La magia fue el primer eslabón de una larga cadena de experiencias artísticas que lo llevó a subirse a un escenario por primera vez y hacer intervenciones callejeras. Creció en una familia de clase media en Bahía Blanca, que pese a las adversidades nunca perdió el buen humor. Una cualidad que Agustín Aristarán supo aprovechar al máximo y es su as bajo la manga para lograr un estilo único como comediante.
El actor, el músico y el mago conviven en su personalidad ecléctica, de la que impregna cada uno de sus espectáculos. Con más de un millón y medio de seguidores en las redes sociales, el multifacético artista de 37 años traslada el humor que despuntó en la televisión y el teatro a la virtualidad; sus videos cómicos de menos de un minuto de duración se convierten en virales. A eso suma casi 400 mil suscriptores en su canal de Youtube y sube semanalmente distintos contenidos como “Rada House” junto a su pareja la comediante Fernanda Metilli. Y su hija Bianca o su padre también son cómplices de sus ocurrencias.
Tras el exitoso estreno de “Soy Rada”, el show exclusivo para Netflix que lanzó en 2018, el próximo 27 de mayo estrena su segundo contenido para la plataforma “Soy Rada: Serendipia”. Una adaptación de su último espectáculo cómico, con el que rompió la taquilla del Gran Rex y volvió en la corta temporada de verano a Carlos Paz.
“Soy Rada: Serendipia” es un descubrimiento o hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental o casual. Por eso “Serendipia” es el espectáculo en el que Agustín Aristarán cuenta cómo llegó a ser uno de los comediantes más prestigiosos de Latinoamérica. Del teatro callejero y la música infantil, pasó a tener reconocimiento internacional. Aunque el vértigo del estreno siempre existe y aún más si será un debut en 190 países.
“La ansiedad del estreno es cada vez más intenso, porque te haces más grande y entendés todo lo que implica y el engranaje que tiene una producción”, comentó el comediante a días del estreno de su segundo espectáculo para Netflix.
En esta ocasión, Rada filmó el espectáculo en el teatro Astral sin público. En el escenario junto a su banda, despunta sin respiro ni cortes un monólogo en el que desteje su historia como actor y comediante. Un vértigo difícil de sostener, pero que el artista maneja sin fisuras.
“Fue largo el proceso de poder filmarlo y que esté listo, porque empezamos casi hace dos años y en el medio la pandemia frenó el movimiento y trabajo. Continuamos las conversaciones sin saber cuándo lo íbamos a grabar. Y surgió la idea de hacerlo sin público, porque nos gustaba mucho que quede registrado tal cual se vive en este momento, que esperemos que sea un recuerdo y una anécdota. Pero si te olvidas de lo que fue la pandemia, podes ver Serendipia y ver que los teatros estaban vacíos”.
-Como actor, ¿cómo fue actuar sin público?
-Fue una grabación de corrido, es un show que lo hicimos mucho, porque no solo los músicos y yo que estamos arriba del escenario, sino todo el equipo de trabajo sabíamos en qué momento estaba la risa, en qué momento aparecía el silencio o había que bajar la energía. Lo teníamos muy internalizado, pero no dejaba de ser un desafío, pero entrenamos y ensayamos mucho para hacerlo sin público, como para llegar el día de la grabación e imaginarnos a la gente en las butacas.
-Se puede deducir que después de verte en el teatro y ver Serendipia en Netflix no sos un actor para nada improvisado.
-Sí, soy muy meticuloso y tengo un equipo muy meticuloso también. Los nombro porque son tan importantes como yo para que todo esté en el lugar donde tiene que estar. Soy meticuloso, pero no soy un rompe pelotas. Dentro de mi caos de laburo tengo todo ordenado.
-¿Escribiste algo nuevo para este show y formato?
-Para Netflix fue modificado el espectáculo. Duraba 20 minutos más, pero tanto para la plataforma como nosotros creímos que había que acortarlo, porque en ese tramo se necesita el ida y vuelta con el público. No es que haya un momento de improvisación, pero sí conversación con la platea. Fue un criterio artístico.
-La oportunidad de llevar a las plataformas los espectáculos que son para teatro es como una vuelta al VHS de los ’90.
-Me gusta esta cuestión medio nostálgica de sentarte a ver algo que fue pensado para teatro. Porque es como decís vos, los casetes de “Tangalanga” o los VHS de alguna obra de humor me copa esa idea, no la había pensado así. Está bueno ese ritual de juntarse en familia a reírte de un show en la tele.
-Y a vos Agustín, ¿qué te causa risa?
-Mi hija me hace reír un montón, tiene un humor muy ácido y profundo. Mis viejos son personas muy graciosas, mi hermano, mi novia que es comediante profesional. Pero tengo amigos muy graciosos de los cuales saco mucho material.
-La observación a la orden del día para sacarle el jugo a la realidad.
-Estoy todo el tiempo mirando y en mi humor saco muchos personajes de la vida real. Lo que comparto en las redes sociales existe en algún lugar.
-¿Mirás otras propuestas de comediantes en las redes o en la televisión?
-No, no veo mucha comedia.
-Hace poco contaste que rechazaste un trabajo muy bien remunerado para interpretar un famoso payaso por perseguir tu sueño de hacer tu propio camino, ¿estás conforme con el resultado?
-Sí, no me arrepiento ni un poquito. Y también agradezco que haya pasado en ese momento esa propuesta. No es que estoy en contra de lo que pasó, sino que tuve la valentía de decir que no y el apoyo en ese momento de la mamá de mi hija que me bancó y seguí con la mía.
-Estás muy activo en las redes, pero ¿extrañas el teatro?
-Un montonazo. Hicimos temporada de verano en Carlos Paz y una gira con la banda, y estuvimos haciendo la despedida de Serendipia en el teatro Astral, el mismo lugar donde se grabó para Netflix. Empezamos con una función y terminamos vendiendo cuatro, aunque solo pudimos hacer dos por las restricciones.
-Del Agustín actor, músico y comediante, ¿cuál es el que te sale más fácil?
-No sé si más fácil, pero sin duda el actor es el que más desafíos se propone cuando no hago comedia. No es el que más me cuesta, sino que lo quiero hacer porque me pone muy incómodo y me encanta ese desafío.
-¿Qué mensaje le darías hoy a un chico que como vos tiene carisma para la comedia y sueña vivir de la actuación?
-Que estudien mucho, que investiguen y que hagan sin esperar nada. Sin esperar eso de “Yo quiero llegar a la tele, quiero llegar a algún lugar”. Hay que hacer sin esperar llegar a ningún lugar, porque va a surgir solo e incluso llegas a lugares donde no tenías ni idea que existen. Pero la base es el estudio de entender que estás haciendo. Y agradecer haber nacido en este momento, donde todos tenemos la posibilidad de tener un canal de difusión muy importante como las redes, en la palma de la mano.
Rada vuelve a Netflix recargado
El comediante estrena su segundo especial de comedia para la plataforma “Soy Rada: Serendipia”. Una versión de su último espectáculo teatral, que estará disponible a partir del 27 de mayo y es parte de las producciones nacionales para el gigante de streaming.
El especial debutará en 190 países y será traducido en distintos idiomas. Un punto más en la popularidad de Rada como el humorista que no para de crecer.