En un momento en que la mujer ha tomado la fuerza para plantarse en una sociedad que durante mucho tiempo la mantuvo relegada, mirar hacia atrás y ver a aquellas que lucharon cuando era imposible es una tarea necesaria y hasta obligatoria.
Durante décadas, las artistas latinoamericanas han mantenido y expresado su lucha, su ideología, su sentir a través de sus obras. Fue esto lo que vio Silvia Iriondo. Cuatro mujeres empoderadas que marcaron su carrera musical desde antes de que ésta la eligiera, cuatro mujeres que empaparon su mente y alma durante más de 15 años y que hoy puede plasmar físicamente en Pasionarias.
Ella misma lo expresa así. “Homenajear a estas mujeres es rendir un tributo y agradecer el aporte y formación que me dieron como artista y como persona. Me nutrí de la obra de Leda, de Violeta, de Chabuca desde mis primeros años de infancia, hicieron un rumbo en mí, hicieron una manera de ver y sentir y expresar la música de un modo particular, y conjugaron para que sea posible que elija la música popular folclórica argentina en consonancia con la música folclórica de América Latina como modo de expresión y modo de ser, como una concepción, no sólo respecto de la música sino de la vida. Su compromiso, su estética y su ética generan un rumbo, una guía, un camino que sigue siendo vigente”.
Durante más de 15 años, Silvia Iriondo intentó plasmar en un trabajo discográfico lo que hoy presenta, aunque las circunstancias de la vida no lo permitieron. Fue mucho tiempo y varios discos de por medio los que se necesitaron para llegar a lo que hoy presentan en el Centro Cultural Kirchner.
En primera persona cuenta que, si bien hace muchos años tuvo un breve proyecto, no prosperó. Tierra que anda, Mujeres Argentinas y su tributo a Leda Valladares tras su muerte, entre otros trabajos, se adelantaron. Aunque esto permitió que Pasionarias llegara cuando debía.
“Llegamos al 2020 donde se pudo concretar Pasionarias porque todas las coordenadas se hicieron posibles. No sé por qué pero fueron esas coordenadas que surgen y en este momento donde hay una mirada más amena, despierta al rol que la mujer ocupa en la cultura, no me parece casual que justo se abran las puertas para concretar este disco. Creo que fue este el momento por todas las cosas que pasan, no solo en Argentina sino el papel de la mujer en el mundo. Se escucha el deseo y la intención de este trabajo”, afirma con convicción.
Su trabajo se trata de un largo recorrido que recopila diez canciones, unidas por una idea principal, donde se trae a la actualidad las raíces del arte latinoamericano. He sembrado una pasión, La canastita y Quien ama y sufre, de Leda Valladares; La lavandera, La jardinera y Arriba quemando el sol, de Violeta Parra; Canterurías, Ese arar en el mar y Me he de guardar, de Chabuca Granda; y El pala pala (anónimo argentino), son las canciones que componen Pasionarias.
Por su parte, Kahlo encontró su espacio en la edición en formato CD que incluye, entre otros, ilustraciones de la mexicana, frases, fotografías e información biográfica sobre las autoras.
“En realidad la obra de Violeta, Chabuca, Leda y el canto anónimo argentino me acompañan desde siempre, desde mi infancia, en tiempos en donde no sabía que la música iba a ser mi destino. Son músicas, personajes, vidas que siempre me recorrieron y generaron un camino y una forma de escuchar y ver el mundo como referentes esenciales”, cuenta.
Aunque su verdadera musa inspiradora y quien impulsó la idea del disco fue Frida Kahlo. “A los 18 o 20 años descubrí los textos de Frida, no sabía que escribía sobre su vida, sus obras. Si sabía de su obra sobre su compromiso social con su país pero no conocía esta parte literaria. Leyendo estos textos y esta manera que tenía de concebir el mundo y sus emociones es que me surgían resonando las canciones de estas mujeres que ya estaban en mí. Los poemas de Frida fueron hilvanando las canciones que ya estaban encarnadas y sabidas en mi. Fue un recorrido muy espontáneo y por eso surgió la idea de hacer Pasionarias, de poder mostrar este recorrido que en mí estaba sonando.”
- Frida fue el disparador, ¿qué fue lo que te inspiró de ella?
- Lo descarnado y profundamente poético de encarar el arte, la vida, el amor en todas sus manifestaciones, a su patria, a su bandera, a sus orígenes indígenas, a su compañero, el amor al arte. Verdaderamente me parece inspirador y el modo en que ella expresa todo lo que siente me parece de una profundidad y un tono que me habla. Hay un montón de frases en donde veo a Violeta, los textos de Leda, la manera de describir los paisajes y emociones en Chabuca. Encuentro entre ellas cuatro una unidad de criterios y cosmovisiones del mundo muy singulares, muy afines y una mirada compartida.
- Se trata de mujeres pasionarias y es un disco que sale en un contexto donde el género femenino se une para denunciar al sistema, ¿Tiene un poco de inspiración en la evolución de nuestro rol a lo largo de la historia?
- Pasionarias puede incluirse dentro de todo lo que ayuda, aporta o favorece al rol o importancia que tiene la mujer en la cultura. Creo que a través del aporte y la mirada fundadora de estética y estilo que hicieron y dejaron estas cuatro mujeres, bien se puede conocer el corazón profundo de lo que es la cultura de afro américa.
Lo bueno es que se dio el momento, tal vez hace 18 años claramente no existía ese espacio para hacer el disco, en todos los sentidos. Por algo se escucha ahora porque hay oídos más atentos, más permeables, más sensibles a esta temática y me alegra haber podido sostener este deseo que hizo posible que coincidieron los permisos de una realidad facilitando y el deseo en mí vivo.
- ¿Cómo fue el trabajo en cuanto a combinar las obras de cuatro artistas reconocidas junto a una armonía musical de tu parte?
- Estas mujeres llevan sus obras que hablan por sí mismas, con un sello muy distintivo que ellas se ocuparon en dejar, ya sea en sus arreglos, su forma de tocar la guitarra, de frasear, de decir. Entonces, esta tarea de encarnar sus obras de alguna manera y encontrar la vestimenta apropiada que lleva esta obra en mí es un trabajo muy lindo, muy interesante pero también muy arduo y comprometido.
Ese trabajo me parece que es lo más interesante que tengo para ofrecer, poner estas canciones que forman parte del repertorio y cancionero americano, ponerlas en una escena histórica en la que me toca vivir influenciada por la vida que hoy es el mundo, con todas las diferencias que tenía cuando ellas compusieron estas obras, y es una tarea necesaria de hacer porque cada cual puede construir lo que le acontece y es el aporte que todo artista es necesario que pueda construir.
- ¿Qué representan las obras de estas cuatro artistas?
- Creo que es una ventana que muestra de qué se tratan nuestras cultura, y muestra el papel determinante y fundacional que tiene la mujer en el arte, en la cultura, en lo social, en lo político, y además lenguajes que han sido mella y que han sido referentes significativos en el rumbo del arte actual de América Latina.
- Es la primera vez que lo presentas en vivo, ¿Cuáles son las expectativas?
- Este disco terminó su masterización durante la pandemia por lo que es la primera vez que se presenta en vivo. Me siento absolutamente honrada y feliz de compartir con mis músicos este proyecto y que así se concrete.
Las expectativas son compartir, ofrecer, disfrutar el trabajo realizado y compartirlo con todos los que puedan escuchar el disco y quienes vengan, hacer este círculo de reflexión, de qué se trata nuestro pueblo, nuestra cultura, nuestras músicas y dar ese paso de reflexión y empatía.