Consultados sobre cómo ven la actividad productiva –en términos de precios, costos, impuestos y rentabilidad-, el 39,4% de los productores mendocinos incluidos en una encuesta que realizó Coninagro respondió que se trata de “un mal negocio”, el 14,6% de “un muy mal negocio” y el 12,7% de “un pésimo negocio”. Como contraparte, el 31,5% considera que es “un buen negocio” y el 1,4% “un muy buen negocio”. Ninguno, que sea excelente.
Las respuestas difieren según el sector del que se trate. En la Fruticultura y la Ganadería, los productores que creen que su actividad les deja buenos resultados ascienden al 48% y 47%, respectivamente; versus el 34% y el 37% que respondieron que es un mal negocio.
En la Vitivinicultura, el porcentaje de quienes creen que es rentable cae a un 25% (más un 2% que opina que es un muy buen negocio), pero 43% considera que es malo y 18% muy malo. En la Olivicultura, los resultados son menos alentadores: sólo 14% piensa que se trata de una actividad que arroja resultados positivos y 29% opina que es un mal negocio, 29% que es muy malo y otro 9% que es pésimo.
De la mano de esto, un 72,3% de los 404 productores encuestados por la consultora Synopsis –a la que Coninagro (Confederación Intercooperativa Agropecuaria) encargó el estudio- planteó que su estado de ánimo, en relación con la actividad productiva, es de agotamiento: 42,3% manifestó estar agotado y 30% muy agotado; aunque un 23,5% dijo estar entusiasmado y 2,3% muy entusiasmado.
Entre los motivos de esta desazón se encuentran que el 33,3% opina que las condiciones del mercado –precio/demanda- son regulares, el 27,2% que son malas y el 18,8% que son muy malas, frente a apenas un 16,9% que las ve como buenas y un 3,3% como muy buenas. También, que los mecanismos que ofrece el Estado para promover la inversión productiva son inaccesibles (46,5%) o muy inaccesibles (20,7%); aunque un 23,9% las entienda como normales y un 7% como accesibles.
Otra razón para que perciban que el escenario no es favorable para la producción es que el financiamiento para sostenerla es poco o nada accesible, en un 44,6% y un 41,3%, respectivamente. Y que la presión impositiva es excesiva (42,7%) o muy excesiva (39%); frente a un 9,9% que la ve como normal y un 6,6% como poco o nada excesivas.
La mirada temporal tampoco aporta resultados favorables, ya que 39% de los consultados siente que está peor que 5 años atrás y 21,6% mucho peor, mientras que 22,5% respondió que está igual, 13,6% que está mejor y 1,9%, mucho mejor. Y cuando se les pidió a los productores que se proyectaran el mismo tiempo, pero hacia adelante, 40,4% cree que estará peor y 14,6%, mucho peor. Sólo 28,6% estima que le irá igual y 12,7% que mejor.
El titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto, manifestó que los resultados de este relevamiento evidencian que el sector productivo mendocino no escapa al deterioro económico del resto de la ciudadanía, que no logra llegar a fin de mes. Y que en el caso de los productores se observa una descapitalización importante y que “mueren con las botas puestas” no sólo porque deciden luchar hasta las últimas consecuencias, sino porque se han dedicado a la actividad toda su vida. Pese a eso, también se ha incrementado la cantidad de fincas abandonadas.