Por Claudio Barros - Coeditor de www.losandes.com.ar
No soy un fan de WhatsApp. Soy un militante de la primera hora de Telegram, el mensajero al que la aplicación aspira a ser pero aun la falta tomar mucha sopa para estar igual de fuerte y confiable. Sin embargo reconozco que con mi evangelización no alcanza y la falta de popularidad es el escollo principal de Telegram en el camino al éxito. Ahora que admití mi fracaso también debo reconocer que WhatsApp es una arma de seducción masiva y debo valorar que sus 1.000 millones de usuarios en todo el mundo no pueden estar equivocados.
No soy el único que no lo aprecia – cualquiera que esté en un grupo de WhatsApp quiere salir con una ametralladora a silenciarlo- pero es casi un mal necesario de estos días. Así que siguiendo la consigna de que si no puedes derrotar al enemigo debes unirte a él, comparto algunas funciones que pueden ayudar a mejorar la experiencia y sacarle provecho
-Podes tener dos WhatsApp en un mismo equipo: acá el que lo posibilita es Google y no la aplicación. Los que tengan Android actualizado pueden agregar un nuevo usuario al teléfono, además del propio, y así poder tener una sesión "invitado" con un mensajero extra pero en el mismo smartphone.
-Previsualización de contenido: este es uno de los puntos más flojos de WhatsApp. Ahora los links que compartimos muestran un poco del contenido pero aún existen restricciones. Reproducir Gif –que es lo que más amamos por estos días- aun es una función en desarrollo con promesa de aterrizar pronto.
-Mejoras en la escritura. Ahora se puede poner negritas a un texto o subrayarlo. Basta con poner * o _ entre el texto a enviar y listo, sale con las características. Aún no sé que relevancia tiene pero es lindo saber que existe.
-Escuchar en soledad: la función más útil de WhatsApp es quizá una de las más ignoradas por el usuario. Cuando alguien nos envía un mensaje de voz se puede dar play y llevar el teléfono al oído como solemos hacer con las llamadas. De esa forma cualquier audio deja de sonar a todo volumen y se resguarda un poco la intimidad.
-Ayudas grupales: primero se sumó la opción de buscar dentro de los mensajes filtrando por palabras, luego se sumó el botón para ir rápidamente al final de los mensajes y ahora se viene la respuesta personalizada dentro de los grupos. Se puede citar el mensaje de uno de los usuarios y responder dentro del grupo sin que haya confusiones.
-Ocultar las malditas tildes azules: nacieron con la mejor intención pero muchos sienten que hacen más mal que bien al mundo. Por eso la aplicación da la opción de quitarlas. Basta con entrar a ajustes/privacidad/confirmación de lectura y deshabilitar la opción en forma rápida e indolora.
-Limpiar la basura: No, no hablo de sacar a ex parejas ni amigos traidores. Me refiero a borrar contenido que nos llega, ocupa lugar y no nos sirve. Se puede borrar a mano o se puede apelar a Magic Cleaner, una aplicación gratuita que detecta memes, bromas y otras imágenes irrelevantes y las elimina.
-Versión web: la empresa habilitó esta función hace un tiempo y ahora lo que hizo fue desarrollar una aplicación para ser usada en Windows y Mac. No es una maravilla pero es oficial y funciona bien.
-Copia de seguridad: desconozco si ustedes tienen charlas trascendentales en WhatsApp que quieran atesorar para la eternidad. Si es así, la app guarda automáticamente –o manualmente ingresando a Ajustes- una copia de seguridad en Google Drive para recuperarla cuando sea necesaria.
-Cuidado con la estafa: las promesas de funciones que la aplicación aun no posee son el anzuelo principal por el cual muchos timadores se roban nuestros datos. Lo mejor es no instalar herramientas externas que nos resulten dudosas y seguir el sentido común: aun no hay videollamadas grupales, ni versiones de lujo, ni posibilidad de saber quien nos espía. Así que no vale la pena sumar un problema por una característica que no necesitamos.