Taylor Swift lanzó por sorpresa su nuevo álbum “Folklore” el 24 de julio y ahora, menos de un mes después, se conoce que el disco ya arrasó en los número uno en cerca de 100 países, vendiendo más de 2 millones de copias y convirtiéndose así en el mejor debut musical de 2020, según la Agencia Efe.
El álbum, cuyas canciones fueron creadas ya en un entorno pandémico y fue producido cuando ya gran parte de la industria musical estaba paralizada, ha sido un éxito abrumador. Y quien más lo ha festejado fue la discográfica, Republic Records, puesto que esta perlita le llegó en el momento menos esperado.
A los 30 años, Taylor Swift, ícono juvenil y musical, se ha mantenido en alza y su trayectoria está más que consagrada: 138 millones de seguidores en Instagram y 10 premios Grammy, que la convierten en la undécima mujer con más galardones musicales, con ocho álbumes de estudio en su carrera: en 2006 sacó el primero, que llevaba su nombre y consistía en canciones escritas por ella; tras un éxito nada desdeñable que la elevó hasta el número cinco de la lista de éxitos Billboard 200, todo fue en ascenso. Siguieron “Fearless” (2008), “Speak Now” (2010), “Red” (2012), “1989” (2014), “Reputation” (2017) y “Lover” (2019).
“Folklore” es un disco sensible e íntimo, cuyo paso por el estudio terminó de darle forma pero no le agregó tanta sustancia al material, puesto que su espíritu es ante todo narrativo. Las canciones - como anticipa el título- están más cercanas a la lírica y la narrativa que al artificio del pop, que potencia su identidad pasando por el estudio de grabación. .
Swift se inspiró para historias en experiencias propias y de gente cercana. Y por esa alusión constante al presente en el que vivimos, “Folklore” por momentos es una especie de remedio para los que siguen viviendo el confinamiento y la desesperanza. “Epiphany”, “Cardigan” y “Seven” dan prueba de ello.