Alfredo Aciar se confiesa conforme de tener una responsabilidad clara al frente del Banco de Vinos. Considera que las exportaciones seguirán creciendo, aunque manifiesta sus dudas sobre lo que pasará con los graneles, y que el consumo interno podría resentirse con un aumento de precios, a la par que considera que debe darse antes de fin de año. De mantenerse el aumento en las ventas, no sería necesaria una intervención este primer año.
-¿En qué instancia del armado se encuentra el banco de vinos?
-He citado a la primera reunión de consejo asesor para el próximo miércoles. En donde vamos a tratar dos temas puntuales, aunque puede haber otros agregados en el orden del día. El primer tema es votar el reglamento interno de funcionamiento del consejo, porque la ley del Banco de Vinos dice que el consejo se tiene que dar su propio reglamento, que incluye cosas típicas como de qué manera se conforma el quórum; cómo se forman las mayorías en la toma de decisiones; qué pasa si no hay quórum; si se cita a una nueva reunión, cuánto tiempo tiene que pasar entre una y otra; si hay empate, quién desempata.
Yo les he armado un borrador, como una base, y se los he propuesto. En este momento cada uno lo está analizando y, por supuesto, pueden plantear las consideraciones y hacer las modificaciones que quieran. Y van a votarlo ese día si hay un consenso.
Y el otro punto, que es el más importante desde lo operativo es que hemos invitado al presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Martín Hinojosa, para que nos cuente como está el tema de los stocks hoy según las cuentas que ellos llevan. Y de ahí va a venir el debate sobre la proyección de cómo van a funcionar las ventas de acá al 1 de junio. Son siete meses, que en la Argentina puede ser una eternidad. Pero hay bastante acuerdo de que, por la cuestión del tipo de cambio y de que el vino nuestro está, en términos relativos, barato. Entonces, lo de exportaciones creo que se va a mantener, inclusive crecer.
-¿Espera que sigan creciendo al mismo ritmo las ventas al exterior?
-Ahí se va a debatir fraccionado versus graneles. El fraccionado creo que va a mantener esa tasa lenta pero continua de crecimiento y graneles está en duda, porque hasta ahora venía siendo la “vedette”, pero si ajustan los precios, que creo que tienen que ajustar, y pronto, no sé cómo se comporte el tipo de cambio.
Cuando uno ve los precios que se están manejando en el mercado internacional, Chile, en vino genérico, está en alrededor de 60 o 65 centavos de dólar FOB el litro. Para hacer un cálculo rápido, si la base fueran 50 centavos y un dólar de $ 80, son $ 40 el litro de vino. Las últimas operaciones que se han hecho en Mendoza han sido a $ 20, con lo cual hay un margen de crecimiento de precios.
Mi expectativa es que, antes de que cierre el año, va a haber un ajuste importante. ¿Qué dice la otra parte? Los fraccionadores dicen que tienen los precios cuidados, que nos ponen un techo y no se puede pagar más. Empiezan con ese regateo, pero hoy una va a la góndola y ve que el vino está mucho más barato que cualquier sustituto, agua mineral, cerveza. Estamos hablando de vinos básicos, que es el 80% del vino que se vende en Argentina.
-¿Y qué va a pasar con el mercado interno si sube el precio del vino?
-Ahí viene la otra discusión, porque si sube el precio del vino, seguramente los despachos se van a resentir, como siempre ha pasado: 2017, 2011, 2010 y 2004. Sobre todo, vamos a escuchar a los que son de perfil fraccionador, para ver qué opinan. ¿Qué va a pasar con la liberación de la pandemia? El paso de ASPO a Dispo, ¿va a favorecer o desfavorecer el consumo de vino? Son varias cosas que le pueden jugar en contra al consumo doméstico. Pero de esa discusión vamos a sacar un número.
-¿Cuál es el stock hoy y qué se puede proyectar?
-Hoy veo 4,2 meses de comercialización. Pero eso asume que tanto exportaciones como despachos siguen igual que en los últimos 12 meses. Ha habido un crecimiento fuerte en los despachos, de 16%, y las exportaciones han tenido un aumento similar. Entonces, suponiendo que merme un poco el despacho, ¿cuánto quedaría? Ahí es donde digo que, por más que se caiga el consumo, se tiene que caer mucho para que terminemos teniendo mucho más de 5 meses.
Por eso, lo más probable que ocurra en esta primera reunión es que determinemos que el stock vínico va a estar por debajo de 5 meses y, por la misma ley del Banco de Vinos, que fija ese límite, no operaríamos en nuestra “primera salida a la cancha”. Sólo analizaríamos el partido, veríamos cómo está y seguramente, diremos de volver a juntarnos en 3 meses, antes de la cosecha y revisar de nuevo.
Porque en enero o febrero vamos a saber con certeza si la helada que tuvimos a principios de octubre hizo efecto en las viñas, si los despachos se cayeron o no por el verano. Parados en esa fecha, si volvemos a hacer la cuenta y nos da que está por encima de 5, saldremos con un operativo para captar ese excedente. Eso es lo que creo que va a pasar esta semana (ver aparte).
-¿Qué merma productiva están anticipando por heladas?
-Eso se va a ver, realmente en diciembre. Por ahí recibo fotos que me mandan de los viñedos y ahora que ya están los racimos con algunas uvas, se nota que están con pocos granos en los lugares donde ha habido afectación. Sí sé que se han denunciado 31 mil hectáreas de viñedo, de las cuales 22 mil están en la zona Este. O sea, la gran mayoría de las hectáreas potencialmente afectadas por las heladas, están en la zona más productiva, de donde salen los kilos de la provincia. Entonces, es probable que haya algún efecto.
Pero en diciembre seguramente vamos a tener el resultado de la tasación que hacen los peritos de la Dirección de Contingencias y tendremos un dato más preciso. De 30 mil hectáreas, con que haya un daño del 20%, que es poco, estamos hablando de 6 mil hectáreas, que es el daño normal promedio que se registra siempre. Cuando se superan las 15 mil hectáreas, o sea si hubiera un daño del 40 a 50% podríamos hablar de un estrés importante. No sé si se va a llegar a tanto.
