Con apenas 27 años de edad, un día como hoy hace una década atrás Amy Winehouse se despedía para siempre. La joven británica, revelación de la música jazz, fue encontrada en su departamento, con un grado de alcohol excesivo y un bolso de metas que quedaron sin cumplir.
Amy Winehouse no sólo fue una artista que merecía reconocimiento y respeto, sino que dejo una marca imborrable en el mundo. Revitalizó con su inigualable talento ritmos como el jazz y el soul, comenzó a recuperar espacios para las mujeres en el ámbito musical y nos regaló una voz que podría enamorar a cualquiera.
Amy merecía más de lo que tuvo, sus demonios ganaron. En una constante lucha contra sus adicciones al alcohol y las drogas, la joven promesa de la música de principios de siglo rememoró las trágicas parábolas de las grandes figuras femeninas de la historia del jazz.
En soledad y con una autopsia que indicaba intoxicación alcohólica, la genia del jazz de sumó a la larga lista del Club de Los 27. Deslumbró al mundo con sus primeros dos discos.
Desde su primer disco Frank, lanzado en 2003, la crítica fue prácticamente unánime al elogiar la frescura, franqueza y perspicacia de sus letras.
Pero fue su segundo álbum, Back to Black (2006), el que la consagró como una espectacular y talentosa cantautora que saltó al estrellato internacional.
El álbum cosechó innumerables premios, incluyendo cinco Grammy en una ceremonia a la que no pudo asistir ya que Estados Unidos no le permitió la entrada por sus antecedentes con las drogas.
Fue en ese momento que las alarmas comenzaron, sus letras reflejaban un alma atormentada. Aunque las señales no fueron escuchadas, la decadencia comenzó.
Tras varios incidentes que la dejaron a vista de todos, comenzaron a conocerse los pormenores de la artista.
Había tenido colapsos e internaciones por sobredosis que la pusieron al borde de la muerte en varias ocasiones. En una de ellas, encontraron en su sangre rastros de alcohol, cocaína, crack y heroína.
La culpa fue depositada en su padre y en Blake Fielder-Civil, un joven algo más grande que ella al que muchos del entorno de la cantante lo responsabilizaban por haberla sumergido en las drogas.
La realidad es que, hasta hoy, continúa vigente la pregunta: ¿Alguien pudo salvar a Amy Winehouse?
La cantante de potente voz no solo recuperó y proyectó en la nueva era sonidos que habían sido relegados por el pop y la electrónica para las nuevas generaciones. Además, fue una heroína para las mujeres, generando una nueva forma de empoderamiento al permitir con su éxito la aparición de figuras como Adele y Lady Gaga, entre otras.
Su voz, sus letras, la energía que emanaban sus melodías y la soledad, fueron condimentos que la acompañaron durante la vida, y al final, fueron los que se llevó a la muerte.
Hoy, a una década de su partida, recordamos a Amy Winehouse como una de las grandes razones para concientizar, apoyar y no desmerecer las penas de aquellos que nos rodean.
Crónica de una muerte anunciada
Eran las 10 de la mañana del 23 de julio de 2011. Amy dormía en su habitación, o así lo pensó su guardaespaldas que, tras acercarse a su puerta, decidió darle privacidad a la joven artista.
Pasadas dos horas, seguía sin dar señales de estar en condiciones de comenzar el día. Se acercó a la puerta, golpeó, nada. La preocupación comenzó a ser un sentimiento que se asomaba entre los demás pensamientos.
Entró. Estaba acostada, aunque sin moverse. Fue cuando estuvo a una mínima distancia que sintió el hedor a alcohol. La preocupación comenzó a recorrerle por completo el cuerpo, no se movía. El guardaespaldas llamó a la ambulancia, lo demás pasó muy rápido.
Cuatro de la tarde. Amy había muerto, intoxicación etílica dijeron. 4.16 gramos de alcohol por litro de sangre. Tres botellas de vodka rodeaban su cama, no lo esperaban, aunque tampoco sorprendió demasiado.
A pesar de su corta edad, su carrera venía en picada. El mundo entero miraba lo que Amy Winehouse hacía, sus borracheras, sus bochornos, cada falla, cada error.
Bulimia, depresión, drogas y alcohol. Condimentos que para nada deben ir juntos, pero en su vida lo hacían.
“Morí cientos de veces”, escribió en su canción Back to black. Aunque ese 23 de julio, fue la definitiva.
Un nuevo documental en camino
Anteriormente hemos visto documentales que retratan la vida de la artista. En Amy, el documental ganador del Oscar dirigido por Asif Kapadia, surge otro de los señalados como culpables: el padre de Amy, Mitch Winehouse.
Fue acusado de no prestar atención a las señales que su hija mandaba a través de su música y sus actos. Fascinado por la fama, por los flashes, hizo todo lo posible para no perder figuración y para obtener los mayores beneficios de ser el padre de la nueva estrella del momento.
Ahora, este nuevo documental surge con la idea de demostrar lo que hubo detrás de la prensa. Curious Films se embarca en un nuevo documental sobre la enérgica cantante.
“Reclaiming Amy” aborda la vida de la fallecida cantante Amy Winehouse, adoptando una táctica similar a lo que fue el documental de Britney Spears, donde la cámara busca examinar a la mujer de carne y hueso detrás de las imágenes de los paparazzi.
Sus padres fueron los principales partícipes de este nuevo trabajo que retrata la vida de la artista desde adentro, sin tapujos, sin condiciones, sin barreras.
“Lo que estamos tratando de lograr es una imagen más completa de Amy”, explica Mitch Winehouse sobre la cinta que muestra imágenes y declaraciones inéditas de la artista.
Una joven, atormentada por los vicios y la presión social. Había una historia de verdad detrás de los titulares que condenaban a Amy. Había una historia que su familia debía contar y que no había sido escuchada.
El documental será transmitido hoy por el canal BBC 2 en Reino Unido, en el marco de una década de la trágica muerte de la cantante.
Las voces son miles, la realidad es que nunca sabremos la verdad objetiva. Sacar nuestras propias conclusiones será la respuesta.