Siempre en las antípodas del sistema, Walas es el frontman extraño que se mueve entre las aguas del punk y el rock nacional. Verborrágico y reflexivo, el músico sorprendió el año pasado con un video que compartió con sus seguidores al contagiarse de covid.
Además de la preocupación que generó su aparición, el mensaje llegó a los medios de comunicación para concientizar en ese momento a los detractores de la pandemia y el virus.
Sin pensarlo, de un día para el otro, el hombre que surgió del parakultural con su banda Massacre Palestina ocupaba la pantalla de “Intrusos”, en ese momento conducido por Jorge Rial. Algo insólito en otros tiempos.
“Cuando tuve covid en la primavera del año pasado, en ese momento había muchos cuestionadores incluso entre mis amigos, que si era de verdad, era una conspiración. Incluso yo que soy bastante conspiracionista, definitivamente sabía que la causa oficial que daba que era la del murciélago era mentira. Era la tercera guerra mundial, en vez de tirarse con bombas y misiles, se tiraron con un agente químico. Que no es una guerra por el petróleo o por el territorio, sino por la tecnología, el mercado. Pero tuve la necesidad de difundir que el virus es verdad y que se cuiden. Porque yo estuve muy mal, al principio lo manejé yo en mi casa, pero después me internaron una semana. Tuve la necesidad de salir a decir mi palabra y que lo escuche el que le interesaba”.
-Pero tu mensaje tuvo una buena repercusión dentro del momento crítico.
- Estuvo buenísimo porque llegó a un montón de gente, incluso lo levantó Jorge Rial. Que fue muy loco, porque yo soy una celebridad menor, un rockero alternativo. Fue útil, porque recibí varios mensajes que los hizo recapacitar, reflexionar. Y eso es buenísimo.
Tras la vuelta a la normalidad, Massacre se presentó en el teatro Coliseo a sala llena, además de una gira que lo llevó a distintas ciudades y el lunes 22 de noviembre regresan a Mendoza, en una fecha que compartirán con Los Espíritus en una nueva edición del Ciclo Vertiente, en 23 Ríos.
“Ahora estamos con mucha abstinencia de aplaudir y de tocar. Los músicos tenemos ganas de tocar, el público de salir y aparte el gremio nuestro fue el último que se levantó y salió a la calle”.
-Después de vivir esa experiencia extrema, aislamiento y la enfermedad, ¿te marcó en algo?
-La pandemia es casi un experimento social, que en algunos casos no va a sacar mejores, y en otros acrecentó las miserias. Pero la pandemia generó un montón de cosas y es la bisagra de la nueva humanidad. Buenas y malas, por ejemplo generó un montón de separaciones y divorcios, estoy rodeado y no sé si incluirme (ríe) de amigos separados. Y de ese fenómeno, las otras cosas sociales que generó la pandemia. Será el punto de partida y quiebre para la nueva humanidad. Mucha gente entró en la cosa introspectiva, espiritual, la meditación. Y otros se conectaron con algo importantísimo que es internet. Más allá del entretenimiento es la biblioteca. Antes los sabios antiguos tenían que ir a la biblioteca. En cambio ahora tenemos el privilegio de tener el conocimiento del mundo en la mano. Por eso mucha gente aprendió cosas muy buenas durante el aislamiento.
-Y como banda ¿les sirvió el aislamiento?
-A pesar que estuvimos separados físicamente, fuimos re prolíficos, nunca compusimos tantas cosas geniales y buenas, a nivel lírica y música. De hecho antes de la pandemia teníamos armado un nuevo repertorio como para grabar, y en la pandemia eso se convirtió en un disco doble. Yo me encerraba en el piso de arriba de mi casa y no sabía qué hora era. Parecido a esas épocas anacrónicas y bohemias, psicodélicas. Bajaba la persiana, me encerraba con la viola, los bajos y no sabía si era de día y noche, y grababa infinidad de cosas. Por eso se generó un material para hacer un disco doble.
Tras lanzar la edición en vinilo de su disco El Mamut (2007) comenzaron a grabar la nueva placa de la banda. Con un condimento especial, la producción de Gustavo Santaolalla. Y como anticipo presentaron “Mariposa”, el primer single bajo la batuta del productor.
