Por una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde 2014, cada 25 de julio se celebra el Día Internacional de la Agricultura Familiar. En ese marco, el Fondo para la Transformación y el Crecimiento (FTyC) puso en relieve los créditos disponibles para pequeños productores, con el ejemplo de una familia productora.
El matrimonio de Edgardo Torre y María de los Ángeles Cruz y sus cuatro hijos buscaban alternativas de progreso y con la agricultura encontraron, más allá de una herramienta de prosperidad, una forma de vida. La familia señaló que, más allá del aporte propio para sacar adelante y poner en plena producción una finca abandonada, el aporte financiero del FTyC fue fundamental para su proyecto.
La pareja fundó en el 2000 Trecam SA, que, según Gabriel, su hijo mayor, “se originó con el afán de diversificar ingresos en la estructura familiar y con el anhelo de poder realizar una explotación agrícola deseada por mis padres”. Así, en plena crisis de la post convertibilidad, los Torre adquirieron en 2002 una finca en el distrito lavallino El Vergel, para establecer, básicamente, una explotación olivícola.
“Estaba abandonada casi en su totalidad, lo cual implicó un crecimiento gradual que llevó más de diez años para que se encontrase en plena producción. Hoy cuenta con 32 hectáreas donde se producen aceitunas: 20 con destino a aceite de oliva y 12 para conserva. Además, tenemos dos hectáreas más para producir ajo”, señaló Gabriel.
Hoy, la finca es asesorada por un ingeniero y emplea entre 10 y 30 personas, según la época del año, ya sea para la poda invernal o para la cosecha. Los Torre asisten a su emprendimiento de manera casi diaria y, además de ser un lugar de trabajo, es un sitio de encuentro familiar.
Financiamiento agrícola
Para Gabriel Torre los créditos blandos del FTyC fueron fundamentales para el desarrollo del emprendimiento agrícola de su familia. Esto es así porque recurrieron a su financiamiento en numerosas oportunidades: en 2012, para comprar un tractor nuevo; en 2016 para cosecha y acarreo, y en 2019, 2020, 2021 y 2022, para capital de trabajo.
“Por lo cual, podemos afirmar que el fondo cumplió un papel fundamental de asistencia financiera. Sin él, difícilmente la empresa se hubiese podido desarrollar como lo hizo”, señaló enfáticamente el profesional.
Por su parte, Edgardo se mostró muy agradecido por el “profesionalismo y la calidad humana de los funcionarios que nos asistieron, nos aconsejaron y acompañaron en todas las oportunidades en las que nos abrieron sus puertas”. Así, recordó la buena atención que recibieron desde la mesa de entrada hasta los directores o subdirectores de la institución, pasando por los oficiales de las líneas de crédito.
Siete líneas de créditos
Son siete las líneas que ofrece el FTyC para los agricultores: Inversión, Capital de Trabajo, Capital de Trabajo por Contingencias Climáticas, Malla Antigranizo, Eficiencia Hídrica, Eficiencia Hídrica contra Heladas y Electrificación Rural. La tasa de interés para estos créditos parte del 18,32% anual.
En cuanto a las garantías, pueden ser prendarias, hipotecarias o con aval de SGR (Sociedad de Garantía Recíproca). Asimismo, en todas las operatorias existe la posibilidad de solicitar hasta 750 mil pesos con un garante propietario o con bono de sueldo.
¿Cómo es la devolución? En las líneas Inversión, Malla Antigranizo y Electrificación Rural es de 5 años, incluido uno de gracia. En el caso Capital de Trabajo, el reintegro es en 15 meses, incluidos 6 de gracia, y en la de Capital de Trabajo por Contingencias Climáticas de 21 meses, incluidos 12 de gracia. El plazo en las operatorias Eficiencia Hídrica y Eficiencia Hídrica contra Heladas es de hasta 10 años, con hasta 2 de gracia.
Para consultar, se puede visitar el sitio web del FTyC: https://www.ftyc.gob.ar/#productos. También se puede acudir a la sede central del FTyC, 9 de Julio 1257, primer piso, Ciudad, o a las delegaciones del interior.