Los primeros datos sobre cambio climático, en relación a las emisiones de gases de efecto invernadero, datan del Siglo XIX (John Tyndall (1859) -Svante Arrhenius (1896)), tal es así que no se trata de un fenómeno nuevo, pero sí de uno cada vez más acuciante y que ocupa a los principales líderes del mundo. Mendoza no queda fuera de este esquema, por tratarse de una provincia con actividades económicas que dependen del buen uso del recurso hídrico para sortear las dificultades que genera la escasez, una de las principales consecuencias del calentamiento global.
Por esta razón, el pasado 6 de agosto tuvo lugar la “Expo Agua y Producción Sustentable”, que reunió a expertos de la provincia y el extranjero, para tratar los temas señalados.
Al respecto, Ricardo Villalba, investigador del CONICET, concretamente, en el Instituto Argentino de Nieve, Glaciares y Ciencias Ambientales (Ianigla), señaló que “todos podemos imaginar que el aumento de las temperaturas tiene un efecto negativo sobre los glaciares y también sobre la reducción de las precipitaciones en la cordillera”.
El especialista señaló que, justamente, la nieve acumulada en la cordillera es el elemento clave y fundamental, “el alma que compone el caudal de nuestros ríos”, y los glaciares, de alguna u otra manera, regulan ese caudal. “Entonces, el cambio climático afecta seriamente el recurso clave y vital que es el agua de la provincia de Mendoza”.
Un proceso que acompañará el Siglo XXI
De acuerdo con Villalba, “los modelos de circulación de la atmósfera indican que -la escasez de agua por el cambio climático- es un proceso que va a continuar durante el resto de este siglo”.
Sin embargo, el especialista destacó el papel clave que tienen los seres humanos frente a este problema. “Estamos hablando ahora del cambio climático global. Los problemas globales requieren de la colaboración de todas las personas para encontrar una solución y nosotros debemos hablar específicamente de la importancia que tiene nuestra cordillera como torre proveedora de agua”.
“Concretamente se ha reducido el tamaño con el correr de los años de nuestros glaciares. Esto también, por supuesto, influye en el caudal de nuestros ríos. Por ejemplo, en el año ‘68, cuando la nieve sólo fue el 5% de nuestra cordillera, tuvimos un 40% de caudal en los ríos, hoy, frente a una situación similar, llegaremos a un porcentaje mucho menor”, explicó.
La superficie de Mendoza a irrigar
De acuerdo con el especialista del Ianigla, Mendoza solo puede irrigar entre el 4% y el 5% de su superficie, dependiendo del año. “Eso no es porque a los mendocinos no nos gustaría ampliar la superficie para cultivos sino porque tenemos una limitación del recurso (agua)”, sumó.
Es por ello que a través de cientos de años, como muestran los registros hidrológicos -los más antiguos del país y posiblemente de América del Sur-, el agua ha sido el recurso más importante.
“Sin embargo, a causa del cambio climático, y del marcado aumento de la población de Mendoza que demanda y requiere de más agua, hoy estamos en una situación crítica. Entonces es clave y fundamental que Mendoza haya liderado por muchos años justamente las técnicas de manejo de agua y distribución y que todavía ponga más empeño para buscar justamente soluciones que puedan darnos cierta seguridad frente al desafío que presenta el calentamiento”, explicó Villalba.
Agua para Mendoza: qué esperar en 2024
Como consecuencia de la circulación atmosférica, los años en los que se presenta el fenómeno conocido como “del Niño”, “son más nevadores”. Esta es la situación que se presenta en la actualidad.
“Es importante lo que vivimos el año pasado y lo que estamos viviendo este año, con nieves relativamente altas, pero no es algo que haya venido para quedarse”, contó Villalba y recordó que en el periodo 2015-2016, se dieron situaciones similares, seguidas por años de escasez.
“Vamos a volver a las situaciones críticas como las que hemos vivido durante la última década y tenemos que ser conscientes de esta situación. Este es el momento de acumular los excesos de aguas, utilizar nuestros diques y reservorios para estar preparados”, agregó el especialista.
De igual manera, el titular de Irrigación, Sergio Marinelli, destacó que “si bien venimos de una temporada que aparentemente fue buena y que en definitiva para este año también se espera buena cantidad de agua, hay que seguir atentos”.
“Hay que seguir alertas en cuidar el agua y eficientizar todo, sobre todo en el sector agrícola. No tenemos nada asegurado, tendremos un año relativamente bueno, como el que pasó, pero hay que prepararse para el futuro, con herramientas como las que estamos trabajando con el nuevo código de aguas”, explicó Marinelli.