-Contame sobre el nuevo disco.
-De todo ese material que tenía, en un momento me comuniqué con mi amigo Santaolalla y le pasé algo de lo nuevo, grabado con un celular muy rudimentario. Y les encantaron los temas, y me dijo que quería producir esos temas. Asique se convirtió en el productor de lo que sería el nuevo disco de Massacre. Ya salió el primer tema, ahora viene el segundo y vamos a ir mostrando de a singles. Y cuando salgan a la cancha tres o cuatro temas sacaremos un disco físico, tal vez un EP producido por Santaolalla.
-Es una yunta interesante, más allá de la amistad que los une, en la música Gustavo siempre estuvo en la vereda de enfrente.
-La relación de Massacre y Santaolalla simboliza la evolución de los seres humanos, y cómo podemos crecer con el tiempo. Porque nosotros de chicos éramos los punk Massacre Palestina, y ellos eran los hippies Arcoíris. Éramos completamente antagónicos y ahora nos unen montones de factores, más que divergencias. Además del amor a la música, con Gustavo nos une el amor por la física cuántica, por los fenómenos paranormales, eso nos une más que en la música. Antes no hubiésemos participado del mismo festival, a pesar que no coincidimos cronológicamente. En cambio ahora vamos a tocar en Vive Latino en México, y tocamos no solo el mismo día, sino que juntos en el mismo escenario. Por eso el hombre tiene que ser evolutivo.
-¿Crees que esa evolución parte de dejar de lado las diferencias?
-Una de las cosas que estamos aprendiendo gracias a internet es a defendernos de los enemigos externos. Y uno de esos enemigos es la división, atomizarnos, separarnos. Antes no la cuestionábamos, en cambio ahora con la información aprendemos alternativas, para poder evitar esos problemas. Igual los que nos dividen son poderes muy fuertes, y siempre necesitan que haya un Boca River, un Peronismo y Radicalismo. Bueno… mejor no hablar de política porque es una hoguera de vanidades.
-Con el boom de la música urbana en las nuevas generaciones el rock quedó a un costado, ¿escuchas parte de lo suena?
-El rock quedó en un lugar secundario, según las épocas ocupa lugares en la sociedad. A veces está más de moda, a veces va por su curso natural, otras está en crisis. Y lo que surge ahora es la cultura urbana, y dentro de eso me gusta el Freestyle, que son lo que antiguamente eran los payadores. A mí me encanta, porque eso involucra mover la cabeza, rima, métrica, picardía, creatividad, remate con humor, ironía. Me encanta como ejercicio para acelerar las neuronas.
Me gusta eso acompañado de los surfistas, todos los deportes de tablas. Y me encanta la cultura del Freestyle acompañado por un skate. Creo que es la humanidad futura. Un poco de lo físico y de lo intelectual. Creo que la fórmula que combine las dos cosas hace de un ser humano digno de evolucionar.
-¿Y el punk resiste a todos esos fenómenos?
-Sí, porque el punk aporta un tercer componente. El punk en las nuevas generaciones es la militancia y lo ideológico. El punk trajo algo que era minoritario, pero los chicos hoy lo ejercen. Desde el amor por los animales, el veganismo, el reciclado, el hazlo tú mismo, los derechos de género, el respeto al otro. Eso lo trajo el punk y hoy los chicos van por ese pensamiento. Todo eso lo aportaron las bandas punk, que era minoritario, porque los que militamos en el movimiento anarco punk éramos pocos. Y hoy creció tanto que se llama movimiento antiglobalización. Lo digo en chiste, pero el mensaje de Violencia Rivas el personaje de Capusotto, más allá del sketch lo todo lo que dice son verdades.
Entonces si tenemos creatividad de la mano del Freestyle, surfismo y encima consciencia social, podemos salvarnos o ser un poco más libres, más felices y no romperle las pelotas al otro.
La Ficha
MASSACRE Y LOS ESPÍRITUS EN EL CICLO VERTIENTE
Día y hora: lunes 22 de noviembre, a las 19.
Lugar: 23 Ríos (Boedo y Acceso Sur, Luján de Cuyo).
Entradas: $1800. En entradaweb.com.ar