) dijo: “Esta es la historia de una realidad, la de una vaca lechera, y un tributo al inmenso servicio que nos brinda. Cuando miro a Luma, nuestra vaca, veo el mundo entero a través de ella”.
Pese a todo, “Cow” fue uno de los estrenos más aclamados.
Las más aplaudidas
“The French Dispatch”, la última de Wes Anderson, se llevó nueve minutos de ovación hace unos días, y ya se posiciona como la favorita para llevarse la Palma de Oro. La película ha sido descrita como “una carta de amor a los periodistas ambientada en un puesto de avanzada de un periódico estadounidense en una ciudad francesa ficticia del siglo XX”.
En esta redacción se cruzan varias historias, en las que -además del esteticismo de Anderson- converge el que es el elencazo del año: Benicio del Toro, Léa Seydoux, Frances McDormand, Timothée Chalamet, Jeffrey Wright, Adrien Brody, Tilda Swinton, Owen Wilson, Mathieu Amalric, Bill Murray, Saoirse Ronan, Willem Dafoe, Elisabeth Moss, Christoph Waltz y Jason Schwartzman, entre otros.
En la sección Un certain regard, que desde 1978 premia a las voces de autor emergentes, llamó especial atención la mexicana Tatiana Huezo, que presentó el filme “Noche de fuego”, aplaudido también durante alrededor de diez minutos.
Se trata de una adaptación de la novela “Ladydi” de Jennifer Clement, libro que gira en torno a las dificultades con las que viven las mujeres en las sierras mexicanas. El contexto está plagado de violencia relacionada a diversos crímenes de narcotráfico. La película se centra en la historia de tres niñas, quienes son criadas en medio del miedo, con el trasfondo de la trata de personas.
Los reyes de la red carpet
Chalamet es uno de los actores del momento y su paso por la alfombra roja fue el que más dio que hablar en las revistas especializadas de moda. Con un detalle extra: pese a que ya ha trabajado en películas muy premiadas (“Call me by your name”, “Lady Bird”), era su primera vez en Cannes.
Estilizado y con mucha onda, hasta la Riviera Francesa fue para sumarse a la tropa de estrellas de “The French Dispatch”. Lució un smoking con solapa en punta de lanza, con camisa blanca con cuello mao, botas y unos anteojos de sol Celine. Todo su look iba firmado nada menos que por Tom Ford, un dios de la sastrería contemporánea y excelente director de películas.
Entre las mujeres, fue Sharon Stone la que se convirtió en la diosa de este año. Asistió en calidad de invitada al festival, pero su vestido de tul con flores de distintos colores, una obra maestra del bordado firmada por Dolce & Gabbana, se llevó todas las miradas. Y Stone, un símbolo de belleza, fue una de las actrices más acosadas por los medios en el festival.
¿La razón? Hace poco editó sus memorias, “La belleza de vivir dos veces”, donde cuenta entre muchas cosas cómo Paul Verhoeven, director de “Bajos instintos”, la engañó y la expuso en la famosa escena del cruce de piernas. Como si fuera poco, el director neerlandés andaba muy cerca.
La película más criticada
Verhoeven participa en la Selección Oficial con “Benedetta”, un drama lésbico que suscitó escándalo y críticas. Principalmente, porque las protagonistas son unas monjas en el contexto de la contrarreforma italiana.
Durante la rueda de prensa, los periodistas le saltaron a la yugular a Verhoeven (“Showgirls”, “Elle”, etcétera), quien tuvo que responder preguntas sobre nudismo, blasfemia, escenas de sexo y puritanismo. Eso no impidió que sea una de las favoritas para el premio máximo.
Lo positivo es que ha desatado una discusión entre el público de Cannes: hasta qué punto las escenas de sexo son filmadas con una mirada masculina, que es de lo que lo acusan (Abdellatif Kechiche pasó por lo mismo en 2013, cuando presentó “La Vie d’Adèle”).
Según Stone, quien aseguró que el director le pidió que se sacara la ropa interior por cuestiones técnicas de la fotografía, se enteró recién en el estreno de “Bajos instintos” de que había sido engañada. El director negó todo: “Lo que cuenta en sus memorias acerca de lo ocurrido en la película lo pondría en la categoría de ‘mi memoria es esto y tu memoria es aquello’”, dijo en la misma rueda de prensa.
¿Y las mujeres?
Solo cuatro mujeres compiten este año en la selección oficial, entre un total de 24 candidatos. La desigualdad no pasó desapercibida entre el público y hasta en el propio director del festival, Thierry Frémaux, quien quiso suavizar el hecho diciendo que “el futuro del cine será femenino”.
Frémaux opinó que en otras secciones como Una Cierta Mirada, la Semana de la Crítica y la Quincena de Realizadores sí hay paridad. Sin embargo, la Selección Oficial es el premio más importante y para muchos es el bastión donde resiste el cine patriarcal.
En ese sentido, el director se ha negado a introducir la “discriminación positiva” (un cupo femenino, digamos) alegando que el festival elige películas por el mérito y no el género.
Ausencia latinoamericana
Latinoamérica es la región más relegada por los organizadores de Cannes. Más allá de “Noche de fuego” y de “Marinheiro das montanhas” de Karim Aïnouz, en la sección de proyecciones especiales, no ha habido títulos que nos representen.
Incluso Argentina, un país que reiteradamente ha sorprendido en las últimas ediciones de La Croisette, ha brillado por su ausencia.