Meghan Markle está celebrando su cumpleaños número 39 de una manera muy especial, es que este es el primero desde que su marido, el príncipe Harry, y ella renunciaron a la Corona británica. Y a pesar del escándalo que significó su salida y lo que puede venir con la publicación del libro que cuenta sus intimidades, la familia real le deseó lo mejor en su día.
Mientras ella y el duque de Sussex están en Los Ángeles, desde Reino Unido le llegaron los saludos de todas las cuentas oficiales de los Windsor: la reina Isabel, el príncipe Carlos y Camila de Cornualles y hasta el príncipe Guillermo y Kate Middleton, duques de Cambridge.
Según la prensa británica, estos saludos serían una estrategia para suavizar las versiones de enemistad con el hijo de Lady Di y la actriz estadounidense, luego de su renuncia a ser parte de la familia real y la pronta publicación del libro que cuenta varios de sus secretos.
Es que “Finding Freedom: Harry, Meghan and Making of a Modern Royal Family”, el libro basado en los desertores de la Corona, saldrá a la venta el próximo 11 de agosto, aunque The Times ya publicó algunas jugosas partes que cuentan los conflictos familiares de los Windsor con los duques de Sussex.
La publicación es autoría dos periodistas británicos, Omid Scobie y Carolyn Durand, que con fuentes de primera mano –no de Meghan y Harry, como se había señalado antes– van a ofrecer una mirada íntima de los secretos del palacio de Buckingham, tras la renuncia.
El libro “pone al descubierto la amargura y las luchas internas que sintieron Harry y Meghan y los llevaron a renunciar”. Conforme a los adelantos, la popularidad de los nuevos duques de Sussex fue tomada como una amenaza para el resto de los Windsor y “la vieja guardia”, como se refiere el libro al personal del palacio de Buckingham, decidió que “necesitaban ser controlados”.