Por trabajo, o por trámites, para tomar un vuelo al exterior, o por cualquier otra razón. Si el azar nos lleva a estar algunos días en la capital del país, bien puede uno escaparse de los sitios más frecuentados por los turistas y, en cambio, allegarse a los lugares por donde andan los bonaerenses en su cotidianidad. Nada de Palermo, ni de Las Cañitas, no vamos a La Boca, ni al Colón. La propuesta: una visita a las ferias y los mercados que marcan el pulso urbano.
En la recova del viejo mercado
La Feria de Mataderos tiene casi 30 años y es un paseo de fin de semana ideal para los que desean encontrarse con las tradiciones del campo. Se aposta justo frente al Mercado Nacional de Hacienda, en donde llegaban las reses de ganado vacuno para ser controladas y vendidas para el consumo interno.
El primer día de la semana es posible disfrutar de lo que ofrecen sus más de 300 puestos que comercializan artesanías gauchescas y comidas regionales. Un dato relevante es que suelen haber festivales artísticos, tales como guitarreadas, domas o bailes folklóricos.
Sin dudas se trata de una postal sensorial localista, bien argenta, donde se puede pasar un buen momento.
Los datos: Abre los domingos y feriados a partir de las 11. Se ubica en el barrio de Mataderos. http://feriademataderos.com.ar/
La historia que vive
El Mercado del Progreso es uno de los enclaves gastronómicos con más historia de la ciudad. Desde 1889 ha funcionado ininterrumpidamente y ofrece una amplia variedad de productos, bajo la cubierta metálica, al estilo de los parisinos. Bares, pizzerías, vinotecas, carnicerías, panaderías y pescaderías, entre sus tiendas que convocan a locales y turistas.
Sin dudas que ha cambiado con el paso de los años, de hecho su superficie supera ampliamente a la que tuvo en sus comienzos. No obstante, hay tradiciones que se mantienen, por ejemplo, muchos de los que atienden los puestos, son los nietos de los primeros dueños de esos comercios.
Andando entre sus pasillos, no sólo se pueden comprar productos comestibles, también hay tiendas de decoración, tecnología e indumentaria.
Los datos: Ubicado en el barrio de Caballito. Abierto de lunes a sábados en horario de comercio. http://mercadodelprogreso.com
El pórtico del dragón
A la vera de las barracas de Belgrano se despliegan varias cuadras que integran el Barrio Chino. Una vez que se traspasa el portal custodiado por dragones y leones, el festival es para la vista, el olfato y la billetera. Este arco de ingreso, fue elaborado en cemento y piedra y traído desarmado de China para ser ensamblado en el acceso de la calle Arribeños.
El atractivo por allí son los negocios de chucherías y objetos baratos de diversa índole. Entrar en cada uno es una tentación. Elementos útiles, culturales y decorativos entre muchísimos otros seducen a los visitantes a meter la mano en el bolsillo. En tanto los aromas de los restaurantes y puestos de comida asiática para llevar, convocan a probar delicias de otras latitudes.
Si hablamos de su historia, tenemos que decir, que esta barriada cambió su fisonomía a partir de la oleada inmigratoria que se afincó allí a partir de la década del 80. Familias chinas, japonesas y taiwanesas tomaron este ámbito y le transmitieron su impronta.
Los datos: Se ubica en el Barrio de Belgrano.
Un poco de arte
El Mercado de Pulgas del barrio de Colegiales abre sus puertas en un gigantesco galpón donde se ofrecen todo tipo de curiosidades. Así, es posible conseguir muebles, pinturas, esculturas, mármoles, bronces, cristales, piedras, joyas, platería, porcelanas, música, instrumentos, vestimentas, etc. Son más de 150 locales para visitar, y si en algún momento se siente cansado, puede sentarse en cualquiera de los bares del predio.
Este mercado, de corta data - inauguró en 1988-, ya ha cambiado de emplazamiento. El lugar original tuvo que ser desalojado por medidas de seguridad. En 2001, re inauguró en el sitio actual.
Los datos: Dirección: Av. Álvarez Thomas, Av. Dorrego, Concepción Arenal y General Enrique Martínez. Abierto de martes a domingo.