“También las empresas que hacen el servicio público tienen que mejorar, tener un plan, ser eficientes. Lo mismo sucede con los municipios, deben eficientizar el riego del arbolado y sus equipamientos. En todos los usos tenemos que ser mucho más eficientes para que podamos seguir haciendo lo mismo con menor cantidad de agua a futuro”, agregó.
Mendocinos, ¿cómo sumarse a cuidar el agua?
Ricardo Villalba, investigador del CONICET, subraya que cada mendocino puede contribuir significativamente a la conservación del agua. Enfatiza que, además del trabajo de las instituciones, es crucial que cada persona reconozca el agua como un recurso vital y adopte una actitud de responsabilidad hacia el medioambiente. Villalba sugiere un cambio de mentalidad donde cada individuo entienda que su papel es cuidar y proteger nuestro planeta, no solo utilizarlo. Este enfoque colectivo ayudará a garantizar un futuro sostenible para Mendoza y el mundo.
El rol de las instituciones para enfrentar el cambio climático
La rectora de la Universidad Nacional de Cuyo, Esther Sánchez, destacó el papel crucial de las instituciones en la lucha contra el cambio climático y destacó que el trabajo conjunto es fundamental para enfrentar los desafíos ambientales y avanzar hacia un desarrollo sostenible.
Asimismo, Jimena Estrella, Secretaria de Vinculación de la Facultad de Ciencias Agrarias, destacó “el esfuerzo colectivo de diversas organizaciones que han hecho de la gestión del agua un objetivo común. La presencia de expertos internacionales -en eventos como la ExpoAgua- nos permite comparar y analizar experiencias para seguir perfeccionando nuestra gestión del recurso”, concluyó.
De igual manera, Marinelli, destacó los avances del sector académico, junto a los del “sector privado, con su oferta para la mejor eficiencia”. “Para los que estamos encargados de la gestión del agua, se traduce, en más y mejor información, y esto le sirve en definitiva a los productores y a la calidad de vida de los mendocinos”, comentó.
“La gobernanza del agua en Mendoza es reconocida a nivel nacional e internacional como un ejemplo notable debido a su complejidad. He tenido la oportunidad de discutir este tema en diversos foros internacionales, donde se admira el sistema por su estructura y eficacia. En Mendoza, los usuarios gestionan sus propias redes de riego, un principio consagrado en la Constitución provincial. Este sistema se basa en pilares clave: la autonomía del Departamento General de Irrigación, que opera independientemente del gobierno provincial; la autonomía de los regantes, que administran sus redes a través de las inspecciones de cauce; y la inherencia del agua al suelo, que garantiza la sostenibilidad de los oasis a lo largo del tiempo, impidiendo la comercialización del agua”, sumó.
De acuerdo con Marinelli, este enfoque tiene tanto ventajas como desventajas. Aunque puede ser una limitación en situaciones que requieran una mayor flexibilidad en el manejo del agua, también proporciona una base sólida para mantener la transparencia y continuidad en la gestión hídrica. La fortaleza del sistema radica en su capacidad para ofrecer una gestión seria y estable a lo largo del tiempo.
La participación del Ministerio de Producción
Alfredo Draque, Director de Agricultura del Ministerio de Producción de la Provincia, destacó la importancia de contactarse con expertos para mantener capacitaciones constantes en el uso eficiente del agua, “un recurso crucial para los productores de Mendoza”.
“El Ministerio de Producción, en su nueva gestión, está enfocado en la eficiencia hídrica y en apoyar a los sectores productivos. El Ministerio trabaja en programas que abordan puntos críticos y buscan optimizar la producción y reducir costos para los productores”, agregó.
Chile: 35 años de créditos para los productores, 350 mil has irrigadas
Cristian Jordán Díaz, investigador postdoctoral en la Universidad Católica de Chile, explicó que su campo de estudio se relaciona la modernización del riego en su país y los instrumentos utilizados para promover la modernización (subsidios).
“Si se pudiera poner una fecha, podríamos decir que desde 2010 Chile tiene un periodo seco (a pesar de las mejoras en los últimos dos años, al igual que lo que sucede en Argentina), y la tendencia muestra un periodos deficitario”, comentó el especialista y agregó que en ese marco, los agricultores han tenido dos vías de adaptación: cambiar a sistemas más eficientes, generar obras para poder regar mejor y acumular el recurso; y utilizar agua subterránea.
