Pasó casi un año desde el cierre masivo de espectáculos, y aun pasará un tiempo hasta que las orquestas vuelvan a trabajar en toda su capacidad y a tener temporadas como las que existían antes de la pandemia. En este marco, el refugio de los melómanos fue el streaming: solo a través de esas transmisiones (muchas en vivo) se pudo volver a escuchar y a ver piezas del gran repertorio: grandes sinfonías, óperas, oratorios, etcétera. Y algunas fueron realmente magníficas y quedarán en el recuerdo, como el “Requiem” de Verdi que dirigió Riccardo Chailly en el Duomo de Milán, en homenaje a los muertos por Covid-19.
Sin embargo, entre las opciones, se hizo especialmente popular la plataforma Selecta, que algunos llaman “el Netflix de la música clásica”. Y con cierta razón: en los últimos meses su catálogo se enriqueció considerablemente, ofreciendo contenidos de alta calidad de audio y video (algo que YouTube, por ejemplo, no siempre ofrece con registros de música clásica).
Selecta, que puede verse en su app (iOS y Android), en el navegador y hasta en los servicios smart de LG, Samsung y Roku, entre otros, acaba de sumar a su catálogo a la Escuela Superior de Música Reina Sofía, considerada como una de las mejores de Europa para jóvenes talentos y sede de más de 300 conciertos por año.
Buceando en la oferta, destacamos tres recomendados para los melómanos mendocinos.
Argerich y Barenboim en un “tour de force”
La pianista y el director y pianista argentino han coincidido en los últimos años en muchos proyectos comunes. Aunque la unión fue especialmente fructífera en Buenos Aires (recordemos el festival que lleva el nombre de él), ambos son dioses de la música clásica a nivel mundial.
Y en Selecta los dos son protagonistas de importantes registros, entre los que sorprende el concierto que dieron en la Berliner Philharmonie en 2014: Mozart, Schubert, pero, por sobre todo, una ardua transcripción de “La consagración de la primavera” de Ígor Stravinsky a cuatro manos. La interpretación, arriesgada y colosal, mereció grandes ovaciones en Berlín y en Buenos Aires, donde presentaron idéntico programa en el Teatro Colón ese año.
Viviana Lazzarin borra fronteras
El recital “Solopiano”, registrado en el club Bebop de San Telmo (Buenos Aires), es una perfecta oportunidad para conocer a esta pianista mendocina, quien desarrolla su carrera principalmente en Italia.
La consigna fue partir de piezas famosas de la música clásica para arribar, mediante técnicas académicas y de improvisación, al jazz. Así, entre uno y otro género, se desdibujan totalmente los rótulos para crear algo nuevo, caracterizado por la espontaneidad y la libertad. Los compositores que se prestan a esta exploración son Frédéric Chopin, Franz Liszt, Ernesto Nazareth y Astor Piazzolla.
El mundo Piazzolla
En el año de su centenario, Astor Piazzolla ocupa un importante lugar en el calendario de los artistas y del público, por lo que Selecta también aseguró una nutrida oferta en su nombre.
Se puede ver desde “Tango Buenos Aires”, el espectacular y masivo concierto que dio Gustavo Dudamel con la Filarmónica de Los Angeles en 2016, donde interpretan “Muerte del Angel”, “Adios Nonino”, “Oblivion” y “Libertango”, hasta el apasionado recital del grupo croata 2cellos, grabado en Londres, donde se animan a audaces y poco “académicos” arreglos que van desde “Oblivion” a canciones de Michael Jackson y Nirvana.
Pero es “Sempre primavera”, con el violinista Gidon Kremer & The Kremerata Baltica, lo que hay que ver sí o sí. Entre los intérpretes de Piazzolla, él ya es un clásico, por su apasionado virtuosismo y la original manera en que se apropia del legado del argentino. Para él, ha dicho, la música de Piazzolla está al mismo nivel que la de Schubert o Chopin.