"Se juega para ganar, para divertirse, y para hacer felices a los demás".
Estas palabras construyeron una de las frases más emblemáticas de Magic Johnson, jugador símbolo de Los Ángeles Lakers y de la NBA. Uno de los mejores basquetbolistas de las historia. Salvando las distancias, así juega Federico Grenni: gana, se divierte y hace feliz a los espectadores.
¿Coincidencia? El “Cabocha” nació en mayo de 1992. Justo el año que por primera vez se juntaron las estrellas de la NBA para formar el “Dream Team” y ganar la medalla olímpica en Barcelona. El base cordobés sedujo a todos los amantes del basquetbol mendocino. Con sus 1.74 metros estatura, juega con una “altura” que sorprende a propios y extraños.
Es pieza clave en el esquema de Fernando Minelli y es uno de los grandes responsables de este presente soñado del Centro Deportivo Rivadavia, equipo mendocino que logró llegar a la final de la Conferencia Sur y ahora se medirá con Belgrano de San Nicolás por un lugar en la final four que pondrá en juego dos ascenso al próximo TNA 2016-2017.
Tras recibir cientos de abrazos de niños que ya lo pusieron en lugar de "ídolo", Federico, habló con Más Deportes y dejó sus sensaciones tras la paliza que le propinaron a Estudiantes en el quinto juego (81-51) en semifinales.
- ¿Fue el mejor partido de Rivadavia en el certamen?
- Por contexto y situación, considero que fue el juego más completo del equipo. No teníamos margen de error. Fue una gran muestra de carácter del equipo. Veníamos de dos derrotas consecutivas. Fuimos demoledores.
- En la previa, ¿te imaginabas un partido así. O en pensaste un juego con final cerrado?
- Teníamos que recuperar nuestra agresividad defensiva. A partir de ahí, ellos se iban a descontrolar. Fue así. Por eso, la diferencia final de 30 puntos. Repito, fue nuestro mejor partido de la temporada.
- Estuviste en cancha 38' y 48'' de 40' de juego. ¿Cuándo te sentiste que lo quebraban a Estudiantes?
- El arranque del tercer cuarto fue magistral. Parcial de 15-0 en 5 minutos. No nos podíamos relajar. Nos fuimos al descanso 16 puntos arriba (37-21). Ahí se definió la serie.
- Apostaste mucho al juego estacionado y pocas veces salieron en transición
- Nos conocemos de memoria. Ambos, hicimos muy bien el regreso defensivo. Por eso, se vieron partidos con muchos ataques estacionados.
- ¿Desde tu lectura de juego, cuál fue la clave de la serie para ganarla?
- Un punto muy alto fue la defensa de Diego Maranesi sobre Sartorelli. El nivel de Torino y Trejo fue superlativo. Lo de Andrés Llaver es una realidad, cada día juega mejor. El lanzamiento del Hueso Ronco fue abrió el aro en el quinto juego.
- ¿Soñaste con este presente del equipo?
- Con la mano en el corazón, es imposible no soñar con esta camiseta, estos compañeros y con la gente que nos acompaña.
