Después de tres años del disco debut, Spaghetti Western está listo para volver a dar que hablar. La banda de soul funk hoy presenta en sociedad su segunda placa de estudio, y con él busca seguir consolidándose en la escena musical, como uno de los grupos mendocinos con mayor proyección.
Y es meritorio para el clan hacerlo desde la independencia y a través de un género que se piensa para unos pocos, pero que Spaghetti supo tomar y atraer a un público joven ávido de un sonido alegre, bailable y ecléctico.
“Pangea”, el nombre del segundo álbum que desde hoy está disponible en todas las plataformas digitales y simboliza la búsqueda de volver al comienzo, de la fuerza colectiva que refleja la banda tanto arriba como abajo del escenario. Todo se traduce en melodías armónicas, con la presencia del funk y soul, acompañados de una lírica propia de estos tiempos.
“El proceso de crear nuevas canciones fue muy positivo y en conjunto, porque la experiencia de ser una comunidad, de que la opinión y decisiones sean colectivas no es fácil, pero era parte de la búsqueda. Es un desafío y siempre intentamos hacer todo de manera horizontal. Estamos acostumbrados a otras formas, entonces es una lucha impuesta”, comenta Tomás Lazzaro que integra la banda hace casi dos años tras la salida de Gonzalo Corseda.
“Disidente”, “Mansa Buena Onda” y “Libre” son los tres singles que Spaghetti lanzó como adelanto del nuevo material, y resumen la potencia y el carisma que los mendocinos cultivaron a lo largo de los años, que les permitió atraer al público y millones de reproducciones en las plataformas.
Como su dinámica grupal se dejaron sorprender por la creatividad del momento, y sin dejarse amedrentar por el éxito de su disco homónimo surgió una obra conceptual emancipadora del pasado.
"El nombre “Pangea” refleja lo que queríamos expresar, el sentido de colectividad. Volver a la raíz, que sea una unidad, como en el comienzo lo fue la tierra. Es la palabra a la que llegamos a partir de ese pensamiento. En lo musical no fuimos para atrás mirando a lo que se hizo y pensando que tenemos que hacer algo distinto o parecido al primer disco, o que suene mejor. Fue una exploración del momento y así se fue gestando. El sentimiento surgía de lo que tocábamos. “Disidente” y un par de temas surgieron de la improvisación en la sala de ensayo. Fue un proceso más creativo en ese aspecto", detalla el guitarrista que seguía a la banda desde sus comienzos y hoy forma parte del sexteto.
El disco fue grabado en los estudios Páramo y Fader, y contó con la producción de Juan Olguín y los propios Spaghetti. La grabación y mezcla estuvieron a cargo de Nano Cremaschi, mientras que el mastering lo realizó Brian Iele, en Santa Cecilia Sound (Buenos Aires). El arte de tapa estuvo a cargo de Laura Iriarte.
Actualmente, Spaghetti Western está compuesto por Nawel “Chino” Lim (batería, percusión), Tomás Lazzaro (guitarra), Francisca Figueroa (voz, guitarra y percusión), Rocío Barboza (voz y percusión), Ricardo “Tapa” Quirós (bajo) y Quito Pithod (piano eléctrico, piano, Rhodes y sintetizadores).
Con la expectativa de presentarlo en breve, aunque aún no quieren dar detalles si darán un concierto en streaming o esperarán a que se enciendan los escenarios, la banda mendocina disfruta de la síntesis de años de trabajo y la oportunidad de reencontrarse con su público. “Tenemos ganas que lo escuche la gente y de alguna manera el disco está dedicado al público, al que nos sigue, nos ayudó a crecer y es un regalo para ellos”.