No obstante, el último recurso señalado también presenta una dificultad, debido a que se debe evitar la sobre-extracción de este tipo de recursos porque “aunque parezcan ilimitados, necesitan regulación”.
Con todo lo anterior, para Díaz Chile, ha mejorado en el uso del recurso hídrico, y eso tiene que ver con el reemplazo de equipos y la aplicación de mayor tecnología, aunque al igual que en Mendoza, quedan espacios para mejorar, sobre todo en el ramo vitivinícola, y especialmente, en el alcance de estos métodos para los pequeños agricultores.
“En 35 años de ayuda, de subsidios a productores, se ha eficientizado el riego en 350 mil hectáreas, es una superficie importante para un país como Chile, con 1 millón de hectáreas bajo riego. También podemos contar la eficientización por iniciativa privada, y en ese caso llegar a las 500 mil hectáreas”, agregó Díaz.
Tras ese análisis, el especialista destacó que ha sido un periodo de “entrega de recursos”, y generar programas para fortalecer a los usuarios del agua, quienes son los que deben hacer las gestiones para la obtención y distribución de los recursos, capacitándose con profesionales y alcanzar un mayor avance tecnológico.
Aun así, Díaz, resaltó desafíos para alcanzar, como el embalsamiento a gran escala. “Estamos estudiando las principales amenazas que enfrentan los agricultores, que varían según cada zona, y según el fenómeno climático que se enfrente, ya sea las altas temperaturas, o las heladas. También vemos variaciones según cada cultivo y, en cada caso, los productores se están preocupando de paliar los efectos del cambio climático”, cerró.
Nuevo Código de Aguas, ¿cómo participar?
Tal y como mencionó Marinelli, el anteproyecto del Código de Aguas de Mendoza busca modernizar y consolidar la normativa hídrica de la provincia, en respuesta a los profundos cambios sociales, económicos e institucionales desde la promulgación de la Ley de Aguas de 1884. Este nuevo código tiene dos objetivos principales: ofrecer seguridad jurídica mediante un marco legal unificado y proporcionar herramientas para enfrentar desafíos relacionados con la disminución de la disponibilidad hídrica y la variabilidad climática.
El plazo para la participación ciudadana en el anteproyecto del Código de Aguas de Mendoza se ha extendido hasta el 15 de octubre. Esta medida busca asegurar una consulta inclusiva y permitir que todos los ciudadanos puedan revisar y aportar al documento. Desde el 15 de julio, el anteproyecto está disponible en la plataforma participa.irrigacion.gov.ar.
El Código de Aguas consolidará la institucionalidad del agua en la provincia, integrando más de 120 leyes vigentes en un solo cuerpo normativo. Este proceso participativo, iniciado en 2022, ha incluido consultas con 35 expertos, 14 talleres informativos y más de 60 talleres de trabajo.
La etapa actual, de consulta pública, permite a la población presentar sugerencias para mejorar el proyecto. Tras la finalización de esta etapa, el anteproyecto será revisado y ajustado según las aportaciones recibidas, antes de ser presentado en su versión definitiva al Gobernador.
Cómo Participar en la Consulta del Anteproyecto del Código de Aguas de Mendoza
- Acceso al Documento: Desde el 15 de julio, el anteproyecto del Código de Aguas de Mendoza está disponible para revisión en el sitio web https://participa.irrigacion.gov.ar/.
- Plazo de Participación: La consulta pública se extiende hasta el 15 de octubre, permitiendo a todos los ciudadanos revisar el documento y enviar sus aportes.
- Objetivo del Código: Este código busca consolidar la institucionalidad del agua en la provincia, reflejando un proceso colaborativo y transparente en la gestión hídrica.
- Proceso de Elaboración:
Etapa 1: Preparación (Enero 2023 - Abril 2024). Incluyó talleres de trabajo y consultas con 35 expertos.
Etapa 2: Primer Anteproyecto (Junio 2024). Se consultó a 137 Inspecciones de Cauce y cátedras universitarias.
Etapa 3: Segundo Anteproyecto y Consulta Pública (Desde el 15 de julio de 2024). Se encuentra disponible en la web para comentarios y sugerencias.
Etapa 4: Revisión Final. Tras el cierre de la consulta, se incorporarán las sugerencias recibidas y se presentará el texto definitivo al Gobernador. - Participación Ciudadana: Se invita a la población a informarse sobre el contenido del anteproyecto y a contribuir con opiniones para mejorar el documento.
Este proceso tiene como objetivo reunir y armonizar más de 120 leyes relacionadas con el agua en un único cuerpo legal, basado en recomendaciones internacionales y criterios de participación abierta.