La frase basada en hechos reales le cabe justo a “Un tiempito”. La serie mendocina creada por el actor Rodrigo Casavalle y el músico Francisco Páez Grillo surgió el año pasado en pleno confinamiento y trata la historia de dos amigos que por las circunstancias del momento conviven en la casa de uno de ellos.
La comedia fue pensada como serie web para estrenarla en Youtube y generar un contenido que les permitiera ganarse la vida, antes el cierre de salas y las restricciones de actividades artísticas. Cada jueves estrenaron vía online los diez capítulos de la historia, que finalmente debutó anoche por la pantalla de Canal 9 Televida.
“La hicimos para Youtube y cada jueves estrenamos un capítulo. Con la posibilidad que surgió de emitirla en la televisión abierta, luego de que se pase por la tele lo liberaremos en el canal de la serie”, cuenta el actor Rodrigo Casavalle por la ficción que creó junto a su amigo en plena cuarentena y llegó a la pantalla chica.
Amigos son los amigos
La realidad es fuente de inspiración cuando se trata de crear historias. Y la de “Un tiempito” tiene mucho de verosimilitud.
Franco y Rodrigo son amigos desde hace treinta años, pero hace veinte que no se ven. Franco ahora es músico y Rodri es actor. Franco es tranquilo, silencioso y un poco indeciso, no tiene grandes ambiciones, pero está obsesionado con una canción que no puede terminar hace mucho tiempo.
Rodrigo es apasionado, inquieto y muy sensible. No tuvo el éxito que le hubiera gustado en su carrera pero desde hace un tiempo le está yendo mejor gracias al trabajo de su nueva representante. Rodri vuelve a Mendoza con su espectáculo, pero se decreta la cuarentena y queda varado. Entonces le pide a Franco que lo aloje...por un tiempito.
“El año pasado me iba a instalar en Buenos Aires para trabajar, entonces dejé de alquilar una casa en Mendoza. Estaba en Ushuaia de gira, para luego irme a Buenos Aires y comenzó la cuarentena. Quedé varado en el sur y volví a Mendoza obligado. Y cuando llegué acá no tenía casa y estaba todo re complicado para alquilar, fue en esa circunstancias que le pedí a Francisco si me podía alojar por un tiempo”, cuenta el actor que la cuarentena lo llevó a convivir con su amigo y crear la serie.
“Surgió como un proyecto casero y subirlo a Youtube, buscando una forma de ganar dinero y trabajar en una situación difícil para los artistas, mediante una gorra virtual. Pero cuando fue cobrando importancia el proyecto y comenzaron a colaborar muchos actores de otras ciudades, vimos que se podía ofrecer el proyecto para la televisión”, aclara Casavalle.
Filmada íntegramente en una casa y barrio de Godoy Cruz, la dupla de a poco fue aprendiendo mecanismos y códigos del lenguaje audiovisual, hasta que se sumaron amigos y cineastas que le permitieron darle forma a la serie.
“Teníamos experiencia en el audiovisual pero nunca manejando todo el proceso. Y no sabíamos usar la cámara, incluso hubo material que no pudimos usar. Después nos asesoraron, nos prestaron una cámara, fue un curso acelerado de audiovisual. Y se sumó mucha gente de cine, actores, vecinos a colaborar”.
-¿Partieron de un guión o improvisaron antes las cámaras?
-En un momento se nos hizo difícil porque no teníamos guión, solo la historia en la cabeza. Pero sirvió para acomodarnos y la serie se fue modificando sin querer. Por ejemplo, hablamos con Mirtha Busnelli para que participara y a raíz de eso surgían nuevas situaciones. Se sumó un vecino, un niño y la historia mutó mucho. Teníamos un guión como guía pero se fue modificando con el tiempo. A la hora de armar la escena salían cosas naturales desde la improvisación.
Filmada en tiempo real, la ficción contó con la producción de Sofía Silva como producción, Leandro Suliá Leiton, la productora Filmandes, el teatro Selectro y distintos vecinos se sumaron al proyecto independiente.
Mirtha Busnelli y Gastón Paul son algunas de las figuras que se sumaron a la historia de diez episodios, con una duración de 15 minutos cada uno.
“Esto se filmó en Godoy Cruz, una especie de callejón que es un barrio. Y colaboró un montón de gente, con voces, los vecinos se prendieron, hasta nos traían alguna colaboración con dinero. Nos trajeron unas agendas que fabricó una chica con fotos de la serie”.
Durante seis meses, Rodrigo y Francisco siguieron conviviendo hasta culminar el proyecto. “Terminamos a finales de noviembre. Hasta ese día viví en la casa de Francisco y después de culminar la filmación me mudé, porque si me iba no la íbamos a terminar. Fueron seis meses trabajando en eso, porque parece que no pero era mucho lo que había que hacer. En definitiva filmamos una serie los dos solos adentro de una casa desde cero”.
-¿Qué repercusiones tuvo la serie en la web?
-Nos sorprendió el apoyo de la gente, recibimos colaboración de mucha gente y nos llegaban colaboraciones de extranjeros, gente de afuera que veía la serie por Youtube. En la serie trabaja un actor italiano, mexicano y una actriz francesa y eso se convirtió en una gran estrategia para que la vean en el exterior. Para nosotros además de permitirnos trabajar y que hoy esté en la televisión fue una descarga, un escape de creatividad. Y tenemos química para trabajar, entonces algo teníamos que hacer los dos viviendo juntos en cuarentena.
Ficción mendocina en la televisión abierta
“Un tiempito”, la serie mendocina protagonizada por Rodrigo Casavalle y Francisco Páez se transmite todos los sábados a las 20.30 hs, por Canal 9 Televida.
Son diez capítulos que relata la historia de dos amigos que sin planearlo se reencuentran después de muchos años y la cuarentena los obliga a convivir. De ahí surgen distintas situaciones que se suman a la difícil tarea de la convivencia.